Pedro les muestra a los cristianos que deben mantener la fe y el gozo a pesar de los sufrimientos, porque Dios los ha hecho renacer para una esperanza y herencia eterna mediante la resurrección de Jesucristo. Aunque ahora sufren pruebas, su fe en Cristo, a quien aman aunque no lo han visto, les da un gozo indescriptible y los prepara para la salvación futura.