Discipulado parte 3 para llevar una vida en cristo
Discipulado parte 3 para llevar una vida en cristo
Editorial Genesaret
Dirección Editorial: Abygail Magrini
Grupo Editorial:
Ana Nava
Mariam Nava
D’melys Sánchez
Denice Urdaneta
Valeria Urdaneta
Ilustración: José Hernández
Diseño: Nora Bravo
Material reeditado, original de Ap. Arnoldo Linares.
Primera Edición, 2018.
Discipulado
tercera parte
Clase 1: manteniendo un corazón limpio.
Clase 2: leyes de siembra y cosecha. parte 1.
Clase 3: leyes de siembra y cosecha. parte 2.
Clase 4: oración eficaz.
Clase 5: metamorfosis de un hombre.
Clase 6: conquista tus sueños.
Clase 7: conciencia de prosperado.
Clase 8: actitudes para lograr el el destino y el propósito.
Clase 9: la vida de éxito.
Clase 10: la motivación del discípulo.
Clase 11: rama fructífera.
Clase 12: convocación y reino.
Clase 13: equivocación costosa.
Clase 14: cinco relaciones del discípulo 1.
Clase 15: cinco relaciones del discípulo 2.
clase 16: cinco relaciones del discípulo 3.
clase 17: cinco relaciones del discípulo 4.
clase 18: cinco relaciones del discípulo 5.
clase 19: La dieta del discípulo: La información.
clase 20: La dieta del discípulo: la formación.
clase 21: La dieta del discípulo: la revelación.
clase 22: La dieta del discípulo: la transformación.
clase 23: la metodología de Jesús 1.
clase 24: la metodología de Jesús 2.
clase 25: la metodología de Jesús 3.
clase 26: la metodología de Jesús 4.
clase 27: la metodología de Jesús 5.
clase 28: la metodología de Jesús 6.
clase 29: la metodología de Jesús 7.
clase 30: el carácter de un verdadero discípulo 1.
clase 31: el carácter de un verdadero discípulo 2.
clase 32: el carácter de un verdadero discípulo 3.
clase 33: el carácter de un verdadero discípulo 4.
clase 34: el carácter de un verdadero discípulo 5.
clase 35: el carácter de un verdadero discípulo 6.
clase 36: el carácter de un verdadero discípulo 7.
clase 37: el carácter de un verdadero discípulo 8.
clase 38: el carácter de un verdadero discípulo 9.
índice
Clase 1:
manteniendo un
corazón limpio.
(PUEDO SOPORTARLACRÍTICADELMUNDO,YAÚN LADE MIS
AMIGOS CRISTIANOS, SI MI CORAZÓN ESTÁ LIMPIO DELANTE
DE DIOS)
Me urge mantener una buena conciencia ante Dios. Tengo una buena
conciencia cuando no hay nada dentro de mí que ofenda a Dios. Ella se
cultiva caminando cerca de Dios. Cuánto más lejos viva de Dios, tanto
más endeble será mi conciencia, demasiado debilitada por el contacto
excesivo con el mundo. Gracias a Dios, ningún discípulo tendrá jamás la
conciencia muerta, encallecida o con la sensibilidad “perdida” (Efesios
4:19 RVA). Tampoco ningún discípulo sufrirá de conciencia maligna, o
torcida.
Una buena conciencia no se adquiere de manera automática. Es el
resultado del hábito de llevar un “corazón reprendido” ante Dios, quien
es mayor que mi conciencia. Por su poder él lleva gradualmente mi
conciencia hacia el mismo estado de sensibilidad suya (1 Juan 3:9-21).
Mi objetivo debe ser vivir delante de Dios con un corazón “que no me
reprende” (una conciencia limpia). Así puedo “tener confianza delante
de Dios” (v. 21). Nada debilita más mi conciencia y destruye mi eficacia
en el servicio que todo aquello guardado en mi vida que no recibe la
aprobación de Dios. Debo vivir de tal manera que mi corazón no me
reprenda.
Puedo soportar la crítica del mundo, y aún la de mis amigos cristianos,
si mi corazón delante de Dios. Nunca debo vacilar ante la crítica a
expensas de mi conciencia, porque eso significaría negar o ignorar mi
conciencia. Tampoco debo permitir jamás que las conciencias de otros
dicten lo que mi conciencia tiene la obligación de ser delante de Dios.
Por esa razón, es preciso resistir la presión social al conformismo, sin
olvidar mi responsabilidad personal ante Dios. El convertirse en
barro moldeado por la sociedad es negar mi “buena conciencia” ante
Dios. Siempre debo dejar que él sea mi moldeador y alfarero (Jeremías
18:6), para que no sólo llegue a ser un vaso útil, sino una persona hecha
sensible al pecado, tal y como él mismo lo es.
“Por eso, lo que sufren según la voluntad de Dios, que encomienden sus almas
al fiel Creador, haciendo el bien.”
1 Pedro 4:19.
TEXTO: MATEO 13: 3-9 DHH
3
Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: “El sembrador salió a
sembrar su semilla. 4
Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto
al camino, y vinieron las aves y se la comieron. 5
Otra parte cayó en pedregales
lugares, donde no tenía mucha tierra. Y brotó pronto, porque la tierra no era
profunda. 6
Pero cuando salió el sol, la planta se quemó, y se secó porque no tenía
raíz. 7
Otra parte cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron. 8
Aún otra parte
cayó en buena tierra, donde se produjo un centenar de cultivo, sesenta o treinta
veces lo que se sembró. 9
El que tenga oídos, que oiga”.
introducción
A. Hay que sembrar para cosechar.
B. Hay que conocer las leyes que la rigen.
C. Son leyes inexorables.
presentación
I. SE DEBE TENER LO ESENCIAL. MATEO 13:3 y 24.
A. Disposición para sembrar.
B. Una buena semilla.
C. Un buen terreno.
II. SEMBRAR EN BUEN TERRENO. MATEO 13:8. | LUCAS 8:8.
A. Debe ser buen terreno para no malgastar la semilla.
B. Debe ser terreno adecuado libre de cizaña.
C. Debe ser terreno de buena producción.
III. LA SEMILLA DEBE SALIR DE NUESTRO CORAZÓN. JUAN
12:24.
A. No debe ser más útil para nosotros.
B. Debe morir.
C. No recordar la siembra.
D. Pensar en cosecha.
IV. SE DEBE SEMBRAR UNA SEMILLA ESPECÍFICA. GÁLATAS
6:7-8.
A. Lo que se quiere cosechar.
B. Lo que se quiere recibir.
C. Se cosechará lo que se siembra.
Clase 2:
leyes de siembra y
cosecha. (parte 1)
V. SE FIJA EL MONTO DE LA COSECHA AL SEMBRAR.
2 CORINTIOS 9:6.
A. Se cosecha escasez, cuando se siembra de manera escasa.
B. Se siembra abundancia cuando se siembra generosamente.
C. Se cosecha necesidad, cuando se siembra en esta clase de terreno.
D. Se siembre éxito, cuando se siembra en terrenos exitosos.
VI. DESPUÉS DE SEMBRAR, SE DEBE VELAR POR LA COSECHA.
CANTARES 2:15.
A. Hay que cuidar las viñas de las pequeñas zorras.
B. El enemigo siempre quiere sembrar cizaña en nuestro campo.
Mt 13:25.
C. Es una virtud cuidar lo que viene de Dios.
D. Porque representa nuestra prosperidad.
E. Porque es lo que sustentará el futuro.
VII. ESPERAR CON PACIENCIA EL TIEMPO DE LA COSECHA.
A. El tiempo de la siembra y a cosecha no es el mismo.
Eclesiastés 3:1-2.
B. Esperar con paciencia es una virtud. Hebreos 6:12.
C. Para obtener la promesa es necesaria la paciencia. Hebreos 10:36.
D. Es necesario esperar para recoger. Eclesiastés 11:1.
E. Se debe esperar sin cansancio y sin desesperación. Gálatas 6:9.
VIII. SE DEBE SEMBRAR HACIA LO NUEVO, NO HACÍA EL
PASADO.
A. Porque trae expectación de riquezas. Génesis 26: 12-13.
B. Porque se puede recuperar lo perdido. Filipenses 3: 13-14.
C. Porque alienta la esperanza. 1 Corintios 9:9.
D. Porque nos hace olvidar lo pasado. Filipenses 3: 13-14.
conclusión
Las leyes de siembra y cosecha son usadas en todos los actos de
nuestra vida. Tenemos cosecha de acuerdo a lo que hayamos sembrado
con nuestras palabras, acciones o dinero. Siempre habrá buenas o malas
cosecha. Todo dependiendo de nuestra semilla. En el próximo mensaje
o bosquejo, se explican las 8 leyes restantes que son inexorables si
queremos tener una cosecha buena en nuestro terreno.
Clase 3:
leyes de siembra y
cosecha. (parte 2)
XIII. RECONOCER QUE LA SIEMBRA ES MILAGROSO, NO
MÁGICA.
A. Porque representa el Reino de Dios. Marcos 4:26.
B. Porque toma su tiempo para brotar. Marcos 4:27.
C. Porque el hombre no sabe cómo se produce la vida de la semilla.
Marcos 4:27.
D. Porque es virtud de la tierra, producir fruto.
E. Porque el crecimiento de la planta lo demuestra. Marcos 4:28.
F. Porque se necesita tiempo para que madure el fruto. Marcos 4:29.
XIV. LA SIEMBRA ES HUMANA, LA COSECHA ES RECOMPENSA
DE DIOS. 1 CORINTIOS 3:6-9.
A. Por el trabajo.
B. Por la fe.
C. Porque es compromiso de Dios.
D. Porque la palabra no miente.
XV.LACOSECHAESSOBRENATURALCONDESTINONATURAL,
EL HOMBRE.
A. Porque contiene la vida de Dios.
B. Porque es don de Dios. Génesis1:29-30.
C. Porque es la manera de sostener ministerios. 1 Corintios 9: 9-11.
XVI. ELPROCESO DE SIEMBRAYCOSECHAES UNASOCIEDAD.
A. Es una cooperación de Dios al hombre. 1 Corintios 3: 9.
B. Es una promesa del Señor al sembrador. Malaquías 3: 8-12.
conclusión
Se debe insistir en sembrar; nunca se debe desmayar; además se
deben cumplir todas las leyes que se han descrito en el anterior bosquejo
como en este; no hacerlo es dañar la cosecha y no recibir lo prometido
por Dios.
Lasiembraylacosechaeslamayorbendiciónomaldiciónquetenemos
de acuerdo a la semilla que sembramos y al proceso que seguimos. A
muchos se les ha dañado la cosecha por hacerlo no según lo ordenado
por Dios, sino al parecer propio.
TEXTO: MATEO 13: 3-9
3
Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: “El sembrador salió a sembrar
su semilla. 4
Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino, y
vinieron las aves y se la comieron. 5
Otra parte cayó en pedregales lugares, donde no
tenía mucha tierra. Y brotó pronto, porque la tierra no era profunda. 6
Pero cuando
salió el sol, las plantas se quemó, y se secó porque no tenía raíz. 7
Otra parte cayó entre
espinos que, al crecer, la ahogaron. 8
Aún otra parte cayó en buena tierra, donde se
produjo un centenar de cultivo-a, sesenta o treinta veces lo que se sembró. 9
El que tenga
oídos, que oiga”.
introducción
A. Se tiene que seguir con el proceso al pie de la letra.
B. Se tiene que seguir insistiendo con las leyes restantes.
C. Se debe rechazar el cansancio.
D. Se tiene que desechar la desesperación.
presentación
IX. LA COSECHA TIENE COSTO.
A. En el día de la siembra. Juan 4:36-37.
B. Durante el crecimiento de la planta. Marcos 4:28.
C. Más grande en el día de la cosecha. Isaías 18:5.
X. PARTE DE LA COSECHA SE DEBE VOLVER A SEMBRAR.
A. Porque se recibe de Dios. 1 Crónicas 29:14.
B. Porque es una manera de asegurar el pan. 2 Corintios 9:10.
C. Porque es señal de agradecimiento. Colosenses 3:15.
XI. GRAN PARTE DE LA COSECHA ES DEL LABRADOR.
A. Por su trabajo. 1 Corintios 9:10.
B. Por recompensa a su esperanza. 1 Corintios 9:10.
C. Porque es fruto de su siembra. Filipenses 4:15-17.
XII. NO PENSAREN LO PASADO, SI FALLALASIEMBRAVOLVER
A SEMBRAR.
A. Porque Dios lo hizo. Él es nuestro mayor ejemplo. 1 Corintios 15:22-
23.
B. Para recuperar lo perdido. Abdías 1:17
C. Para ser ejemplo a los demás. Juan 13:15-16.
D. Para arrebatarle al diablo lo que nos ha quitado. Proverbios 6:30-31.
TEXTO: SANTIAGO 5: 14 ¿no está enfermo alguno de ustedes? Haga LLAMAR a los
Ancianos de la iglesia para que oren por Él y lo unjan conAceite en el Nombre del Señor.
introducción
A. Es comunicación entre dos o más personas.
B. La dirigida a Dios debe ser eficaz.
C. Se debe definir qué significa: Eficaz.
I. SE COMIENZA PREGUNTANDO A DIOS: ¿QUÉ QUIERES DE
MÍ?
A. Él desea nuestra adoración y alabanza.
B. Él desea que expresemos nuestro agradecimiento.
C. Él desea establecer comunión con nosotros a través de la oración.
II. RESULTADO DE LA ORACIÓN NO EFICAZ.
A. No puede nada.
B. No determina nada.
C. No tiene dirección.
D. Es limitante.
III. RESULTADOS DE LA ORACIÓN EFICAZ.
A. Puede mucho.
B. Mueve la mano de Dios.
C. Logra lo imposible.
D. No tiene límites.
IV. PRODUCTOS PERSONALES DE LA ORACIÓN EFICAZ.
A. Nos hace conocer las promesas. 2 Pedro 1:3-10
B. Nos impulsa a hacer proezas. Santiago 5:16-18.
C. Nos hace reconocer nuestra naturaleza nueva. 1 Pedro 2:9-10.
D. Nos hace prósperos. Mateo 6:33.
E. Multiplica nuestros activos. Mateo 7:7-12
F. Activa nuestra comunión con Dios. Salmo 25:14.
G. Nos ayuda para no caer en tentación. 1 Tesalonicenses 5:17 | Mateo
26:41.
conclusión
La oración eficaz, nos hace decisivos y por ello nos hace aceptar
desafíos, que parecen difíciles de realizar, pero que al orar al Padre
Clase 4:
oración eficaz.
Celestial; por medio de la oración nos da direcciones de cómo lograr la
provisión. Además esta clase de oración, nos hace más que vencedores
usando el nombre que es sobre todo nombre y nos ayuda a sobrepasar
la tentación sin caer. Debemos procurar no usar vanas palabrerías, sino
hacerla de una manera eficaz que es teniendo fe en aquel que nos llamó
a ser sus hijos.
Clase 5:
metamorfosis de un
hombre.
TEXTO: GENESIS 32:22-32
22-23
Esa misma noche Jacob se levantó, tomó todas sus posesiones, y junto con su
familia cruzó el arroyo Jaboc. 24
Y luego él solo regresó al otro lado y allí luchó con un
desconocido hasta que el sol salió. 25
Cuando el desconocido se dio cuenta de que no
podía vencer a Jacob, lo golpeó en la cadera, y se la zafó. 26
Entonces el desconocido le
dijo:
—¡Suéltame! ¡Ya salió el sol!
Pero Jacob le respondió:
—No te suelto si no me bendices.
27
El desconocido le preguntó:
—¿Cómo te llamas?
Cuando Jacob le dio su nombre, 28
el desconocido dijo:
—Ya no te vas a llamar Jacob. Ahora vas a llamarte Israel, porque has luchado con
Dios y con los hombres, y has vencido.
29
Entonces Jacob le dijo:
—Ahora te toca decirme cómo te llamas.
Pero el desconocido respondió:
—¡Pues ya debieras saberlo!
Luego bendijo a Jacob, 30
y por eso Jacob llamó a ese lugar Penuel, pues dijo: «¡He
visto a Dios cara a cara, y todavía sigo con vida!»
31
Cuando el sol salió, Jacob se fue de Penuel, pero iba cojeando. 32
Por eso hasta el
día de hoy los israelitas no comen del músculo que cubre la cadera de ningún animal,
porque fue allí donde Jacob fue golpeado.
introducción
A. Todo en la vida sufre cambios.
B. Debemos buscarlos para bien de nuestras vidas.
C. En Jacob vemos este proceso.
I. EN UNA CAMBIO, EL PROCESO SE ENFRENTA SOLO. Vs. 22-24a.
A. Para no exponer a los que nos rodean.
B. Para sincerarnos con Dios.
II. SE DEBE LUCHAR CON AHINCO. Vs. 24b-26.
A. Se debe luchar sin desmayar.
B. Se debe hacer por la bendición que deseamos.
C. Insistir hasta que logremos el objetivo.
III. SE DEBE APROVECHAR LA OPORTUNIDAD. Vs. 26.
A. Podría ser la última que tengamos.
B. Ser específico en nuestra demanda.
IV.DEBEMOS TENER PRESENTE NUESTRA IDENTIDAD. Vs. 27-
28a.
A. Reconocer lo Jacobino que está en nosotros.
B. Debemos hacerlo queriendo ser cambiados.
C. Aceptar la bendición de ser Israel o Príncipe de Dios.
V. DEBEMOS ESTAR DISPUESTOS A PERDER. Vs. 28b.
A. El carácter de engañador.
B. La debilidad por estar heridos.
C. La irresponsabilidad.
D. Afán desmedido por las riquezas.
E. El futuro de derrota.
F. El mal futuro familiar.
VI. ACEPTAR LO QUE GANAMOS EN EL PROCESO. Vs. 28c.
A. Ser llamados hombres de Dios.
B. Adquirir nueva fortaleza.
C. Ser generosos.
D. Tener mayor responsabilidad.
E. Vivir en prosperidad.
F. Nuestra descendencia designada como pueblo de Dios.
VII. NUNCA PREGUNTES EL PORQUE DE LAS COSAS. Vs. 29.
A. Porque anulas el proceso de la bendición.
B. Porque se tiene que comenzar una nueva bendición.
VIII. CONFIESA LO SIGUIENTE. Vs. 30.
A. Tu encuentro con Dios.
B. La cercanía del Él contigo.
C. La libertad de tu alma.
IX. MARCA TU PENIEL. Vs. 31a.
A. No como lugar de altercado con Dios.
B. Hazlo como lugar de pacto.
C. Para no olvidar que todavía cojeas.
X. APROVECHA EL NUEVO DÍA. Vs. 31b.
A. Te ha salido el sol en tu cambio.
B. En ese nuevo día hay nuevas oportunidades.
XI. NUNCA OLVIDES TU FRAGILIDAD. Vs. 32.
A. Para no llenarte de orgullo.
B. Para ser humilde.
C. Para reconocer la grandeza de Dios en ti.
conclusión
Existen oportunidades cuando podemos cambiar nuestra vida,
nuestro entorno y la vida de los nuestros. Debemos aprovecharlas, pues
en ellas está nuestra metamorfosis para ser hombres y mujeres nuevos
y así brindar mejor servicio a Dios. Anhelemos ese cambio, esto vendrá
y aunque sea de manera dolorosa, será provechoso para nuestra vida.
Clase 6:
conquista tus sueños.
B. Aumenta tu capacidad económica.
C. Te engrandece.
D. Te hace poderoso.
E. Aumenta tus posesiones.
IX. NO LE TEMAS A LOS ENEMIGOS. Vs. 14b-17.
A. Ellos te temen a ti a causa de tu prosperidad.
B. Recuerda que el Todopoderoso está contigo.
C. La crítica y la envidia de ellos, es una señal de tu triunfo.
X. SIGUE TRABAJANDO, CAVA OTRO POZO. Vs. 18-22.
A. No desmayes a causa de la persecución.
B. La insistencia, siempre vence.
XI. MANTENTE EN COMUNIÓN CON DIOS. Vs. 24.
A. Para tu seguridad.
B. Para alejar el temor.
C. Para asegurar sus promesas.
XII. MANTEN SIEMPRE UN ALTAR DE ADORACIÓN. Vs. 25.
A. Por las múltiples bendiciones de Dios.
B. Para asegurar tu vivienda. Planta allí tu tienda.
XIII. NO RECHACES A LOS CONTRARIOS CUANDO VIENEN A
TI. Vs. 26-31.
A. Porque reconocen que Dios está contigo.
B. Por anhelar la bendición que reposa sobre ti.
C. Comparte tu pan con ellos.
D. Despídelos en paz.
XIV. MANTEN SIEMPRE EXPECTATIVAS. Vs. 32.
A. De un milagro que esperas.
B. De la capacidad que tiene Dios para asombrarte.
XV. SIEMPRE MANTEN ACTIVO EL PACTO CON DIOS. Vs. 33.
A. Dios siempre es fiel a su pacto.
B. Beerseba es sinónimo del pacto de Abraham, nuestro padre en la
fe.
TEXTO: GÉNESIS 26. (LEER)
introducción
A. Sueños pueden determinar nuestro futuro.
B. Siempre debemos tener sueños y anhelos, pues ellos nos dan vida.
C. Debemos practicar acciones para que estos se hagan realidad.
D. Isaac, es prototipo del creyente.
I. DESTRUYE MALA HERENCIA DE MALDICIÓN. Vs. 1.
A. La de la generación anterior.
B. La de tu generación.
II. MANTENTE EN EL LUGAR ADECUADO. Vs. 2.
A. No desciendas a Egipto. No uses ética del mundo.
B. Sigue la ética de Dios. Habita en su terreno.
III. TU CIUDADANÍA ES DEL CIELO. Vs. 3a.
A. De allí viene tu bendición, no de tu astucia.
B. Asegúrate de la presencia de Dios contigo.
IV. HABILITA LAS PROMESAS. Vs. 3b.
A. Las tuyas propias.
B. Las de tu descendencia.
V. DETERMINA SER UN FACTOR MULTIPLICADOR. Vs. 4.
A. Para tu descendencia.
B. Para todos los que te rodean.
C. En todo lo que Dios te da para administrar.
VI. ESTA ATENTO A LA VOZ DE DIOS. Vs. 5.
A. Para escuchar sus directrices.
B. Para no equivocarte en el camino.
VII. PRACTICA UNA LEY INQUEBRANTABLE. Vs. 12.
A. Siembra una buena semilla.
B. Siémbrala en un buen terreno.
C. Cosecha la prosperidad que Dios quiere darte.
VIII. FRUTOS DE UNA PROSPERIDAD INTEGRAL. Vs. 13-14.
A. Te enriquece.
XVI. TU MAYOR SUEÑO DEBE SER DISCIPULAR A TUS HIJOS.
Vs. 34-35.
A. Isaac, no lo supo hacer, uno fue ladrón; otro tomo yugo desigual.
B. Nuestra mayor satisfacción es que nuestros hijos siguen nuestras
pisadas.
C. Toda herencia debe ser material y espiritual.
conclusión
Quien no tiene sueños, nunca tendrá nada en la vida. La conformidad
será su compañera siempre. Quien tiene sueños debe ponerle metas a
corto, amediado y largo alcance para que este se convierta en una visión
y una realidad. Hay maneras deponerle metas a nuestros sueños y esto
debemos hacerlo con solicitud para que veamos cómo se cumplen
nuestros deseos y anhelos.
Clase 7:
conciencia de
prosperado.
F. Fue puesto en la cárcel. (Gén. 40:1-23)
VI.EL TIEMPO DEL PROCESO.
A. Sirvió un tiempo no determinado en casa de Potifar. (Gén. 39:3-4)
B. Estuvo dos años en la cárcel injustamente. (Gén. 41:1)
C. Duró 13 años desde que fue vendido hasta que interpretó el sueño
de Faraón.
VII. EL CUMPLIMIENTO DEL TIEMPO.
A. La interpretación de un sueño. (Gén. 41:1-36)
B. Resultados de la interpretación. (Gén. 41:37-46)
C. Llega la prosperidad soñada. (Gén. capítulos 42 al 46)
- Reconocimiento por parte de Faraón.
- Terrenos. Le fue entregado todo el territorio de Egipto.
- Autoridad por encima de los demás gobernantes de Egipto.
- Joyas y ropa fina.
- Buen transporte. El segundo carro de Faraón.
- Honra. Todos debían doblar las rodillas delante de él.
- Buen linaje. Lo casaron con una de las mujeres más lindas de
Egipto.
- Todo lo logró siendo joven. 30 años.
VIII. EL SECRETO.
A. Confió en promesa.
B. Supo esperar.
C. No se quejó.
D. Supo servir.
E. Supo discernir el propósito de Dios.
F. Supo manejar el rencor contra quienes lo dañaron, a su debido
tiempo.
G. Se guardó santo.
H. Tuvo visión profética.
I. Se guardó humilde.
conclusión
Lo anterior fue escrito para nuestra información y edificación. Quien
sigue los pasos de José, prospera aunque las circunstancias estén en su
contra. Hay que insistir y creer las promesas de Dios. La prosperidad
viene con la cosecha y con no perder la conciencia de prosperado. Esto
último es vital para el que quiere prosperar.
GÉNESIS 39:1
Cuando José fue llevado[a] a Egipto, Potifar, un oficial egipcio de Faraón, capitán
de la guardia, lo compró a los ismaelitas que lo habían llevado allá.
introducción
A. José era rico. Estaba cómodo con las posesiones de su Padre.
B. Por ser mimado era odiado por sus hermanos.
C. Quedó pobre al ser vendido como esclavo.
D.Quienes quieren ser prosperados, deben seguir los siguientes
principios que practicó José.
presentación
I. NO MIRAR LO QUE SE VE. (Génesis 39: 1; Cor. 4:18)
A. Que estaba desnudo.
B. Que estaba vendido como esclavo.
C. Que no tenía nada de posesiones.
II. MIRAR LO QUE NO SE VE. (Génesis 39:2; 2 Cor. 4:18)
A. Las promesas de Dios.
B. La Prosperidad.
C. Lo eterno.
III.COMIENZO DE TODO UN SUEÑO. (Génesis 37: 5-10)
A. Hay que tener sueños.
B. Hay que convertir el suelo en visión poniéndole metas a largo
mediano y corto alcance.
C. Hay que soñar despierto pues se tiene control del sueño.
IV. LO QUE DESPIERTA EL SUEÑO. (Génesis 37:11 y 19-22)
A. Crítica.
B. Odio.
C. Envidia.
V. EL PROCESO.
A. Aborrecido por sus hermanos. (Gén. 37:3-4)
B. Fue víctima de un complot. (Gén. 37:19-22)
C. Despojado de sus pertenencias. (Gén. 37:23)
D. Vendido como esclavo. (Gén. 37:27-28)
E. Llevado a otra tierra. (Gén. 39:1 y 3:23)
ROMANOS 8:18-27
La gloria futura
18
Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser
comparados con la gloria que nos ha de ser revelada. 19
Porque el anhelo profundo de
la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios. 20
Porque la
creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel
que la sometió, en la esperanza 21
de que la creación[a] misma será también liberada
de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios. 22
Pues
sabemos que la creación entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora. 23
Y no
sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun
nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción
como hijos, la redención de nuestro cuerpo. 24
Porque en esperanza hemos sido salvos,
pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve?[b]
25
Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia[c] lo aguardamos.
Victoriosos en Cristo
26
Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque
no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos indecibles; 27
y aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir[d] del
Espíritu, porque El intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.
introducción
A. Tener la revelación de lo que nos toca hacer.
B. Actuar de acuerdo a esa revelación.
C. Alcanzar la meta para la cual fuimos creados.
I. TENER UNA REVELACIÓN DEFINIDA AL RESPECTO. (Vs. 18)
A. Que las aflicciones presentes son pasajeras.
B. Que las glorias venideras son superiores.
C. Que se van a manifestar de acuerdo a nuestras actitudes.
D. Que la creación aguarda la manifestación gloriosa de los hijos de
Dios.
II. TENER UNA META DE ESPERANZA. (Vs. 19-21)
A. Porque existe el anhelo de esperanza de la creación.
B. Porque la creación fue sujetada a vanidad y espejismos.
C. Porque la cautividad no era la voluntad perfecta de Dios.
D. Porque Dios desea usar al que la sujetó para su liberación.
E. Porque El no quiere para su creación corrupción, sino libertad
gloriosa.
III. TENER UNA ESPERA CON ESPECTATIVA. (Vs 22-23)
A. La liberación.
Clase 8:
actitudes para lograr el
destino y el propósito.
B. Las primicias del Espíritu.
C. Lo expresa con gemidos.
D. Se incluye al humano y al asiento humano.
IV. TENER UNA INSISTENCIA QUE AGUARDA. (Vs 23)
A. Para esperar la adopción que nos capacita.
B. Para esperar la redención de nuestro cuerpo.
C. Para ejecutar lo demandado.
V. TENER CONSTANCIA PARA LOGRAR EL OBJETIVO. (Vs 24)
A. No viviendo por vista.
B. Viviendo por fe.
C. Viviendo esperanzado en las promesas.
VI.TENERPERSEVERANCIAPARAQUEBRARLARESISTENCIA.
(Fil 4:6)
A. Con peticiones de fe.
B. Con toda oración del principio de acuerdo.
C. Con ruegos de acuerdo a las promesas.
D. Con acción de gracias anticipada.
E. Con súplicas en el Espíritu.
F. Con actitud de fe, esperando lo prometido.
VII. TENER PACIENCIA PARA ESPERAR LO PROMETIDO. (Vs 25)
A. Para aguardar lo prometido sin desesperarnos.
B. Para no tener alteración en el ánimo.
C. Para no ser víctimas de la ansiedad.
VIII. TENER EVIDENCIAS PARA CONSERVAR LA SEGURIDAD.
(Vs 25)
A. Viendo lo imposible hecho posible.
B. Recordando los milagros pasados.
C. Observando la majestad de la creación.
IX. TENER LA AYUDA DE DIOS PARA LOGRAR EL OBJETIVO.
(Vs 26)
A. Porque no sabemos pedir como conviene.
B. Porque el Espíritu sí sabe cómo pedir la ayuda.
C. Porque es la labor del Espíritu interceder por los santos.
D. Porque el Espíritu conoce la voluntad perfecta de Dios.
conclusión
EldeseodeDiosesqueseamosmásquevencedores,peroquelogremos
eso. Él nos ha dotado de ciertas actitudes que tenemos que poner en
acción para que logremos lo cometido. Las anteriores actitudes están
diseminadas en todo el pasaje descrito arriba, para que las conozcamos
y practiquemos. De no hacerlo, sólo nos queda la desesperanza, pero
haciéndolas, se nos asegura la victoria para la cual fuimos creados.
2 CORINTIOS 2:14-17
Triunfantes en Cristo
14
Gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de
nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento. 15
Porque fragante
aroma[a]
de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden;
16
para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para
estas cosas ¿quién está capacitado[b]
? 17
Pues no somos como muchos, que comercian
con[c] la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios y delante de
Dios hablamos en Cristo.
introducción
A. Éxito es sobresalir en todas las etapas de la vida y alcanzar todas las
metas propuestas.
B. Existen diferentes clases de éxito: El material, el físico y el espiritual.
presentación
I. ¿QUÉ ES ÉXITO?
A. Tener recursos monetarios.
B. Lograr buenas relaciones familiares.
C. Influenciar y afectar a la sociedad.
D. Tener buena salud.
E. Lograr un buen balance material-espiritual.
II. ¿QUIÉNES LO PUEDEN LOGRAR?
A. Un inmigrante. Abraham (Gén. 13:1-2)
B. Un hacendado. Isaac (Gén. 26:12-16)
C. Un obrero. Jacob (Gén. 30:43)
D. Un ex presidiario. José (Gén. 41:37-44)
E. Todo el que quiera. (Juan 1:12 | Rom. 8:17 | Gál. 3:29)
III. ¿CÓMO SE PUEDE LOGRAR?
A. Tener visión de lo que se quiere. (Joel 2:28)
B. Entrar en sociedad con Dios. (Deut. 14:26)
C. Mantener un lenguaje de éxito. (Prov. 18:21)
E. Relacionarse con gente de éxito. (Prov. 13:20-21)
IV. ¿PARA QUÉ SIRVE EL ÉXITO?
A. Para alcanzar metas.
B. Para ser buen ejemplo a otros.
C. Para tener una vida satisfactoria.
Clase 9:
la vida de éxito.
D. Para dejar huellas tras nosotros.
E. Para aumentar nuestra capacidad intelectual.
F. Para empujar el Reino de Dios.
V. ¿QUÉ SE PUEDE HACER CON EL ÉXITO?
A. Influenciar a la sociedad.
B. Crear una sociedad conforme al deseo de Dios.
C. Crear nuevas fuentes de trabajo.
D. Retar a otros a lograrlo.
VI. ¿EN QUÉ ÁREAS SE DEBE LOGRAR EL ÉXITO?
A. En lo social.
B. En lo físico.
C. En lo familiar.
D. En lo económico.
E. En las relaciones de amistad.
F. En las relaciones obrero – patrón.
G. En las relaciones conyugales – sexuales.
H. En las relaciones padres – hijos.
I. En las relaciones fraternales.
J. En lo espiritual.
conclusión
El éxito es esquivo a quienes son perezosos. No es sólo patrimonio
de los inteligentes, sino también lo es de los diligentes, al seguir las
anteriores pautas se puede lograr, no importando nuestro status de
vida, económica, social, cultural e intelectual. El éxito nos espera en
cualquier etapa de la vida y lo logran quienes se dedican a ello y tienen
un alto deseo de alcanzarlo.
Clase 10:
la motivación del
discípulo.
cuando se espera de una fuente errónea.Al dar, oraro ayunar, lo hacemos
para la Gloria de Dios o para la nuestra; y la una cancela a la otra.
Si tomamos la posición de que desear la recompensa es inmoral o
no suficientemente espiritual, pareceríamos ser más espirituales que
nuestro mismo Señor. En la carta a los hebreos se dice de Él: El cual por
el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio,
y se sentó a la diestra del trono de Dios”. (12:2). Esto indica claramente
que tenía en mente la compensación por los sufrimientos terrenales.
También la idea de recompensa y castigo forma parte de nuestra
misma naturaleza: “Quienes consideren innoble a la recompensa, - dijo
el obispo Gore – ignoran los indestructibles y necesarios instintos de la
naturaleza humana. No podemos separar amor a Dios del deseo de hallar
nuestra felicidad en Dios. Esta parte de la personalidad es inseparable.
Debemos anhelar satisfacción, reconocimiento y aprobación en última
instancia, pero tenemos que buscarlo en forma correcta: de parte de
Dios”.
La naturaleza de las recompensas que Dios imparte a sus hijos no
es material sino espiritual. Para quienes anhelan recibir alabanzas de
los hombres, las recompensas que Dios ofrece le resultaran muy poco
atractivas. Sólo el hombre espiritual las puede apreciar. Una vida santa
tiene su propia recompensa en el presente, al tomar conciencia de la
aprobación divina.
La conducta siempre es recompensada de acuerdo con el motivo
que la inspira. El verdadero criterio del valor eterno de un acto está en
la calidad del motivo que lo impulsa. De ninguna manera está ligada
la recompensa al acto en sí. No se puede obtener por ningún logro
humano. Es la expresión de la pura y abundante generosidad de Dios
hacia aquellos que buscan su gloria por encima de las alabanzas de los
hombres.
Cada una de estas tres manifestaciones visibles de la devoción del
hombre – ofrenda, orar y ayunar – son sumamente susceptibles a
ser realizadas con motivaciones indignas. Uno puede dar dádivas sin
pensar siquiera en el que la recibe, sino sólo para obtener la buena
reputación de ser generoso. Al orar uno puede al mismo tiempo estar
más preocupado por la impresión que la oración hace sobre la audiencia,
que en su aceptación por Dios a quien se ofrece tan manifiestamente.
TEXTO: MATEO 6:1
Cuando ustedes hagan una buena acción, no lo anuncien por todos lados; de lo
contrario, Dios su Padre no les dará ningún premio.
introducción
Jesús advierte a sus discípulos sobre un doble riesgo. Primero, el de
realizar actos de devoción para “servistos”, por los hombres: Ostentación
yautopromoción. Segundo, no manteneren privado la clase de devoción
profesada en público: Hipocresía. No debían “hacer como los hipócritas”.
La lección fundamental del párrafo es que la vida del discípulo debe ser
vivida primordialmente en la presencia de Dios. “Tu Padre que ve en
lo secreto”, y sólo en forma secundaria ante los hombres. Aunque no es
insensible a la presencia de sus semejantes, el verdadero discípulo se
preocupa más por la aprobación de Dios que por el efímero aplauso de
sus contemporáneos.
presentación
I. LA RECOMPENSA COMO MOTIVACIÓN
A. Esto pone en tela de juicio la validez de recompensas en la vida
cristiana y la importancia crucial de la motivación de nuestras acciones.
1. Un crítico hindú aportó esta objeción al evangelio: “La moralidad
de recompensa ha perdido la vigencia; de manera que el cristianismo y
las misiones cristianas fundadas sobre la moralidad de recompensa dejó
de captar las mentes de esta época que demandan una base más noble
para la moralidad.
2. Evidentemente opinaba que la moralidad basada en una
expectativa de recompensas carecía de buena motivación.
Es verdad, por cierto, que el hombre que sólo es bueno porque le
acarrea alguna ventaja, deja de ser bueno.
Pero, por otra parte, si la idea de recompensa no es válida, si el fin del
malo es igual que el del bueno, ¿No indicaría que la bondad es sólo un
asunto de indiferencia?
Debemos tener en mente dos hechos. Primero, que Jesús lejos de
derogar la idea de recompensa, parece haberla dado por sentado. No
condenó la perspectiva de recompensa con motivo indigno, sino sólo
Uno puede auto disciplinarte por medio del ayuno, no para el beneficio
espiritual que se deriva de dicha disciplina sino para obtener prestigio y
reputación de santidad.
En cada caso el acto estimable está viciado por el motivo deshonroso.
No es que quienes así actúen no reciben recompensa pues Jesús dijo:
“De cierto os digo que ya tienen su recompensa”. Reciben únicamente
aquello que desearon y trabajaron para obtener: La pasajera y hueca
alabanza de los hombres. Nada más recibirán de Dios. Ya han recibido
plenamente su recompensa.
Clase 11:
rama fructífera.
V. FRUCTÍFEROS EN LAS CIRCUNSTANCIAS. Vs. 26b-d.
A. Bendiciones mayores de los progenitores.
B. Bendiciones mayores de la creación.
C. Bendiciones mayores de los que aborrecen.
conclusión
No importa que las circunstancias estén en contra, siempre debemos
ser ramas fructíferas como lo fue José a pesar de ser vendido como
esclavo, de ser probado como lo fue en la casa de Potifar, de ser puesto
preso y a pesar del resentimiento que tuvo contra su casa. No nos debe
importar el menosprecio de los nuestros y de la gente, con Dios somos
rama fructífera.
GÉNESIS 49: 22-26.
Entonces Labán hizo una gran fiesta, e invitó a toda la gente del lugar. 23
Al llegar
la noche, Labán tomó a Lía, se la llevó a Jacob, y Jacob tuvo relaciones sexuales con
ella. 24
Como regalo de bodas, Labán le dio a su hija Lía una esclava llamada Zilpá. 25
A
la mañana siguiente, cuando Jacob descubrió que se había acostado con Lía, le reclamó
a Labán:
—¿Por qué me engañaste? ¡Yo me comprometí a trabajar para casarme con Raquel!
26
Labán respondió:
—No es nuestra costumbre que la hija menor se case antes que la mayor.
introducción
A. ¿Qué es ser fructífero?
B. Un llamado a los cristianos.
C. Es un llamado a la multiplicación.
I. FRUCTÍFEROS EN TODO TIEMPO. Vs. 22.
A. En su determinación de serlo.
B. Plantados junto a una fuente; El Espíritu Santo.
C. Sobre un fundamento; un muro.
II. FRUCTÍFEROS AÚN EN LA PRUEBA. Vs. 23.
A. A pesar de la amargura que brinda la vida.
B. A pesar de ser herido.
C. A pesar de la gente que te aborrece.
III. FRUCTÍFEROS EN LA DEPENDENCIA. Vs. 24-25a.
A. En tus propias fuerzas.
B. En las fuerzas de Dios.
C. En la fuerzas de tus amigos.
D. En la fuerzas de tu familia.
IV. FRUCTÍFEROS EN LAS BENDICIONES. Vs. 25b-26a.
A. Del Dios omnipotente.
B. De los cielos de arriba.
C. Del abismo de abajo. Lo que el diablo tiene que devolver.
D. De la madre que te amamantó y quien te llevó en el vientre.
E. De tu padre que te engendró.
GÉNESIS 49: 8-12.
A ti Judá, te alabarán tus hermanos;
Tu mano estará en el cuello de tus enemigos;
Se inclinarán a ti los hijos de tu padre.
9
Cachorro de león es Judá;
De la presa, hijo mío, has subido.
Se agazapa, se echa como león,
O como leona, ¿quién lo despertará?
10
El cetro no se apartará de Judá,
Ni la vara de gobernante de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh[a]
,
Y a él sea dada la obediencia de los pueblos.
11
El ata[b]
a la vid su pollino,
Y a la mejor cepa el hijo de su asna;
Él lava en vino sus vestiduras,
Y en la sangre de las uvas su manto.
12
Sus ojos están apagados por[c]
el vino,
Y sus dientes blancos por[d]
la leche.
introducción
A. En Judá, Dios nos convoca a reinar.
B. En Judá, Dios nos manda a ser motivo de alabanza.
C. En Judá, somos llamados a capturar botín.
I. UN LLAMADO A SER EJEMPLOS. Vs. 8a.
A. A nuestra parentela.
B. A nuestra descendencia.
C. A la gente que nos rodea.
II. UN LLAMADO A LA CONQUISTA. Vs. 8b.
A. De individuos para el Reino.
B. De naciones enteras para Dios.
C. De riquezas para el Reino.
III. UN LLAMADO AL LIDERAZGO. Vs. 8c-9a.
A. Para guiar a nuestras familias a la bendición.
B. Para guiar su pueblo hacía Él.
C. Para conducir la guerra.
Clase 12:
convocación y
reino.
IV. UN LLAMADO AL DESCANSO. Vs. 9b.
A. Apenas a conducir las huestes victoriosas.
B. En lugar seguro, como un león viejo.
V. UN LLAMADO A UN REINO ETERNO. Vs. 10.
A. A conducir con justicia su Reino.
B. A legislar leyes justas.
C. Como representante de Dios: Hasta que venga Siloh.
D. Para congregar pueblos a su propósito.
VI. UN LLAMADO PARA COSECHAR. Vs. 11a.
A. La vid es tipo de plantes que dan cosecha.
B. Pollino representa el trabajo de una generación nueva.
C. Asna representa trabajo y reproducción.
VII. UN LLAMADO A TENER ELEMENTOS PARA REINAR. Vs. 11b.
A. Vino, tipo de la sangre de redención.
B. Vestido, tipo de la gracia.
C. Ojos, tipo de una nueva visión.
D. Dientes blancos, tipo de la pureza de la confesión.
E. Leche, tipo de la Palabra revelada.
conclusión
Estamos en tiempos de convocación a entrar a poseer las naciones
y sus riquezas. Debemos aprestarnos para recibir una gran cantidad
de personas, bienes y territorios que nos serán entregados, pero para
recibir estas cosas, debemos estar apercibidos de que este es el tiempo y
hacer las obras que Él nos demanda. Aprovechemos esta oportunidad y
no la dejemos pasar de largo.
Clase 13:
equivocación
costosa.
2 SAMUEL 6: 12-23
Y se dio aviso al rey David: “El Señor ha bendecido la casa de Obed Edom y todo
lo que le pertenece a causa del arca de Dios.” Entonces David fue, y con alegría hizo
subir el arca de Dios de la casa de Obed Edom a la ciudad de David. 13
Y cuando los
portadores del arca delSeñor habían andado seis pasos, David sacrificó un buey y
un carnero cebado. 14
David danzaba con toda su fuerza delante del Señor, y estaba
vestido[a] con un efod de lino. 15
David y toda la casa de Israel hacían subir el arca del
Señor con aclamación y sonido de trompeta.
16
Sucedió que cuando el arca del Señor entraba a la ciudad de David, Mical, hija de
Saúl, miró desde la ventana y vio al rey David saltando y danzando delante del Señor,
y lo despreció en su corazón. 17
Metieron el arca del Señor y la colocaron en su lugar
dentro de la tienda que David había levantado para ella, y David ofreció holocaustos y
ofrendas de paz delante del Señor. 18
Cuando David terminó de ofrecer el holocausto y
las ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre del Señor de los ejércitos. 19
Después
repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres,
una torta de pan, una de dátiles y una de pasas a cada uno. Entonces todo el pueblo se
fue, cada uno a su casa.
20
Pero alregresar Davidpara bendecir su casa, Mical, hija de Saúl, salió al encuentro
de David, y le dijo: “¡Cómo se ha distinguido hoy el rey de Israel! Se descubrió hoy ante
los ojos de las criadas de sus siervos, como se descubriría sin decoro un insensato.” 21
Y
David dijo a Mical: “Eso fue delante del Señor que me escogió en preferencia a tu padre
y a toda su casa para constituirme por príncipe sobre el pueblo del Señor, sobre Israel.
Por tanto, locelebraré delante del Señor. 22
Y aún seré menos estimado que esto, y seré
humillado ante mis propios ojos, pero con las criadas de quienes has hablado, ante ellas
seré honrado.” 23
Y Mical, hija de Saúl, no tuvo hijos hasta el día de su muerte.
introducción
A. Equivocarnos puede resultar costoso.
B. Equivocarnos puede resultar doloroso.
C. Equivocarnos puede resultar en desgracia familiar.
D. Equivocarnos puede resultar en desgracia para nuestra nación.
E. Equivocarnos puede dañar nuestras actitudes.
I. LA EQUIVOCACIÓN DE LA OCIOSIDAD. Vs. 16.
A. No estar en la fiesta.
B. Mirar desde afuera la fiesta.
C. No sentir el gozo de la fiesta.
D. No participar en la fiesta.
E. Sentir amargura en el corazón por no estar en la fiesta.
F. Desperdiciar una oportunidad de fiesta.
II. LA EQUIVOCACIÓN DEL MENOSPRECIO. Vs. 16.
A. La actitud no comprendida de quien alaba.
B. Tener en poco la fiesta de Dios.
C. No participar en los actos no comprendida de quien alaba.
D. Tener una actitud de desprecio a la fiesta.
E. No querer comprometerse por desprecio de la fiesta.
III. LA EQUIVOCACIÓN DE LA CRÍTICA. Vs. 20.
A. Hacerla contra un hombre de Dios.
B. Hacerla contra el acto de adorar a Dios.
C. Hacerla involucrando al pueblo.
D. Hacerla para no seguir al líder.
E. Hacerla en el momento menos conveniente.
IV. LA EQUIVOCACIÓN DE EXHALTAR AL “YO”. Vs. 20.
A. Es idolatría.
B. Es quitar los ojos de Dios.
C. Es levantarnos contra Dios.
D. Es no tener enfocada la visión.
V. EL PRECIO DE LA EQUIVOCACIÓN. Vs. 23.
A. Esterilidad.
B. No reproducirse.
C. No generar descendencia.
D. Terminar con el ciclo de vida familiar.
E. Dejar de ser transmisor de una nueva vida.
conclusión
Las equivocaciones son frecuentes en muchos cristianos; algunas son
pasajeras mientras que otras son costosas. El ejemplo de Mical la mujer
de David está consignada en la Biblia para advertirnos del riesgo que
tomamos en algunas equivocaciones. Una equivocación puede tener un
alto costo que no sólo nos cobra precio a nosotros sino que también lo
puede hacer con nuestra iglesia, familia o nación, dependiendo en lo
que nos hayamos equivocado. Nunca el menosprecio por un acto de no
comprendido de adoración a Dios, debe ser practicado por creyentes
que deseen bendiciones de lo alto. Dios honra a los que le honran, pero
aborrece y no puede proteger a aquellos que se equivocan y critican
algún en cuanto a Dios se refiere.
I. con Dios, como padre.
Los judíos se relacionaban con Dios de una manera tan respetuosa,
que llegaban a la frontera del temor. Para ello el Señor era tan Santo
que no tenía que ver con los pecadores de este mundo. Por eso la
religión judía estaba sellada por los ritos de purificación, a los que
constantemente se tenía que recurrir para merecer estar limpios en la
presencia de Dios. Todos los días y todo el día se lavaban y purificaban,
por miedo a ser encontrados impuros frente a la tremenda Santidad de
Dios. Era imposible tener alguna relación de familiaridad o confianza
con el Dios de los Ejércitos. Incluso, el Nombre divino era tan sagrado,
que ni siquiera se atrevían a pronunciarlo, sino que siempre se servían
de sinónimos para referirse a Él.
En estas circunstancias, apareció Jesús, atreviéndose a llamar a Dios
con la expresión con la que un niño se dirige a su Padre: Abbá: Papá.
Esto sonó a provocación y falta de respeto. O era la absoluta confianza
en Dios, o la herejía más grande que hubiera surgido en la religión de
Israel. Afirmaba que Dios era buena con todos, haciendo salir el sol sobre
justos y pecadores. Si en Él había preferencias, no era por los justos,
sino por los pecadores, a los cuales había enviado a su Hijo Único. Este
aspecto constituía una completa novedad en la religiosidad de aquellos
tiempos.
Sin duda alguna que la característica más importante en un discípulo
de Jesús, es que llama a Dios “Papá”,yse dirige a Él con la entrega ilimitada
de un niño pequeño que confía plenamente en el amor incondicional
de su padre. No puede existir un verdadero discípulo de Jesús, sino
comparte con Él su filiación.
Podríamos llegar a afirmar que la experiencia de ser una Hijo amado
de Dios, es el rasgo primordial que configura al discípulo de Jesús. No
puede haber discípulo que noviva la relación filiar con Dios, su Padre.Y,
naturalmente, no se trata de saber que nos ama, sino de experimentarlo
en todo momento y circunstancia de la vida.
De allí que el discípulo vive en un abandono a la providencia de su
Padre. Sabe que si Él da alimento a los pájaros del cielo y vestido a los
lirios del campo, él vale mucho más que ellos. Por tanto, no tiene sentido
ninguna preocupación de un hijo de Padre más maravilloso y poderoso.
El discípulo confía en el amor incondicional de su Padre, que se
Clase 14:
cinco relaciones
del discípulo 1.
manifiesta de manera especial en el perdón, siempre que se vuelva a
Él con corazón arrepentido. Baste para ello recordar la parábola del
hijo pródigo, en la que el padre festeja con gozo el regreso a casa de su
hijo perdido. En ese ejemplo tenemos la esencia del Dios revelado por
Jesucristo.
Sin duda que el rasgo más importante de un discípulo es el poder
llamar a Dios: Papá. Aunque se cumpliera todos los mandamientos, o
se trabajara horas extras en la viña del Señor, aunque se sirviera a los
más necesitados o se ostentara un título eclesiástico sino se vive como
hijo amado de Dios, de ninguna manera se puede considerar discípulo
de Jesús.
Ahora bien, la razón de fondo es que si un discípulo tiene que ser
como su Maestro, y si Jesús tiene derecho a llamar a Dios “Abbá”, los
suyos pueden también hacerlo.
Clase 15:
cinco relaciones
del discípulo 2.
puesto, se acercó a Jesús, interrumpió la enseñanza y reclamó: “Maestro,
mira que mi hermanano me ayuda a atenderte. Dile que se levante para terminar
más pronto…”
El Maestro, con voz pausada y segura, dijo: “Martha, Martha, tú siempre
preocupada por las cosas menos importantes. ¿No te das cuenta de que lo esencial
es recibir lo que te quiero dar? Yo no viene a ser servido, sino a servirte; pero
tú estás tan ocupada en los quehaceres de la casa, que no tienes tiempo para
sentarte a mis pies para escucharme. No es María la que debe hacer lo que tú estás
haciendo, sino tú quien debes imitarla.”
Sentarse frente a su Maestro es la actividad más importante del
discípulo. El Discípulo pasa largos momentos simplemente disfrutando
la presencia del Maestro. En tal sentido es un contemplativo que, con
los ojos bien abiertos, observa todos los rasgos de la personalidad de su
maestro para luego reproducirlos. Aunque para muchos esto parece una
pérdida de tiempo, se trata de una inversión a largo plazo que ofrecerá,
tarde o temprano, los mejores intereses.
El discípulo está siempre frente a su Maestro, lo mira y es mirado por
él, lo conoce y es conocido. Sentarse a los pies del Maestro es una forma
de “permanecer de él”, unido como el sarmiento a la vid, bebiendo de su
savia, participando de su vida y profundamente enraizado en él.
Jesús, a diferencia de los famosos maestros peripatéticos de Grecia,
no enseñaba a sus discípulos mientras caminaba, sino que Él se sentaba
(Mt. 5:1), para estar en paz y transmitir sosiego a sus oyentes. Por eso,
cuando Pablo presentó su curriculum vitae, se refirió precisamente a
haber sentado a los pies del gran maestro Gamaliel (Hech 22:3).
C. Escucha al Maestro: Si se sienta a los pies del Maestro, no es para
estar pasivo, sino para realizar una de las actividades más difíciles de este
mundo: Escuchar. Sin este requisito es imposible llegar a ser discípulo
de ningún maestro.
En el evangelio notamos cómo los discípulos se acercan a Jesús, a veces
en privado, para preguntarle sobre cuestiones como el matrimonio y la
salvación o que les explique alguna parábola. Sabe que su maestro es
quien sabe. Se reconocen ignorantes y aceptan como la verdad, todo lo
que sale de la boca de su Maestro.
II. con Jesús como maestro
Si con una sola frase quisiéramos definir la relación de un discípulo
para con Jesús, diríamos que lo considera su único maestro personal.
Esta relación tiene seis características:
A. Es llamado por el Maestro: Hace dos mil años, todo discípulo
tenía derecho a elegir al maestro que más le conviniera. Sin embargo,
con Jesús las cosas fueron al revés: Él fue quien personalmente escogió
a cada uno de sus seguidores.
“Ustedes no me eligieron a mí, sino que fui yo quien los escogí a ustedes.”
Jn. 15:16.
Por tanto, ser discípulo no depende del gusto personal, sino de un
llamado de Jesús que diga: “VEN”. La primera palabra que resuena en el
corazón del discípulo, es la voz irresistible del maestro que lo elige para
ser uno de los suyos. Este llamado es tan fuerte, que es capaz de dejar
el dinero sobre la mesa de impuestos, olvidar la barca llena de peces
y renunciar a familia y negocios. En fin, su persona es tan atractiva y
su estilo de vida tan singular, que resulta imposible dejar de seguirlo.
Sus palabras de vida suprimen toda duda. Quien no haya tenido esta
experiencia, es porque todavía no ha escuchado la voz del Señor ni se
ha sentido mirado, mirado a los ojos por el buscador de discípulos que
le ordena: VEN Y SÍGUEME – Mc. 2:14.
Es el llamado del Maestro, y no la decisión del candidato, lo que
capacita para cumplir su nueva vocación. Su palabra, viva y eficaz, da la
fuerza necesaria para responder a su elección. Esto es muy importante,
pues quien se hace discípulo por su propia iniciativa, no cuenta con
la fuerza del llamado que lo capacite para vencer las dificultades y
perseverar hasta el fin. No puede haber discípulos de Jesús, si antes Él
no lo llama. La palabra subraya muy claro que “llamó a los que Él quiso”
– Mc 3:13. Si su palabra no nos atrae irresistiblemente, si no nos fascina
su persona ni nos seduce su mensaje, todavía no hemos sido llamados.
B. Se sienta a los pies de su Maestro: En una ocasión Jesús estaba en
casa de sus mejores amigos en Betania. El Maestro se sentó y comenzó
a revelar los secretos del Reino. Mientras María escuchaba con atención
todas las palabras de vida que salían de la boca del Maestro, su hermana
Martha se desvivía en satisfacer las pocas necesidades del invitado.
En un momento de desesperación, escoba en mano y con el delantal
otro. Todo lo que su Maestro le dice es veraz, por la simple razón de que
su Maestro así lo ha dicho y todo lo que Él diga es la norma de verdad.
En una palabra, confía, aunque algunas veces le parezca absurdo.
En medio de la borrasca de persecución que había brotado en
Jerusalén, y cuyos vientos ya soplaban en Damasco, Ananías, discípulos
del Señor, oraba para que Dios tuviera el aguerrido Saulo de Tarso, que
se acercaba para encarcelar a los seguidores de Él camino cuando estaba
en oración, se le apareció Jesús y le ordenó que fuera a la casa de un
tal Judas, donde se encontraba el perseguidor. Se le pedía que fuera a
entregarse en las manos del enemigo. Ananías, como buen discípulo,
confió en su Maestro, se levantó y fue.
Si las matemáticas aseguran que cinco panesydos peces no alcanzaban
para alimentar a una inmensa multitud, pero el Maestro ordena que se
sienten para comer, se confía absolutamente en Él. Su actitud no es
la comprender todo, sino la de obedecer la palabra pronunciada por su
Maestro.
Cuando Jesús envió a sus discípulos a colaborar con Él en la obra
evangelizadora y los asoció a su empresa, dio esta orden: “No tomen
nada por el camino, ni oro ni plata…”. Lo menos que cualquiera
hubiese exigido, era el pago de los viáticos, pero los discípulos de Jesús
obedecieron sin reparos la orden recibida y se fueron sin nada, porque
confiaban sin reservas en su Maestro.
E. Sigue al Maestro: Seguir al Maestro no se reduce físicamente en
pos de Él, sino ante todo imitar su estilo de vida. Por eso, uno de los
primeros nombres que se dieron a nuestros hermanos en la fe, fue: “los
seguidores de El camino” – Hech 9:2. Ser discípulo de Jesús implica seguir
su camino, delineado por su estilo de vida. Reproduce las actitudes, los
criterios y el estilo de vida de Jesús. Vive como Él, y quien lo ve a él, mira
de alguna forma a su Maestro.
Ser discípulo no se logra por un título, credencial o función eclesial.
Tampoco el acto de bautismo garantiza que pertenecemos a Jesús,
ni siquiera el cumplimiento formalista de unas normas religiosas o
morales. Cuando el gobierno hace los censos de población, nunca falta
la siguiente pregunta: ¿Qué religión tiene usted?. Pero si en el censo
no se preguntara la religión, sino si son discípulos de Jesús, ninguno
de ellos podría haber contestado afirmativamente, pues la cartilla de
Después de que Salomón construyó el templo de Jerusalén, Dios
prometió darle lo que quisiera, El Rey pidió lo más necesario: Dame un
corazón que escuche.
Esta es la gracia más grande que debe tener un dirigente de la Iglesia
de Jesucristo. Si no es capaz de escuchar al Pastor de los Pastores, ¿Cómo
podrá pastorear a los demás? Si no sabe escuchar la voz de Dios, ¿Cómo
podrá mostrara otros la voluntad divina?. Los discípulos de Jesús son
bienaventurados poroírlo que reyes, profetasyjustos desearon escuchar.
En fin, quien no sabe escuchar, no puede ser discípulo de Jesús.
Logos y Rema: Dios se expresa de muchas formas a través de su
palabra. Hay estudios bíblicos que descubren dos términos diferentes
para identificar a cada una de ellas:
- Usa “Logos”, cuando se refiere a la palabra en general: el mensaje
ya revelado por Dios, y que por tanto es infalible e inmutable.
- Usa “Rema”, cuando se refiere a un mensaje específico para una
circunstancia determinada.
Si el “logos” es lo que Dios ya dijo, el “rema” es lo que Él está diciendo
en este momento específico. La palabra ya revelada es base insustituible,
pero nuestro Dios sigue hablando y comunicándose con nosotros para
dirigirnos en cada decisión y momento de nuestra vida. El “rema”, es
palabra eficaz para una circunstancia, respuesta para u a pregunta y luz
para un paso.
D. Le cree al Maestro: Un discípulo confía tanto en su Maestro, que le
cree incondicionalmente. No cree en algo, sino en alguien que es digno
de toda su confianza. Con razón Pablo expresaba con toda seguridad:
“Sé en quién he confiado” 2 Tim. 1:12.
- Si Moisés prescribe una cosa en la antigua legislación, pero el maestro
dice o hace otra diferente, se le cree más a éste.
- Si Jesús se opone a las costumbres de los escribas y fariseos, hay que
abolirlas, aunque sean tradiciones sociales, familiares y aun religiosas.
- Si el mundo promete la felicidad a través del poseer, el poder y
las apariencias terrenas, pero Jesús la asegura por medio de las
bienaventuranzas, se sigue sin titubeos el camino del Maestro.
La base de la relación de un discípulo para con su Maestro es la
confianza. Cree más en su Maestro que en las enseñanzas de cualquier
identidad de un discípulo no es sino vivir de acuerdo al plan de vida del
mismo Jesús, con sus actitudes y valores.
Por desgracia, es factible andar en el mismo desfile de Jesús, sin ser
discípulo suyo. Se podría ser responsable de las finanzas de la iglesia y
no necesariamente seguir al Maestro. Una función o gran título en la
iglesia, no es garantía de pertenecer al grupo de discípulos. Es posible
asistir a la iglesia, y no estar en la lista de sus discípulos. Hasta se podría
ser “Apóstol” de corazón disponible para todo trabajo y compromiso, y
no por ello se pertenece al Maestro. Sería factible ser amigo de Pastor y
comentarle todas las cosas que los demás hacen mal, y no ser discípulos
de Jesús. Se podrían descubrir todos los errores y faltas contra la
ortodoxia, sin tener garantía de ser unos de los que siguen el camino.
Hasta se podían realizar milagros y profetizar en su Nombre, pero al
final pero escuchar de sus labios una sentencia eterna: “Apártense de mí,
que no lo conozco” Mt 7:23.
En la computadora del cielo no existe la base de datos de los cristianos,
ni un archivo con fotocopias de las actas de bautizo. Solamente hay un
volumen que se llama “el libro de la vida”, donde están grabado en oro
los nombres de los discípulos de Jesús. Por tanto, seguir a Jesús, no es
necesariamente sinónimo de pertenecer a una institución o de alinearse
de acuerdo a ciertas costumbres o tradiciones; mucho menos observar
protocolos medievales, sino imbuirse en el espíritu del Evangelio y
seguir las huellas del Maestro, aunque cueste el prestigio o la vida. No
basta decir que somos cristianos o que cumplimos ciertas prácticas de
piedad. Lo que importa es vivir de acuerdo al modelo propuesto por la
persona misma de Jesús.
Había un joven que era bueno, demasiado bueno, si lo comparamos
con otros jóvenes de su generación. No adulteraba ni robaba. Honraba
a sus padres y cumplía con todos los mandamientos de la ley de Moisés.
Sin embargo, nunca llegó a ser discípulo de Jesús, porque no fue capaz de
cumplir con el requisito que el Maestro exigía para seguirlo: Renunciar
a sus riquezas.
F. Obedece al Maestro: El verdadero discípulo de Jesús siempre sabe
obedecer, no sólo las órdenes, sino hasta las más pequeñas insinuaciones
y los más mínimos deseos del Maestro. Sin embargo, no lo hace por
obediencia ciega o disciplina militar, sino por una confianza ilimitada.
Un buen ejemplo lo encontramos en Simón Pedro:
- Después de haber pasado toda una noche en su barca intentando
pescar algo, y estando a punto de renunciar a su empresa, oyó a voz del
artesano de Nazareth que le ordenó echar las redes del lado derecho. El
experimentado pescador no entendió, pero obedeció, (Jn 21:4-6).
- En otra ocasión le mando saltar de la barca y caminar sobre las
aguas de un mar embravecido, que abría sus fauces para devorarlo.
Pedro no dudó y obedeció (Mt. 14:22-29).
En otro momento se le exigió lo más absurdo: Lanzar el anzuelo al
mar para sacar un pez que contenía una moneda en el vientre. Pedro no
se puso a discutir si los peces comen monedas, ni argumentó que nadie
guarda dinero en un escurridizo pez del mar. El hizo lo que se le mandó
(Mt. 17:27).
- Cuando el Maestro se proponía entrar a Jerusalén, lo envió por un
burro al pueblo de Betfagé. Él no se excusó diciendo que no conocía
al dueño, que lo acusarían de ladrón y que lo meterían en la cárcel.
Simplemente obedeció la orden recibida e hizo todo lo que se le había
ordenado (Mr. 11:1-4).
Cuando el Maestro ordena algo, se lo que sea, se le obedece, por
la simple razón de que así lo dice. Su palabra es la verdad, aunque todo
parezca contradictorio: se debe dejar lavar los pies, porque el Maestro lo
dice; hay que subir a Jerusalén, aunque sea peligroso; se debe perdonar
setenta veces siete, aunque parezca exagerado. Un discípulo es tal, si
hace lo que su Maestro le ordena: Si se mantienen fieles a mi palabra,
serán realmente mis discípulos (Jn. 8:31).
La piedra de toque que define a un discípulo, es si cumple la palabra
de su Maestro. Por lo tanto, no se obtiene por una función eclesiástica,
ni mucho menos es un título que se hereda o se merece por derecho
de antigüedad, sino únicamente si se vive de acuerdo al evangelio. Sus
discípulos son aquellos que cumplen suvoluntad. Sin embargo, debemos
aclarar un punto fundamental: Un discípulo no es sólo el que obedece
a su Maestro, sino el que le obedece en todo. No sólo en aquello que le
gusta, conviene, está de acuerdo o es fácil, sino en todo, ya que Jesús no
está dispuesto a perder su tiempo con discípulos indecisos. Esto es de
capital importancia.
Lo que constituye a una persona como autentico discípulo de Jesús,
es la manera como se relaciona con su Maestro. Por tanto, quién no
tenga y viva con estas características no podrá encontrar por escrito su
nombre en el libro de la vida.
Clase 16:
cinco relaciones
del discípulo 3.
III. con el Espíritu Santo como guía
El discípulo de Jesús está animado porel mismo Espíritu que engendró
a Jesús y lo ungió con poder, capacitándolo para realizar su ministerio.
El Espíritu, por ser la fuente de la vida, nos unifica en Cristo Jesús,
participándonos el mismo ser que el Maestro. Nos impulsa con la misma
fuerza que Jesús, y nos comparte sus mismos sentimientos, criterios y
valores. Él es, precisamente, quien nos autoriza como discípulos y nos
transforma en maestros a imagen y semejanza de Jesús.
Tres imágenes bíblicas nos acercan al misterio del Espíritu:
A. Agua: El Espíritu se identifica con el agua porque es fuente de vida.
Comunica la vida de Dios al creyente transformado en Cristo Jesús, su
Maestro.
B. El Fuego: Así como el fuego purifica e inflama todo lo que toca, así
es la obra del Espíritu: Nos purifica y nos enciende con la llama del amor
viva de la que hablan teólogos.
Es un fuego que ilumine el misterio de Dios y nos revela la verdad
completa:
- Con respecto a Jesús: el Espíritu Santo revela a Jesús en el corazón
del discípulo dándole testimonio de la verdad completa, y le recuerda
todas las palabras del Maestro. Hace presente a Cristo hoy en medio de
nosotros y posibilita que las palabras del Maestro no pierdan su eficacia
ni su poder, sino que por el contrario, alcance su plenitud.
- Con respecto a Dios: Por otro lado, el Espíritu de Cristo resucitado,
nos hace vivir la filiación divina, punto esencial de todo discípulo de
Jesús. No hemos recibido un espíritu de esclavos para recaer en
el temor, sino un Espíritu de filiación que nos hace exclamar: Abbá
Papá (Rom. 8:15).
- Con respecto a los demás: Él es quien forma la comunidad cristiana,
transformado en Cuerpo de Cristo. Los discípulos de Jesús, animados
por el Espíritu Santo, viven la unidad del Cuerpo de Cristo.
C. El Viento: El viento del Espíritu Santo sopla como quiere, con toda
libertad. Se siente, pero no se ve. No sabemos de dónde viene y a dónde
va, pero estamos llamados a ser conducidos por Él. El discípulo de Jesús
lleva una relación personal con el Espíritu Santo. No lo reduce a una
fuerza o un poder taumaturgo. No es sólo el vínculo de una unión entre
el Padre y el Hijo. ¡Es una persona!. Esta es la clave de su vida, el motor
de su actividad y el secreto de su fecundidad.
Clase 17:
cinco relaciones
del discípulo 4.
El amor no es un sentimiento, sino una decisión: Estar al servicio del
hermano, sacrificando hasta la propia comodidad, la reputación y todo
tipo de ventajas personales, con tal de atender al necesitado.
Un escriba, hombre apegado a la materialidad de la ley y profundo
conocedor de las Escrituras, se acercó a Jesús para preguntarle por el
más grande mandamiento. La respuesta de Jesús fue tan en contra de
las matemáticas, pues contestó: el mayor de los mandamientos son
dos: amar a Dios y amar a tu prójimo (Mt. 22:40), extrañado el escriba,
pues había dirigido toda su vida en otra dirección, intentó justificarse:
¿Quién es mi prójimo?. Entonces Jesús contó la historia del hombre
caído en mano de ladrones, que fue atendido por un samaritano que
era considerado como pecador y hereje (Lc. 10:30-37).
Tres conclusiones se desprenden de esta parábola:
- El prójimo es quien está en necesidad y nada nos dispensa de pasar
de largo. Ni la oración ni el apostolado, ni cosa alguna están por encima
de atender al hermano semimuerto, que ha caído en mano de ladrones.
- El pecado del sacerdote y el levita no fue que oraron o dieran culto
a Dios, sino que todo esto no los excusaba de asistir al moribundo.
- El modelo de cumplimiento de la ley suprema del amor, fue un
hombre que era considerado u excomulgado del pueblo de Dios. ¿Será
que Dios no hace exámenes de ortodoncia sino de ortopraxis?
El testamento pastoral del Maestro, en vísperas de entregar su vida
por nosotros fue: Como el “Padre me amó, así también yo los he amado”.
“Permanezcan en mi amor”. “Les doy un nuevo mandamiento: que se amen los
unos a los otros”. “Que como yo los he amado, así se amen ustedes los unos a los
otros”. (Jn. 15:9 y 13:34).
Jesús nunca definió el amor. Simplemente lo demostró: “Nadie tiene
más amor que aquel que da la vidapor sus amigos” (Jn. 15:13). “Eljuicio final sólo
versará sobre una materia: El amor. Todo lo demás es añadidura o consecuencia”
(Mt. 25:31-46).
B. LA CORRECCIÓN FRATERNA: Ahora bien, existe un fruto
concreto del amor que se llama corrección fraterna. Los discípulos
son corresponsables uno de los otros. La vocación profética que les ha
compartido su Maestro los convierte en centinelas, que no acusan a
sus hermanos caídos, sino que los capacita para ir en su pronta ayuda.
Cada uno necesitamos de los demás para caminar. Todos descubrimos
IV. con los demás, como hermanos
Uno sólo es su Maestro; y todos ustedes son hermanos: Mt. 23:8
Todos los discípulos de Jesús consideran a Dios como su Padre. Por
eso, u oración constante es “Padre Nuestro”. Sin embargo, la filiación
conlleva necesariamente la fraternidad que se extiende todo persona,
sin importar la clase social, el credo, el título o la función eclesiástica. Por
tanto, nunca se siente superior ni inferior a los demás. Pero al mismo
tiempo, tampoco sufre ningún complejo de inferioridad, ni se doblega
ante los signos de poder o de valer de este mundo. Sabe que forma un
cuerpo donde cada uno tiene su lugar y donde todos necesitan de todos.
Si el pecado original se manifiesta en Caín, que mata a su hermano
menor, el fruto de la redención es que el discípulo de Jesús se preocupa
precisamente del hermano más pequeño. Como Jesús, tiene un amor
preferencial por los más pobres y necesitados, por aquellos que el
mundo desprecia y que no tienen nada de lo que la sociedad aprecia
como valioso.
A. EL AMOR: El Maestro mismo escogió la señal infalsificable
para identificar a un discípulo suyo: En esto reconocerán que son mis
discípulos: “Si se aman los unos a los otros Jn. 13:35”. Por tanto, el modo
de vida de los discípulos de Jesús no es otra cosa que el amor. Somos
discípulos en la medida que nos tengamos amor los unos por los otros.
Amor tan total como el de Cristo Jesús a nosotros: Un amor que da la
vida por el amado.
Algunos han querido sustituir el distintivo del discípulo con
medallas, devociones, el cumplimiento de ciertas normas, una cruz
en el pecho. Pero si no existe amor, no se es discípulo de Jesús. Si no
se tiene amor, es como campana que no tañe. Aunque se hagan votos
religiosos o se ejercite un ministerio en la iglesia, sin amor, sería como
sal que pierde su sabor.
El amor a Dios nos lleva necesariamente al amor hacia el prójimo.
Son dos aspectos inseparables del mismo y único amor: “quien no ama a
su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve” 1 Jn. 4:20.
La prueba del amor a Dios se mide tangiblemente y de manera
inequívoca en el amor al hermano. Así de fácil y de difícil es ser discípulo
de Jesús.
aspectos ignorados por otros, y lo mismo sucede al revés: ellos se dan
cuenta de ciertos aspectos que nosotros todavía no percibimos.
Sin embargo, para que la corrección fraterna surta efecto, es necesario
observar un principio fundamental: hay que perdonar antes la falta
que estamos señalando; de otra manera se convierte en acusación que
no produce fruto. La corrección fraterna no es la denuncia del mal de
nuestro hermano. Jesús mismo no estaba de acuerdo con esto y lo llamó
“Señalar la paja en el ojo ajeno”. Se trata de anunciarle la buena nueva
en el área necesitada de salvación. Es decir, proclamar la victoria de
Cristo Jesús en la necesidad del hermano, y mostrarle cómo Jesús nos
ha ganado la victoria en ese aspecto de la vida.
C. El perdón: De pocas cosas Jesús habló tanta veces y sobre todo
lo demostró con su ejemplo como el perdón, en su doble dirección:
- Perdonar al que nos ofende.
- Pedir Perdón a quién hemos ofendido.
Cuando se va en la carretera, frecuentemente se encuentra con
el siguiente letrero: “Puente en construcción. Disculpe la molestia
que esto lo ocasiona”. En la escuela del discipulado no hay gente santa
ni perfecta. Todos estamos en construcción y se causan molestias a
quienes están cerca, por lo que perdonar es el pan de cada día, Jesús
nos habilitó con esta herramienta para ser capaces de vivir en medio
de personas limitadas y frágiles. El perdón lleva consigo una fuerza
intrínseca: es capaz de transformar las personas. Cuando condenamos,
condicionamos. Es decir, nuestro juicio determina a la persona para que
no cambie. Cuando perdonamos, liberamos. Es decir, damos a la persona
la confianza para que cambie lo que debe ser transformado. Un día una
mujer sorprendida en adulterio fue llevada a Jesús, el cual, en vez de
tomar la piedra de acusación, le dio el perdón que le habría de capacitar
para “no pecar más”. El perdón debe reunir ciertas características:
- Se ha de otorgar de corazón (Mt 18:35), o sea con misericordia. Ser
perfectos como el Padre Celestial es perfecto (Mt 5:48), no es otra cosa
que ser misericordiosos como Dioses misericordioso (Lc. 6:36).
- Aunque la otra persona no lo pida (Mt 6:12), el no perdonar, hace
más daño al que odia que a la persona odiada. Perdonar no es perder. Al
contrario se gana libertad.
- Ha de ser sin límites: setenta veces siente (Mt 18:22).
Por esta razón, discípulo que guarda resentimientos para con su
hermano y no perdona, es una gran contradicción de términos. Por
otro lado, nosotros también ofendemos a nuestros hermanos, por lo
que hemos de estar siempre disponibles para pedir perdón. Si no lo
hacemos así, se abre una grieta infranqueable en nuestra relación
con Dios. Jesús advirtió claramente que Dios no acepta las ofrendas de
quienes no se hayan reconciliado con su hermano. Por lo tanto, es mejor
dejar la ofrenda sobre el altar y volver primero con el hermano para
restablecer la paz. No sólo se trata de pedir perdona quienes tenemos
conciencia de haber ofendido. Jesús establece el punto de apoyo en otro
lugar: si tu hermano tiene algo contra ti. Es decir, se ha de pedir perdón
a todo aquel que se sienta que lo hemos ofendido, aunque encontremos
mil justificaciones de no haberlo hecho. La gran fuerza que tenemos los
cristianos para transformar este mundo es el poder del perdón, ya que
este reconstruye la persona, supera abismos y posibilita lo imposible.
Perdonar es sinónimos de liberar. Al perdonar somos libres y hacemos
libre al hermano. La condena condiciona, mientras que el perdón
capacita para el mejoramiento. Todos somos puente de construcción
que necesitamos apoyo del perdón, para continuar adelante nuestro
proceso de ser como nuestro Maestro.
V. consigo mismo, como persona
Mucha veces se siente una falsa idea del amor a sí mismo y se
confunde con egoísmo, olvidándose que el amor a nosotros mismos es
la medida para amar a nuestros hermanos “amarás a tu prójimo como
a ti mismo”Lv. 19:18. Por tanto, existe la exigencia de amarse, servirse y
respetarse a sí, como merece un hijo de Dios.
El problema más grande para amar a los otros no son ellos, sino
nosotros mismos, pues generalmente repelemos en ellos lo que no
aceptamos en nosotros mismos. No amamos en los demás lo que
rechazamos en nosotros mismos.
Se trata de tener clara conciencia de nuestro amor como persona con
posibilidad de amar, y con la dignidad suficiente para ser amados. La
personalidad radica en la individualidad (no individualismo) que nos
hace irrepetibles e insustituibles en la historia. Este valor exige tener
conciencia de que las organizaciones (gobierno, sistemas económicos,
comercio, asociaciones y todo tipo de ley) están al servicio de la persona
y no al revés.
El Maestro así lo estableció cuando afirmó categóricamente “el sábado
se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado” Mc. 2:27. La persona
está por encima de las leyes; o mejor dicho, las leyes, tradiciones o
costumbres, sólo se valida en vista al bien de la persona y la comunidad.
El discípulo de Jesús se valora como persona que ha costado el precio
de la sangre del Hijo de Dios.
(1ª Cor. 6:20). Por eso se respeta y se da a respetar, tanto por los demás
como por las instituciones. No se doblega ante los poderosos, ni se
acompleja frente a los ricos de este mundo. No se considera menos que
nadie, pero tampoco más que ninguno, pues todos los seres humanos
gozan de la misma dignidad. Sabe que el color de la piel, la estatura
o las condiciones económicas o sociales son accidentales y que cada
persona es valiosa en sí, pues ha sido hecha a imagen y semejanza de
Dios. Cuánto valora Jesús a la persona, está claramente expuesto en el
pasaje de Lc. 6: 6-11.
Un sábado había un hombre en la sinagoga que tenía la mano derecha
paralizada. Los escribas y fariseos estaban al acecho para ver lo que Jesús
hacía. El maestro, sin dudarlo ni un momento, llamó al hombre y lo
Clase 18:
cinco relaciones
del discípulo 5.
colocó al centro de la sinagoga, queriendo dar a entender que la persona
debe estar en el corazón de toda estructura, en vista de su bien integral.
El verdadero discípulo de Jesús no se menosprecia se ama tanto, que
es capaz de negarse a servir a otros cuando esto exige renunciar a algo
que le es debido.
Una noche habían diez vírgenes que estaban esperando al esposo.
A cinco de ellas se le acabó el aceite y sus lámparas comenzaron a
extinguirse. Entonces, pidieron a las otras que compartieran el suyo,
pero éstas no estuvieron de acuerdo porque esto conllevaba a que sus
lámparas se apagaran.
Cuando se nos pide algo que implica perder la luz, no tenemos por
qué darlo, sino al contrario: el evangelio se vive negándose a entregar el
aceite.
Clase 19:
la dieta del discípulo:
la información.
Jesúsnutrióasusdiscípulosconunadietabasadaencuatroingredientes:
la información, la formación y la revelación, pero que desembocan en
la transformación de este mundo.
A. Información: Todo Maestro comunica ciertas verdades, que sus
discípulos tienen que conocer. Sacar de su archivo una serie de datos
que transmite pedagógicamente. Se trata de elementos teóricos, que
son como la herramienta fundamental que el discípulo debe aprender a
usar. En este sentido Jesús comunicó algunos conocimientos.
Por ejemplo:
- Su existencia antes que Abraham.
- Indisolubilidad del Matrimonio.
- Todos los alimentos son puros.
- El pecado contra el Espíritu Santo no tiene perdón.
Algunos encontrarán, sin duda, más puntos doctrinales, pero nadie se
atreverá a asegurar que este aspecto constituía lo más importante de las
enseñanzas del Maestro. Aunque para ciertas personas o instituciones
religiosas (no necesariamente cristianas) esto sea lo fundamental y el
termómetro con el que se mide a un seguidor de Jesús, y sobre todo a un
servidor de la iglesia, de ninguna manera concuerda con la mentalidad
del Maestro.
La información es simplemente una herramienta que puede ser bien
usada, pero puede ser mal empleada. La ciencia de Dios es útil para
darlo a conocer a los demás, pero por desgracia, también es posible
que sea utilizada para inventar herejías, y hasta para quemar hermanos
en la hoguera dela inquisición. Un serrucho es bueno en las manos de
un carpintero que corta madera, pero es malo en las de quién quiera
decapitar a su hermano.
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Árbol Frutos
Vino Nuevo Odres Nuevos
El Vino nuevo se coloca en odres nuevos
El Árbol se conoce por sus frutos
.- Todo tipo de Ley. .- La Sociedad.
.- Las costumbres. .- La Comunidad.
.- Las tradiciones. .- La Persona.
.- Constitución. .- El bien común.
Sábado Hombre
No basta la información de datos doctrinales. Estos ayudan para
integrar una serie de conocimientos que, bien manejados, sirven
para el desarrollo y la maduración de un discípulo. Sin embargo, más
importantes que los elementos teóricos, son los criterios y valores que
han de regir la vida y las relaciones de las personas.
Si ser informado consiste en archivar ciertos datos, ser formada
radica en tener una jerarquía de valores que determine el estilo de vida
de un discípulo. De ninguna manera se trata de fórmulas o recetas que
nos hagan caer en un legalismo o fariseísmo, sino de criterios que se
aplican a cualquier circunstancia a relación. En este sentido es muy rico
el Evangelio.
Veamos algunos ejemplos:
- Hay más alegría en dar que recibir.
- Dar a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César.
- El vino nuevo se pone en odres nuevos.
- El árbol se reconoce por sus frutos.
- El que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho.
Obviamente no se refiere a la materialidad de las palabras, sino a la
significación de las imágenes. Por tanto, urge descodificar el símbolo,
para aplicarlo a nuestra realidad. Por ejemplo, cuando se afirma: “El
sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado”, debemos
encontrar todo lo que puede estar envuelto en el sábado, así como en el
hombre.
Pablo habla de “conocer”, y no de saber. “Conocer”, en hebrero
“Yadá”, no se limita a la actividad propia del entendimiento, sino a una
experiencia de intimidad de amor con lo conocido. Curiosamente,
este verbo se usa para referirse a las relaciones amorosas de una pareja.
(Conoció Adán a su mujer Eva…..). Por eso, precisamente la vida eterna
consiste en “conocer al Padre y a su enviado, Jesucristo” (Jn. 17:3). Esta
gracia no es exclusiva de ninguna persona, sino de todo aquel que se
interne en esta dimensión de dejarse guiar por el Espíritu Santo que
descubre lo más íntimo de la vida de Dios. Con razón el Espíritu Santo
se le llama el Revelador.
Cuando se ha tomado una fotografía, e filme se lleva a un
laboratorio. Allí pasa por un líquido llamado revelador. Aquella película
negra poco a poco va reflejando colores y figuras hasta que podemos
Clase 20:
la dieta del discípulo:
la formación.
descubrir perfectamente un maravilloso paisaje o una persona. Esto es
precisamente lo que hace el Espíritu Santo: nos descubre las maravillas
de la Nueva Vida en Cristo Jesús, y hace que tomen dimensión y figura
las cosas que teníamos simplemente archivadas en la cabeza.
Jesús reservó ciertas cosas a sus discípulos que no eran transmitidas
a todo mundo. Reyes y Profetas hubieran querido ver y oír lo que estos
privilegiados experimentaron en la intimidad. Sin embargo, otras
muchas cosas no se las dijo. Era necesario el Revelador que descubriera
a los discípulos los secretos de Dios. Es decir, hasta el mismo Jesús dejó
una tarea pendiente que no podía ser contenida en sus palabras y sus
enseñanzas. Por eso, les repitió una y otra vez:
Les conviene que yo me vaya,
Porque si me voy,
No vendrá a ustedes el Consolador.
Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad,
Él les revelará la verdad completa.
(Jn. 16: 7-13)
El Espíritu Santo revela la verdad completa y nos enseña los secretos
divinos (1ª Cor. 2:9-11). De esta manera, cada uno es enseñado de manera
personal, no individualista, para que así se cumpla la profecía que
identifica los tiempos mesiánicos:
Ya no tendrán que adoctrinar más el uno al otro,
Sino que todos serán enseñados por Dios,
Desde el más pequeño hasta el más grande. (Jer 31:34).
Clase 21:
la dieta del discípulo:
la revelación.
No basta tener la ayuda de la información, ni la guía de la formación.
Es necesario ser guiados, no por señales exteriores, sino desde dentro
de nosotros mismos. En la vida cristiana tenemos mandamientos que
nos informan lo que debemos hacer y evitar. Existen al mismo tiempo
criterios que se deben aplicar de acuerdo a los casos particulares. Sin
embargo, también es necesaria la Revelación del Espíritu que nos guíe
en momentos específicos. Jesús se refería precisamente a ello cuando
decía:
Cuando los lleven a los tribunales para entregarlos,
No se preocupen de lo que va a responder.
Digan lo que se les comunique en ese momento.
Porque no serán ustedes los que hablen,
Sino el Espíritu del Padre hablarán ustedes.
(Mt. 10:19-20)
Por eso, Pablo, que tenía experiencia de revelaciones especiales,
escribíaalacomunidad de Éfeso: Que el Dios de nuestro SeñorJesucristo,
el Padre de la gloria, les conceda espíritu de sabiduría y revelación para
conocerle perfectamente, iluminando los ojos del corazón para que
conozcan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, es la riqueza
de la gloria otorgada por Él en herencia y cuál la soberana grandeza de
su poder para con nosotros. (Ef. 1:17-19).
El Apóstol habla de un “Espíritu de Revelación”, y nos delinea su
función en nosotros:
- Conocer a Dios en su plenitud.
- Conocer la esperanza a la que hemos sido llamados.
- Conocer la gloria herencia a la que tenemos derecho.
- Conocer la grandeza de su poder.
Sólo el Espíritu revela la verdad en el corazón del creyente. Hay
misterios que únicamente Él descubre.
Existe un mundo nuevo que nadie, sino el Espíritu de Dios, muestra.
El Maestro interior enseña lo que nadie puede hacer. Así, conviene que
nos preguntemos:
- ¿Qué cosas me ha enseñado el Espíritu Santo?
- ¿Podría precisar alguna experiencia el Espíritu que ha determinado
mi vida?
- ¿Soy testigo de lo que he visto y oído, o un simple reportero de lo
que ha pasado fuera de mí?
Es muy diferente ser testigo que reportero. El testigo tiene experiencia
personal de lo que cuenta. El reportero simplemente transmite un dato
o una información, sin comprometerse.
Cleofás era un discípulo que sabía perfectamente todo lo referente a
la vida y milagros de su Maestro. Incluso, estaba al tanto de las últimas
noticias traídas por las mujeres que regresaron del sepulcro esa mañana.
Podía, como lo hizo, impartir una cátedra de Cristología al mismo Jesús.
Sin embargo, todavía no tenía experiencia en la resurrección de Jesús.
Pero en cuanto se le reveló, su corazón ardió y regresó de inmediato a
Jerusalén. Se había convertido de reportero en testigo.
Por otro lado, debemos tener en cuenta esto mismo al guiar a otros en
la vida del Espíritu: decirles que no le vamos a enseñar todo, porque no
existe un caudal inédito que sólo el Espíritu revela a quienes se abren a
su soplo inspirador. Incluso, tendremos que callar para que el Espíritu
hable, irnos para que Él venga. No basta con que enseñemos la verdad.
Ni siquiera es suficiente el testimonio. Es necesario que los demás vivan
su propia experiencia.
La tarde del día de la resurrección, Jesús se apareció radiante a diez
de los suyos que estaban escondidos en el Cenáculo. Poco después,
ellos transmitieron vivamente su experiencia a Tomás, que acababa
de regresar. Sin embargo, al Apóstol no le bastó que ellos le contaran
la aparición que habían tenido. Para él no era suficiente escuchar una
decena de veces la misma historia. Él tenía derecho a una revelación
como los demás, y lo logró ocho días después.
Las experiencias espirituales deben ser un elemento normal en la
vida de un discípulo de Jesús. No están reservadas para los ministros,
sino para todo aquel que tenga oídos para oír y tiempo para invertir
en la intimidad de Dios. Ciertamente existe el riesgo de caer en el
iluminismo, pero ¿Acaso no es más peligrosa la anemia espiritual por
no alimentarse de estas experiencias del Espíritu? El miedo a la cizaña
nunca debe conducir a arrancar el trigo. Esto no es sinónimo de caer
en el iluminismo, o creer toda supuesta revelación celestial. La Palabra
de Dios es el parámetro de discernimiento para evaluar toda revelación
privada.
El discipulado está al servicio del Reino, que es un Reino de justicia,
gozo y paz en el Espíritu Santo (Rom. 14:17).
Por eso, estos tres afluentes del discipulado desembocan en la
transformación del mundo para instaurar la civilización del amor.
Cada discípulo, o mejor todos juntos, son el fermento en la masa que
debe instaurar la justicia y la paz, el respeto a la persona y el bien común,
la libertad y la responsabilidad, con un desarrollo integral de la persona
y de la sociedad.
El discípulo lleva los criterios de Jesús hasta las dimensiones
comerciales, culturales y políticas. Sabe que las estructuras, aún las más
perfeccionadas y modernas, no salvan.
Lo único que transforma la sociedad, como a las personas, es el amor.
El discípulo cuenta precisamente con este instrumento para instaurar
el cielo nuevo y la tierra nueva en este mundo.
Clase 22:
la dieta del discípulo:
la transformación.
introducción
Jesús tenía una gran empresa y necesitaba preparar su personal con los
criterios yvalores adecuados. Para convertir a cada uno de sus seguidores
en auténtico discípulo, llevó a cabo un programa de formación, que
delineaba perfectamente las diferentes etapas por las que habrían de
pasar sus colaboradores, a fin de continuar y extender su obra en este
mundo.
El proceso que Jesús planeó para formar a sus primeros seguidores,
es el mismo que sigue usando para moldear a todos sus discípulos. Así
como el candelabro que estaba en el templo de Jerusalén tenía siete
lámparas, así también son siete luces que nos iluminan en este itinerario.
Estos elementos los encontramos expuestos en lo que bien podríamos
llamar “el testamento pastoral” del Maestro:
1. Tomó pan en sus manos.
2. Lo bendijo.
3. Lo partió.
4. Lo repartió.
5. Y dijo: “Esto es mi cuerpo”.
6. “Coman todos de él.
7. “Hagan esto en memoria mía”.
1. tomó pan en sus manos.
Así como en la última cena del Señor Jesús tomó el pan en sus manos,
ahora repite exactamente la misma operación con cada uno de nosotros.
El molde donde se producen los discípulos, son las manos que fueron
traspasadas por los clavos de la cruz. Lo primero que el Señor hace para
moldearnos a su imagen y semejanza, es tomarnos en sus manos.
Esto significa que él asume la principal responsabilidad, al mismo
tiempo exige de nosotros absoluta disponibilidad. Como el barro en
manos del alfarero, así son ustedes en mis manos, casa de Israel (Jer.
18:6). El relato de Génesis nos cuenta que Dios tomó barro en sus manos
y comenzó a modelar al hombre nuevo sólo es producto del Artesano
Divino, que va delineando los rasgos que definen a los suyos. Para
comprender lo que significa esta figura, debemos entender bien lo que
es el barro. El barro es un elemento compuesto de tierra y agua. Sin
embargo, ambos componentes deben estar perfectamente combinados,
ya que si existe más agua que la debida, entonces se convierte en lodo sin
Clase 23:
la metodología
de Jesús 1.
consistencia, con el cual es imposible hacer cualquier obra de alfarería.
Sí, por el contrario, le falta agua, la tierra se endurece tanto, que no
es posible moldearla. El ser humano, hecho de barro, está compuesto
por el agua de sus cualidades y la tierra de sus carencias. En el agua se
muestra su fecundidadysus enormes posibilidades. En la tierra aparecen
sus carencias y necesidades. No somos sólo cualidades y virtudes, pero
tampoco somos únicamente defectos y limitaciones; ambos elementos
constituyen un binomio perfecto, que no se puede separar sin desgarrar
la esencia del ser humano.
Dios tiene en cuenta estos dos componentes y los trabaja siempre
juntos. Nuestras posibilidadesycarencias son la materia prima con la que
Él hace un vaso nuevo. Todo entra en su plan. Ni nuestras cualidades son
las que instauran el Reino de Dios, como tampoco nuestras limitaciones
pueden impedir que éste se realice. Que nuestras virtudes no son
suficientes, lo vemos claramente en Moisés. Nadie mejor que el hijo de
la hija del Faraón, por su cultura y preparación, para sacar de Egipto
al pueblo oprimido. Sin embargo, tuvo primero que renunciar a esas
cualidades huyendo al desierto de Madián, dejando la casa de Faraón
con todos sus privilegios; y hasta después, y sólo después, llegó a ser un
instrumento útil en la liberación del pueblo.
Gracias a esta dura experiencia de despojo, Moisés tuvo siempre bien
claro que la obra era de Dios y no de hombre alguno. Por eso, cuando
después de la apostasía del Sinaí, Dios le dijo: “Baja, porque tu pueblo,
el que tú sacaste de Egipto, ha pecado”, Moisés le respondió claramente:
“Ese pueblo ni es mío, ni yo lo liberé. Es tuyo y fuiste tú mismo quien lo
sacaste de la esclavitud” (Ex. 32: 7-11).
Por otro lado, nuestras debilidades no son excusa, ni nuestras
carencias son razón suficiente, para que Dios detenga su plan. Nuestra
flaqueza nunca será más grande que su poder. Dios no puede depender
de nosotros, ni menos de nuestros defectos. Moisés, al mismo tiempo,
es un ejemplo de ello: Cuando fue llamado para liberar a los hebreos
de la esclavitud, exclamó “Pero pues ni siquiera conozco tu nombre y
además soy tartamudo”. Dios le contestó “Yo estaré contigo y te enseñaré
lo que tienes que decir”.
La incapacidad humana no es obstáculo suficiente para que Dios
interrumpa su acción salvífica. Cuando en nuestras vidas tenemos
agua de sobra, es decir, estamos muy confiados en nuestras cualidades,
creyendo que somos capaces de cumplir la misión encomendada,
entonces el Señor se encarga de echarnos un poquito de tierra para que
seamos barro y no lodo. Si, por el contrario, sólo miramos la tierra de
nuestro pecado y el polvo de nuestra incapacidad, entonces el Señor
nos da agua viva para aflojarnos y podemos usar, libres de cualquier
complejo de inferioridad a de culpa.
Antes de trabajar para el Señor, el señor nos trabaja. Para trabajar por el
Señor, antes hemos de ser trabajado por Él. Nadie puede ser instrumento
de liberación, si antes no ha experimentado la libertad. ¿Cómo se puede
predicar que Jesús libera, sin haberlo experimentado en carne propia?.
Nuestra actitud: desprogramarnos
El Señor quiere grabarnos su imagen con el sello de su Santo Espíritu
(2ª Cor. 3:18), para que lleguemos a ser cartas de Cristo (2ª Cor. 3:3). Sin
embargo, para imprimir la palabra del Señor, hay que borrar todo lo que
se ha escrito antes. Una computadora trabaja gracias a un programa que
la capacita para un objetivo, pero que al mismo tiempo la condiciona.
A veces llega el momento en que el programa ya no es adecuado, y hay
que desecharlo para usar otro más completo.
Lo mismo nos pasa. Todos nosotros hemos un plan de vida;
pero es necesario renunciar a él, para abrirnos al Señor. Si no nos
desprogramamos, no podremos admitir el proyecto del Señor sobre
nosotros. Hay personas que, por alguna razón, están completamente
convencidas de estar siguiendo la voluntad de Dios. Pero no olvidemos
que Saulo de Tarso también lo estaba, cuando perseguía a la Iglesia de
Dios. Saulo, celoso fariseo que tenía puesta su confianza en la santa Ley
del Sinaí, estaba seguro de que cumpliéndola hacía la voluntad de Dios.
Habiendo sido instruido a los pies del gran Maestro. Sin embargo, al
encontrarse con Cristo resucitado, cayó rendido. Depuso las seguridades
en las que tenía puesta su confianza y, en vez de decidir, hacer o enseñar
como costumbre, simplemente hizo una pregunta: ¿Qué quieres que
haga?” (Hech. 22:10).
El conocedor de la Escritura y celoso cumplidor de la Ley, reconoció
ignorar el misterio de la voluntad divina. Renunció a su programa y se
abrió a lo nuevo y a lo inesperado. Se trataba de un nacer de nuevo.
Todos nosotros hemos sido programadores de nuestra vida y hasta
de la de otros. Debemos abandonar esta tarea que no nos corresponde,
para abrirnos a las sorpresas del Espíritu.
Los aviones cuentan con unos aditamentos sobre las alas que se llaman
estabilizadores, para que el vuelo sea cómodo y seguro. Jesús, por el
contrario, nos sacude nuestras seguridades con “desestabilizadores”,
pues todo aquello que nos encajona, limita su acción forjadora de
discípulos. Decidirse por Jesús es aceptar caminar por una cuerda floja,
aprendiendo a caminar sobre las aguas.
Clase 24:
la metodología
de Jesús 2.
2. lo bendijo
En cuanto Jesús toma el pan entre sus manos, lo bendice. El verbo
“bendecir”, en griego, está compuesto de dos palabras: “bien” y “decir”
(Eulogueo).
Lo primero que hace el Señor, es hablarnos bien: con la verdad.
Pronuncia una palabra que es viva y eficaz, que es Espíritu y es Vida; más
cortante que espada de dos filos, que penetra hasta las profundidades
del alma.
En esta etapa, la Palabra de Dios nos va configurando para que
adquiramos los criterios de Cristo Jesús y vayamos identificándonos
con sus mismos valores.
Toda palabra que escuchamos moldea la manera de pensar, y
determina después la forma de ser y actuar. Nuestra mente es como un
cassette en blanco que, depende lo que en él se grabé, eso reproducirá
más tarde.
Así como los jóvenes cantan canciones de memoriayde algunamanera
tratan de imita a sus ídolos, así también, si escuchamos la Palabra de
Dios, nuestra mente se irá identificando con la voluntad divina, hasta
que los criterios del Señor nos parezcan lo más natural. Así como el
agua empapa la tierra y la fecunda, la Palabra de Dios nos irá penetrando
hasta la raíz de nuestras decisiones.
Nuestra Actitud: escuchar
Si en esta etapa el Señor se manifiesta como el Maestro que nos
enseña, nuestra principal actitud ha de ser la del discípulo que escucha
para aprender. En una ocasión u escriba preguntó a Jesús cuál era el
mayor de los mandamientos. El Maestro respondió: “Escucha Israel….”
(Mc. 12:28-29). El primero y más grande mandamiento es escuchar la
voz del Pastor, porque al escucharlo nos enamora y nos capacita para
responderle con todo nuestro corazón.
Un signo de habercaído en los lazos del activismo, es cuando hablamos
más del Señor que con el Señor.
Cuando Samuel escuchó una voz, el sacerdote Elí le advirtió que era
Dios quien le llamaba y debía responder: “Habla, Señor, que tu siervo
escucha”. Desgraciadamente, nosotros decimos lo contrario: “Calla,
Señor, que tu siervo habla”.
Quien nace sordo jamás puede hablar. Al no escuchar las palabras,
no es capaz de pronunciarlas. Esto mismo sucede en la vida Espiritual
y Pastoral: si no sabemos escuchar a Dios, no podemos hablar en su
nombre. Por otro lado, la oración que se centra en hablarle a Dios, sin
darle oportunidad acomunicarse,vaatrofiando el crecimiento espiritual.
Existen personas que deciden los caminos Pastoral o imponen un
criterio a seguir que ellos tienen en mente: más, para que tenga fuerza
y no encuentre oposición el proyecto, añaden: ¡Esta es la voluntad de
Dios!. Pero, ¿Quién les dijo a ellos que ese era el plan divino?. ¿Cuándo o
cómo supieron que esa era la voluntad celestial? Lo único que hicieron
para imponerlo a los demás fue endosárselo al Señor…
Los peores son aquellos que piensan que por tener cierta autoridad o
título, gozan de la inhabiidad, y que sus directrices son automáticamente
voluntad divina, como si el Señor dependiera de los siervos. En vez de
preguntarle al Señor lo que Él quiere, dicen lo que piensan y luego tratan
de que los demás crean lo que ellos mismos no saben: que ese proyecto,
sobre todo esa prohibición, son voluntad celestial.
Hay tres cosas que ahogan la Palabra de Dios y no la permiten enraizar,
no menos dar fruto:
- Las preocupaciones del mundo, que consisten en darle prioridad
a las cosas transitorias. Vivir como si sólo contáramos con nuestras
fuerzas para solucionar nuestros problemas.
- El afán de las riquezas, que comprende la exagerada búsqueda de
bienes materiales, títulos o poder. La ambición que nunca se sacia; al
contrario, se cae en el remolino de la codicia que es una idolatría.
- La concupiscencia de la carne, que es la satisfacción desmedida de
todos los sentidos, viviendo bajo la ley del menor esfuerzo.
3. lo partió.
Jesús, habiendo tomado y transformado el pan con su Palabra de
bendición, lo partió. El tercer aspecto en la formación de un discípulo
consiste en ser partido, en la etapa de purificación a través de la cual el
Señor nos consagra totalmente para Él. Sin esta condición, no seríamos
capaces de ser ofrendas del culto espiritual.
El apóstol Pablo expresa esta necesidad con una idea tomada de
la Pascua Judía, ser panes ázimos. El pan de la Pascua era “massot”
(mandato), es decir, sin levadura y libre de toda contaminación. Sólo
con masa pura era posible celebrar la liberación de la esclavitud.
Purifíquense de toda vieja levadura,
Para ser masa nueva,
Pues son panes ázimos
Porque nuestro Cordero Pascual,
Cristo Jesús,
Ha sido inmolado. (1ª Cor. 5:7)
Así como el oro se depura, así también nosotros hemos de ser
purificado y santificados para poder servir como ministros de la nueva
alianza; cada uno de acuerdo a la propia vocación. Esta etapa consiste,
fundamentalmente, en despojarnos de todo lo que nos sobra o nos daña.
Con frecuencia pensamos que si tuviéramos más posibilidades
materiales o mejores instalaciones, podríamos superar enormemente
nuestro trabajo Pastoral. Sin embargo, lo que más nos impide dar mucho
fruto, y un fruto permanente, no es lo que nos hace falta, sino lo que nos
sobra: egoísmo, materialismo, competenciacon otros servidores, orgullo
y soberbia espiritual; aparte de las heridas emocionales y consecuencias
del pecado que todavía arrastramos como negra sombra.
A Miguel Ángel, el gran artista florentino, le gustaba trabajar
encerrado, para no ser visto por nadie. Hasta que terminaba su obra,
las mostraba al público, Cuando finalizó la estatua de “Los Esclavos”,
se hizo una gran fiesta en Florencia, para observarla por vez primera.
Todos los nobles, artistas y autoridades, estaban impresionados por esa
obra de arte tan maravillosa. A las felicitaciones y el reconocimiento de
tanta gente, el genio contestó: “Pero es que yo no hice nada. Cuando me
trajeron la pieza de mármol, ya venía adentro la escultura. Yo solamente
Clase 25:
la metodología
de Jesús 3.
le quité unos pedacitos que le sobraban”.
Dios nos ha destinado a ser una obra de arte en sus manos. Pero, antes,
tiene que quitarnos todo lo que nos estorba. Nuestro principal problema
es que todavía traemos demasiadas cosas que no nos permiten ser libres
para servir al Señor.
Nuestra actitud: abandonarnos
La confianza ilimitada en el Señor nos debe llevar a una actitud de
abandono voluntario al plan divino. Sin embargo, lo más importante no
es abandonarnos, sino hacerlo “sin condiciones”. En general, ponemos
obstáculos en nuestra entrega; esperamos recibir algo a cambio, o nos
reservamos parte de la ofrenda. Si la entrega no es incondicional, no
sirve para nada.
Así como el barro se abandona en las manos del alfarero para llegar
a ser una vasija nueva, así nosotros debemos entregarnos en las manos
del Señor para que nos transforme en criaturas nuevas, a su imagen y
semejanza.
Se trata de firmarle el cheque en blanco, para que haga de nosotros
lo que le plazca. Esto implica darle un “si” a cualquier cosa, como
María que respondió: “Hágase en mí, según tu Palabra” (Lc. 1:38). Así
como cuando entramos a la sala de operaciones, nos abandonamos por
completo en las manos del cirujano, para que corte, extirpe o trasplante
lo que sea necesario, así debemos entregarnos en las Manos del Médico
Divino para que haga de nosotros lo que Él quiera. Confiamos en Él y
aceptamos su plan sin condiciones.
Él desea hacer una obra tan maravillosa, que está dispuesto a
transplantar nuestro corazón:
Les daré un corazón nuevo. Infundiré en ustedes un Espíritu nuevo.
Les quitaré su corazón de piedra y les daré un corazón de carne…. Para
que se conduzcan según mis preceptos…. Ez 36:26-27.
No se trata que el Señor nos despoje o nos violente, sino que nosotros
consintamos en ello. ¿De qué aprovecharía que el Señor nos liberara de
la esclavitud de Egipto, si seguimos recordando con nostalgia los ajos y
las cebollas del país de los Faraones?
Mientras no nos desprendamos y despojemos voluntariamente,
sufriremosdesgarresfatalesquenosllevaránalaneurosisyesquizofrenia.
Pero, cuando no estamos aferrados a algo, somos pobres; y un pobre
nada tiene que perder. El desprendimiento es la condición del abandono
y el abandono es el camino de la paz. No hay otro camino para ser feliz.
Quienes tratan de apegarse a cualquier cosa, circunstancia o persona se
vuelven esclavos de esa posesión.
4. lo repartió
Un vez que el pan ha sido tomado en las manos, bendecido y partido,
se reparte. No se queda en las manos de Jesús, si no que se da a los demás.
No podemos permanecer toda la vida en la cima del Monte Tabor, ni
plantarnuestras tiendas para establecernos definitivamente junto a Jesús.
El evangelio aclara que Jesús llamó a ser discípulos para que estuvieran
con Él y luego para enviarlos para evangelizar. El que ha estado al lado
de Jesús no permanece inactivo, sino que va en busca de sus hermanos.
Cuando Andrés encontró a Jesús en el desierto., lo siguió y se quedó
con Él toda la tarde y la noche. Pero al amanecer, se levantó y se fue a
buscar a su hermano Simón para llevarlo a Jesús.
El signo que nos garantiza que hemos encontrado a Jesús, es que
vamos a buscar a otros para que también lo conozcan y lo sigan. Quien
lo ha descubierto, comparte su hallazgo con otros. No puede dejar de
hablar de lo que ha visto y oído.
Ahora bien, entre más hayamos sido partidos, más repartidos seremos.
Un pan entero sólo puede ser comido por una persona. Pero cuanto más
se parta, tanto más podrán participar de él. Este es el fin de la purificación
“la multiplicación”.
Como el Señor quiere multiplicarnos, por eso Él nos reparte. Quiere
que alcancemos para muchos. Nosotros aportamos los cinco panes y los
peces que tenemos y el Señor se encarga del multiplicarlos. Él hace el
milagro, pero siempre con nuestra colaboración. Nuestra fecundidad
no depende de nuestras cualidades, sino que es Dios quien da el
crecimiento. A nosotros se nos pide llenar nuestras tinajas con el agua
que tenemos. El milagro de la transformación lo realiza Él, partiendo de
lo que nosotros hemos presentado.
Nosotros vamos a ser pan multiplicado que alimentará y vino nuevo
que alegrará el corazón, porque el Señor ha hecho un milagro en y con
nosotros.
Nuestra actitud: EL desprendimiento
Nuestro Dios es uno, declara una y mil veces la Biblia. No hay otro
Dios fuera de Él. Por esta razón es que no admite ningún ídolo que ose
Clase 26:
la metodología
de Jesús 4.
suplantar su lugar. Nuestro Dios, por ser único, no acepta compartir
nuestro corazón con nada ni con nadie. Por esta razón es absolutamente
necesariodesprendernosdetodoaquelloquecompitaconsusupremacía.
En el desprendimiento no cuenta tanto lo que damos, sino la entrega
total.
Una vez Jesús estaba frente al lugar de las limosnas, donde venían
los ricos con lujo de ostentación y depositaban cuantiosas ofrendas. De
manera humilde y silenciosa se acercó una pobre viuda, que no depositó
sino dos pequeñas monedas.
Jesús aprovechó la oportunidad y enseñó a sus discípulos “esta mujer
ha entregado más que los demás, porque ella ofrendó todo cuanto tenía”
(Lc. 21:3,4).
Generalmente los hombres medimos nuestras ofrendas por la
cantidad que entregamos. Quien más da es considerado mejor. Pero el
ofrendómetro divino no detecta los que salió de la bolsa, sino lo que se
quedó adentro.
El desprendimiento afectivo y efectivo es una forma como Dios nos
purifica de todos estos pagos, que no nos permiten vivir la exclusividad
con nuestro Dios. No se trata, pues, de simplemente desprendernos,
sino de entrar en una relación de exclusividad con Él.
Las parábolas del evangelio nos muestran claramente este aspecto.
Quien ha encontrado la perla preciosa, vende todas sus posesiones para
adquirir la única perla de verdadero valor. Sin embargo, hemos de notar
muy bien que el hombre no se desprende para encontrar, sino porque
ha encontrado. Por tanto, nunca es aconsejable desprendernos de
nuestras cosas para encontrar al Señor. El proceso es inverso. Quien la
ha descubierto, encuentra que todas las cosas palidecen frente a la luz
del Señor.
Si una noche estamos en un cuarto con la luz encendida, no veremos
nada de las lucecitas de las montañas. Pero si apagamos nuestra luz., en
ese mismo instante comenzarán a brillar las luces exteriores. Cuando
se nos apaga la luz de Cristo, entonces es cuando nos comienzan a
deslumbrar otras cosas. Pero el que tiene a Cristo, entonces es cuando
nos comienzan a deslumbrar otras cosas. Pero el que tiene a Cristo,
juzga a toda basura, estiércol, en comparación al conocimiento de
nuestro Señor Jesucristo (Flp. 3:5-8). De esta forma, tenemos la perfecta
perspectiva. No se trata de despreciar las cosas o a las personas, sino de
apreciar lo esencial y permanente.
Pero, a veces, el Señor nos tiene que desprender de manera brusca de
algunas cosas, para que nos demos cuenta de que no las necesitábamos
tanto.
Clase 27:
la metodología
de Jesús 5.
5. esto es mi cuerpo.
Así como el pan se transforma en el cuerpo de Cristo, así somos
nosotros transformados en la imagen y semejanza de nuestro Maestro.
La formación de un Apóstol no termina sino hasta que Cristo Jesús vive
en él y se manifiesta en su forma de vivir.
En l ciudad mejicana de Taxco, hay muchos artesanos que trabajan la
plata de manera muy fina. Cuando uno de estos artistas está haciendo
una bandeja de plata, la pule cuidadosamente una y otra vez, hasta
que su propia imagen se refleja en el espejo límpido de metal. Es hasta
entonces que se considera terminado su trabajo.
De igual manera sucede en nuestra vida. El Espíritu Santo no acaba
de trabajar en nosotros hasta que reflejemos la imagen de Cristo Jesús.
Si la meta de un discípulo es configurarse a la imagen de su Maestro,
nuestro objetivo no puede ser otro que llegar a ser como Jesús; como
Pablo, que un día llegó a exclamar: “Vivo, más no vivo yo, sino que es
Cristo quien vive en mí”. (Gal. 2:20).
Sin embargo, no podemos pensar que cada uno de nosotros debemos
ser otros Cristo, formando así muchos cristitos por todas partes.
Esta es una visión muy individualista y, por tanto, antievangélica.
Dios quiere que todos juntos formemos el Cuerpo de su hijo; siendo
miembros los unos de los otros, pero unidos por una sola fe. Con
diversidad de dones, pero animados por un solo y único Espíritu. Con
variedad de ministerios, pero con un mismo Señor.
Se trata de vivir como Cuerpo de Cristo donde, siendo muchos
miembros con diversidad de funciones y siendo unos miembros de los
otros, estamos todos buscando el crecimiento de cuerpo como tal y no
ninguna ventaja personal, ni siquiera de tipo espiritual.
Lo que Pablo menos consentía en las comunidades cristianas era
la división, ya que era un atentado directo contra la esencia de la vida
cristiana. El en toda la historia de la salvación siempre hay destierros que
nos desarraigan de todo cuanto somos y tenemos. Y son precisamente
estos desprendimientos los que nos hacen crecer en la libertad y la
disponibilidad. Por esta razón que a lo largo de la Biblia, Dios siempre
pide algún tipo de renuncia:
- Jacob tiene que dejar su familia y huir lejos de los suyos.
- José, deportado por sus hermanos, va a un país desconocido.
- Moisés tiene que renunciar a sus seguridades humanas.
- Elías se va al desierto.
- El pueblo es desterrado a Babilonia, perdiendo hasta el templo y el
culto.
- Pablo lo pierde todo por Cristo.
Si estamos en las manos del Señory no nos desprendemos de nuestros
apegos, entonces el Señor va recurrir al exilio para que podamos ser
verdaderamente suyos.
La cumbre del desprendimiento llega cuando el Señor nos pide no
solo las cosas que nos puedan separar de Él, sino incluso los dones que
Él mismo nos ha dado como prueba de su fidelidad.
En esta etapa no se trata solo de dejar pecados o vicios, sino de no
depender de ningún don de Dios. Se ha llegado a la frontera gloriosa
libertad de los hijos de Dios “Sólo Dios basta”.
AbrahamlehabíaentregadotodoalSeñor:tienda,familia,seguridades,
pasado y futuro. Había renunciado a sus falsos ídolos y ahora servía al
verdadero Dios. Pero un día su Dios le pide lo inaudito: “Entrégame a tu
único hijo, el que yo te di como cumplimiento de mi promesa”.
No se le pedía que renunciara a nada malo, sino que entregara al hijo
de la promesa, el don de Dios, el testigo de la fidelidad divina.
A todo el que persevera en la vida del espíritu, pide un día al hijo de la
promesa. No porque sea malo; al contrario, para que ya no se dependa
ni de los dones de Dios, sino sólo en el Dios de los dones.
En esta etapa la comunión con Dios no se hace a través de ningún
medio: se llega a una etapa de comunión íntima y profunda. Ya no
hay comunicación, sino comunión. No se depende de ninguna gracia,
consolación o recompensa sino que la relación de Fe con Él es lo más
importante.
Clase 28:
la metodología
de Jesús 6.
6. coman todos de él.
Ejemplo más claro lo tenemos en su primera carta a los Corintios (1ª
Cor. 1:10-16, 3:3).
¡Vivamos unidos!
10-11
Hermanos míos, yo les ruego, de parte de nuestro Señor Jesucristo, que se pongan
todos de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Al contrario, vivan unidos y
traten de ponerse de acuerdo en lo que piensan.
Algunos de la familia de Cloe me dijeron que hay asuntos por los que ustedes están
discutiendo mucho. 12
Mientras que algunos dicen: «Yo soy seguidor de Pablo», otros
dicen: «Yo no, yo soy seguidor de Apolo.» Y hay otros que responden: «Pues yo soy
seguidor de Pedro», y aun otros dicen: «Yo sigo a Cristo.» 13
¡Pero no hay tal cosa como
un Cristo dividido! Además, no fui yo el que murió en la cruz para salvarlos a ustedes.
Ni fueron ustedes bautizados en mi nombre. Así que no tienen por qué formar un grupo
de seguidores míos. 14-16
Gracias a Dios, sólo bauticé a Crispo, a Gayo y a la familia de
Estéfanas. No recuerdo haber bautizado a nadie más. En todo caso, nadie puede decir
que fue bautizado en mi nombre.
Nuestra Actitud: formar cuerpo de Cristo, IGLESIA
En primer lugar debemos renunciar al individualismo; de manera
especial, al individualismo religioso: ser el más grande Apóstol, ser
el mejor servidor, tener el mejor grupo, o ser el más santo. Esto daña
profundamente, ya que nos mantiene en una actitud de competencia
con todos los demás, perjudicando así la unidad.
Somos miembros del Cuerpo de Cristo, pero al mismo tiempo
miembros los unos de los otros. Si no asimilamos este principio
fundamental, todo nuestro trabajo puede sermás peligroso que benéfico.
Cada uno necesitamos de los demás, y ellos a su vez de cada uno.
Por más pequeños o insignificantes que parezcamos, somos necesarios.
Por ello, una característica indiscutible del discípulo de Jesús es que es
conductor de la unidad y enemigo de la división.
Así como el pan es comido, el discípulo de Jesús también. Ser comido
significa estar al servicio de los demás, y entregar la propia vida con tal
que otros vivan. Es como una vela que se desgasta con tal de alumbrar
a otros.
Existen diversas pinturas del buen pastor. De manera especial, donde
aparece un tierno pastor abrazando románticamente una oveja. Las
estatuas que nos presentan al pastor son tan barrocas y melosas, que
están muy lejos de la realidad. Existe otra de un artista flamenco que se
denomina también “el buen pastor”. Sin embargo es muy diferente a
todas las demás: en el fondo se advierte en rebaño de ovejas comiendo un
verde pasto, junto a un arroyo cristalino que desciende de una montaña.
En el frente se representa el lobo con una mirada asesina, que se aleja de
un agonizante pastor, cuyas ropas están desgarradas por los colmillos de
aquella fiera. En verdad, este cuadro tan crudo es mucho más cercano a
la realidad: “el buen pastor es el que da la vida por sus ovejas”.
Es muy interesante el contraste entre los malos Pastores de Israel, que
nos presenta el Profeta Ezequiel en el cap. 34, y la actitud del Siervo del
Señor que aparece en el profeta Isaías (53:13-53, 12). Los malos Pastores
se aprovechan de las ovejas: beben de su leche, se visten de su lana y se
comen a la más gorda. El siervo del Señor da su vida a favor de los suyos,
y muere para que otros sean curados y vivan en paz. Un mal Pastor
siempre busca alguna ventaja de sus ovejas. Por el contrario, el buen
Pastor sale perdiendo algo en favor de ellas. Esto es precisamente lo
que distingue a uno del otro. El buen Pastor se entrega a favor de todos,
no tiene preferencias sino por el más necesitado, o por aquel de quien
nada puede recibir a cambio. Los Pastores interesados, sirven a quienes
después les pueden gratificar sus servicios o les pueden retribuir de
alguna manera.
El discípulo de Jesús, igual que su Maestro, es comido por los demás.
Sin esta condición fundamental, jamás podrá ser fecundado. Si el trigo
no es triturado y comido, no servirá como alimento. Sólo hasta después
que Jonás fue comido, fue capaz de evangelizar y convertir a la gran
ciudad de Nínive.
Nuestra Actitud: CóMANME
El verdadero Apóstol es trigo que muere para dar fruto. Su felicidad
no la cimienta e mandar u organizar, sino en desaparecer en el tiempo
oportuno. Sabe que un día va a morir, por eso prefiere irse entregando
como alimento de forma que produzca vida.
Estos nos exigen actitudes concretas:
- Dejar de pensar que un Apóstol es el que manda. Por el contrario,
es el que muere para que otros vivan.
- Dejar de considerar los beneficios que supuestamente merecemos,
y renunciar todo, excepto a entregarnos a favor de los otros.
- Dejar en centrarnos en “nuestros privilegios” y comenzar a servir
a todos, especialmente a los más necesitados.
Ser comidos significa estar a la entera disposición de quien nos
necesite. Así como le hemos dado un “si” incondicional al Señor, dárselo
a todo su cuerpo (nuestros hermanos) y decirles: “Aquí estoy, hagan de
mí lo que quieran. Lo único que yo quiero lavarles los pies”.
Ser comidos significa también de renunciar a todo tipo de beneficio
personal, con tal que los demás sean edificados en la fe y el amor.
Ciertamente Pablo afirma que quien sirve al Altar, tiene derecho a vivir
en el Altar. Sin embargo, el buen Pastor es capaz de renunciar a las
ventajas que ofrece el Evangelio.
Pablo afirma que él tiene derecho, como los demás Apóstoles, a llevar
una mujer creyente en sus viajes misioneros. Sin embargo, prefiere
renunciar a ello con tal de no ser mal interpretado por nadie. En otras
ocasiones, teniendo derecho a vivir de los bienes materiales de aquellos
con quien él ha compartido beneficios espirituales, prefiere trabajar con
sus propias manos para no ser motivo de carga, ya que él es quien debe
soportar a los demás.
En vez de recibir se entrega como alimento a todos.
Dejarse comer significa no ser servido, sino estar al servicio de los
demás, como nuestro Maestro que vino a dar su vida por nosotros.
Clase 29:
la metodología
de Jesús 7.
7. hagan esto en memoria mía.
El último paso en la formación de un discípulo es reproducir con
fidelidad lo mismo que su Maestro hizo. Como primeramente debemos
entender esta palabra en voz pasiva: dejarnos hacer por el Maestro.
Consentir en que él nos lleve por este proceso que nos transforma en
discípulos a su imagen y semejanza. El discípulo es pan que transforma,
pero al mismo tiempo es altar donde el mismo Jesús se consagra a Dios
y a los hombres.
En segundo lugar, el Señor nos quiere decir: repitan también ustedes
este mismo proceso para formar discípulos. No hay otro camino. No
se trata, pues, simplemente de entrenar a nuestra gente en técnicas o
dinámicas de grupo, o capacitarla en el lenguaje de la comunicación: su
vida tiene que ser transformada; de otro modo no pueden llegar a ser
discípulos.
“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt. 28:19).
Jesús nos envió a enseñar todo lo que nos había mandado. La sabiduría
de un formador de discípulos está en conocer este camino, y recorrerlo
junto con los que está troquelando como discípulos.
Siempre hemos creído que la mayor alegría en este mundo, es
encontrar el tesoro de la Nueva Vida en Cristo Jesús. Pero hay algo más
grande que eso: ser instrumento para otros lo encuentren. Y todavía
más: formar otros que multipliquen y extiendan la obra de Salvación de
Cristo Jesús en este mundo.
La más grande felicidad no consiste en ser discípulo de Jesús, sino
hacer discípulos del único Maestro. La mayor alegría no es ser maestro
del rebaño, sino capacitar a otros para que lleguen a ser Maestros y
Pastores de la iglesia de Jesús.
Nuestra Actitud: formar discípulos
Como respuesta a esta confianza que el Señor ha depositado en
nosotros, no tenemos sino que tomar una opción preferencial en nuestro
trabajo Apostólico: Formar discípulos. Esto significa renunciar a otros
planes que son buenos y maravillosos. Como no podemos realizar todo,
a cada discípulo le corresponde reproducir exactamente lo que hizo su
Maestro: formar a otros, que a su vez continúen la obra de instauración
el Reino de Dios en este mundo.
Se trata de tomar una decisión que va a cambiar nuestra vida y la de
otros muchos. Está decisión va a cristalizar en un proyecto de vida, en
el que lo único importante será un facilitador para que el Espíritu Santo
vaya reproduciendo la imagen de Jesús en todos aquellos que proclaman
su nombre.
Clase 30:
el carácter de un
verdadero discípulo 1.
manifestado en el fruto del espíritu
1. AMOR:
A. Se le describe como el punto de partida del Fruto del Espíritu.
B.EstesentimientoeselquemanifestóDiosenelcalvario,cuandodio
a su hijo unigénito para que muriera por todos los hombres, sentimiento
que se manifestó y aún se manifiesta, porque “Dios es Amor”. El sigue
amando “A pesar De…. (AGAPE).
C. Este amor se describe en 1ª Cor. 13:4-7, como sufrido (paciente
para aquellos que nos provocan injurias); benigno (que devuelva bien
por mal); humilde, desprovisto de presunción, jamás es rudo o descortés,
nunca es egoísta o avaro no se resiente, no guarda rencor, jamás se goza
por la caída de otros.
D. El amor es el secreto para mantener a la iglesia en un estado
espiritual creciente.
E. Es el componente más básico de la eficacia cristiana.
F. Todos los demás aspectos del Fruto del Espíritu giran en base a el
Amor y estoy convencido que no hay nada más importante en todo el
mundo.
G. Es tan básico en lavidade los creyentes que nos ayudaasobrellevar
todas las circunstancias de la vida con fe y esperanza.
H. Es la demostración integral de que todas las personas que
pertenecen al cuerpo de Cristo, son sus discípulos (Jn. 13:35).
I. La falta de amor es la fuente de la mayoría de nuestros problemas.
Es el cáncer que está carcomiendo la iglesia.
J. Nota: La mayoría de los líderes están perdidos en reconocer lo
básico del Amor, que le dan un gran énfasis a la “Sana Doctrina”; esto
no es malo, porque son los fundamentos doctrinales de la iglesia. Sin
embargo existen largas discusiones acerca de la 2da venida de Cristo,
la obra expiatoria de Cristo, la iglesia, el Espíritu Santo, etc. ¿Qué del
Amor?. Este generalmente va en categoría aparte; pero si la doctrina no
abarca el Amor, entonces la doctrina no es sana. No se puede separar
la doctrina de la vida práctica y en especial la práctica del Amor. Me he
detenido a escribir y a enseñar un poco más sobre este aspecto del Fruto
del Espíritu, por creer que los (8) ocho aspectos restantes redundan en
este.
K. Pablo revela la superioridad del Fruto del Amor sobre los
dones del Espíritu. (1ª Cor. 12:31 y 13:13). Sin querer menospreciar la
indispensabilidad de los dones.
L. Dios desea formar principalmente un carácter cristiano en
nosotros.
Clase 31:
el carácter de un
verdadero discípulo 2.
manifestado en el fruto del espíritu
2. GOZO PRODUCIDO POR AMOR:
A. No existe nada más satisfactorio para el hombre que encontrarse
delante de la realidad de ser amado. Como seres sociales necesitamos
mucho de la afectividad a nivel familiar, y cuando esto se hace patente
en un niño, en un joven, en un adulto o en un anciano, se vive una
enorme satisfacción interior que es la que demuestra a los demás cuan
felices y seguros son estos seres.
B. El gozo como aspecto importante del Fruto del Espíritu siempre
estará enraizado en el Amor de Dios. Este Gozo se manifiesta cuando
el Espíritu Santo hace que Jesús, y su obra de salvación sean más reales
a nuestros corazones. Se expresa en un regocijo activo en el Señor (Fil.
3:1).
C. Cuando se hace real en nuestros corazones la vida de Jesús, la
intención de venir a la tierra, lo que dejó por venir a salvar la humanidad
y que todo esto fue motivado o impulsado por el amor que Dios siente
por la corona de la creación, y que de los 5.000.000 millones de personas
que habitan actualmente el planeta y otros que ya han partido con Él,
¡Estoy incluido yo!, entonces no puedo dejar de expresar mi gozo, cada
vez que pienso (y eso es a cada instante) que el amo a Él porque Él nos
amó primero, dándonos una muestra inconfundible e imborrable en la
persona de Jesucristo y su obra de salvación.
Clase 32:
el carácter de un
verdadero discípulo 3.
manifestado en el fruto del espíritu
3. PAZ CONSEGUIDA CON AMOR:
A. En uno de los emblemas usados por los jóvenes de los años
sesenta, a los cuales denominaban hippies y participaron en la llamaba
liberación juvenil. Estos símbolos se encuentran inscritos en las
chaquetas, pantalones, franelas, botas, etc., y casi toda indumentaria de
vestir de esa época, aparecían las palabras de Amor y Paz. Estas palabras
fueron famosas en el festival de Woods Tokd.
B. Llevando a una aplicación realista esta dos palabras; La Paz no
puede ser sin la influencia del Amor. Los hombres que han tenido la
oportunidad de lograr alguna paz, algún acuerdo de paz, para alguna
nación,pueblo,caserío,tribu….Etc,fueronmotivadosporunsentimiento
profundo que estaba arraigado en todo su ser; “Esto es AMOR”.
C. La Paz es un acto de buena relación, con nuestro prójimo, vecinos,
con otros países; y se benefician el uno con el otro. Pero siempre el
primer paso para lograr este objetivo y ese bienestar común, es el AMOR.
D. La PAZ como aspecto fundamental del Fruto del Espíritu es,
la conciencia de que estamos en una buena relación con Dios. Una
sensación de bienestar espiritual.
E. Todo esto se lo debemos al Amor y que conste, al “AL AMOR DE
DIOS”. Por su amor nos amistó con Él por medio del sacrificio de Cristo
en la Cruz del Calvario. La sangre satisfizo a Dios y es la que limpia
nuestra conciencia y nos da una sensación de que somos aceptados por
Él y que estamos en Él y que estamos en Él (Heb. 9:14).
F. Todo aquel que ha tenido una experiencia personal con Dios,
disfruta de esta PAZ, como un acto de fe sólida y fundamentada en
Cristo; quien no solamente es el autor de nuestra salvación y fe sino
nuestro enlace de PAZ para con Dios.
G. Me parece oír satisfactoriamente la respuesta de labios de todos
los cristianos, a las amenazas, injurias, y acusaciones que el diablo y el
mundo lanzan dardos de fuego a su conciencias: justificados púes por
la fe, tenemos “PAZ”, para con Dios por medio de (EL AMOR), nuestro
Señor Jesucristo (Rom. 5:1).
Clase 33:
el carácter de un
verdadero discípulo 4.
manifestado en el fruto del espíritu
4. PACIENCIA, DESARROLLADA POR EL AMOR:
A. Muy comúnmente somos dados y soportar a aquellos que nos
aman, nos alimentan y nos consideran. Pero muy pocas son las veces
que demostramos el amor y la paciencia para con aquellos que nos
injurian, nos maltratan y nos hacen daño deliberadamente, sin tener
ellos motivos para causarnos dichos actos.
B. La PACIENCIA, es la cualidad que nos permite “soportar” a la
gente que procura deliberadamente causarnos daño o confusión.
C. Esta cualidad sólo se logra a la medida que entendamos lo que
enseño Jesús sobre “EL AMOR”, reitero que el Fruto del Espíritu se
inicia, en Amor y se desarrolla en Amor.
D. Jesús enseñó a desarrollar esta cualidad, y comprendió que la
única forma de desarrollarla era a base de Amor (Mat. 5:43-48).
Nota: Pasaremos a estudiar brevemente los versículos 43-45.
- Vr. 43: Jesús rebate un dicho de la Ley de Moisés, que permitía
solamente amar a sus amigos y detestar a sus enemigos.
- Vr. 44: Jesús hace uso de su autoridad suprema para añadir algo más
excelente a los dichos por Moisés. Sigue haciendo énfasis de amar a
su prójimo. No obstante, vale la pena realizar la misma pregunta de
aquel intérprete de la ley que en una oportunidad practicando con Jesús
preguntó ¿Quién es mi prójimo? (Luc. 10:29). Para algunos el prójimo
es el vecino más cercano, o el amigo de la infancia o todo aquel que se
le puede hacer un bien porque nunca me dañado y es un buen hombre.
Que equivocados estamos si pensamos así, porque nuestro prójimo
es cualquier persona, sin importarnos su tipo, su condición, su conducta,
su clase, etc.
Nuestro prójimo son todos los hombres, amigos o enemigos. Jesús
nos hace cuatro (4) imperativos:
1. AMAD “Amar a quién se muestra como nuestro enemigo”.
2. BENDECID “Bendecid a los que nos maldicen”.
3. HACED BIEN “Hacer bien a los que nos aborrecen”.
4. ORAD “Orar por los que nos ultrajan y persiguen”.
Me parece que para cumplir estos deberes como cristiano es
necesario la paciencia como producto de un amor maduro; porque, no
nos vengamos de nuestros enemigos, no respondemos con maldición
a quien nos maldice, no pagamos mal por mal a quienes nos aborrecen
y no pedimos juicio para quienes nos ultrajan y persiguen porque el
Amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones. No nos dejamos
vencer de lo malo, sino vencemos al mal con bien. (Amor, Bendición,
Hacer bien y Oración) (Rom. 12:21; 1ª Pedro 3:9). El Señor nos ayuda
a tomarlo todo en amor con gozo del Señor. De este modo no hay
tentación a la venganza (Ef.4:2; Sant 1:9;Rom. 12:19).
- Vr 45: Para que podáis mostrar que sois hijos de Dios por el parecido
que tenéis con Él.
Clase 34:
el carácter de un
verdadero discípulo 5.
manifestado en el fruto del espíritu
5. LA BENIGNIDAD, LA SIMPATÍA FLUÍDA DEL AMOR:
A. En la carrera de la vida, el hombre ha emprendido una lucha
por alcanzar los sitiales de honores para ser el primero en todo. Sin
importarle el sitial que ocupa su más cercano competidor. Se abstiene
de tenderle una mano de generosidad, de cariño y de apoyo para que
este pueda lograr lo que él ha logrado; si es necesario aplastarlo para
quitarlo de su camino lo hará, aún con la ayuda de recursos ilícitos.
B. La BENIGNIDAD, es la generosidad que procura a la gente en la
“mejor luz”. Una persona con benignidad es presta a mostrar simpatía y
da la respuesta suave (Prov. 15:1).
C. Cuando hay verdadero amor estamos presto a servir a otros para
su bienestar. En la acción de poner a la gente en la “mejor luz” aún por
encima de uno mismo, proyectamos a otros a la prosperidad de su
presente y echamos los cimientos para un futuro provisor.
D. El Señor Jesús nos enseñó con su propia vida que el amor es la
fuerza que rompe el egoísmo y la altivez de los hombres; alguien dijo
con mucha propiedad: “El egoísmo empequeñece el corazón; el Amor
lo dilata. Jesús no fue presa del egoísmo, siempre estuvo pendiente de
poner a los demás por encima de Él y también ponerse en lugar de ellos
(Empatía).
Nota: En la porción bíblica donde una mujer, con un vaso de
alabrastro de perfume los derramó sobre la cabeza de Jesús; Él
demuestra su benignidad conjuntamente con el amor, cuando proyecta
sin egoísmo ninguno, la obra que hizo esta mujer. La obra que realiza
la antes mencionada se recordará para “memoria de ella” (Mat. 26:13);
supuestamente El Ungido y el querido era Él. Sin embargo, le dio todo
su reconocimiento a ella.
Estamos dispuestos a hacer una benignidad siempre y cuando
estimemos a los demás como superiores a nosotros mismos, esto es una
demostración de amor verdadero.
Clase 35:
el carácter de un
verdadero discípulo 6.
manifestado en el fruto del espíritu
6. BONDAD, PRUEBA DE AMOR PARA TODOS:
A. La bondad es lo que nos constituye en la gente noble del pueblo
de Dios. La Bondad indica: rectitud, confiabilidad, generosidad y lo
bueno para con los demás.
B.Todas las características de labondad se hacen presente en nuestras
vidas cuando existe integridad para con Dios y para con los hombres.
C. La integridad refleja un carácter bueno y produce en los hombres
para los cuales trabajamos un sentimiento de confiabilidad.
D. La bondad no es simplemente hacer buenas obras, contribuir con
nuestrasofrendasparalaayudadeotros;sinomásbienunademostración
de rectitud e integridad cuando somos tentados a mal administrar, a
despilfarrar y robar en cualquier empresa o trabajo.
E. Es una lúcida muestra de que somos personas a las cuales se nos
puede confiar un secreto (siempre y cuando sea algo sano), una debilidad,
etc.
F. El producto de esta confiabilidad es que germina una hermosa
amistad.
La relación naciente progresa a base de amor. La interacción nos
hace seres más sociales, capaces de mantener un amor intenso y una
gran lealtad para con nuestros amigos. Es decir, toda persona que se nos
acerque necesitado de un consejo, ayuda, etc.
Concluyo esta parte conceptualizando la BONDAD, como aspecto
imprescindible del Fruto del Espíritu: Es desarrollo del carácter que es
verdaderamente bueno, recto, confiable y que todavía puede ser
bueno y generoso con los demás. Me resulta imposible creer que una
persona pueda ejercer estas características de la bondad sin existir en lo
profundo de su vida el “Amor de Dios” (Ef. 5:9).
Clase 36:
el carácter de un
verdadero discípulo 7.
manifestado en el fruto del espíritu
7. FE, OBEDIENCIA GRATA POR AMOR
A. La obediencia ha sido y es la puerta abierta para el éxito de
muchos ministros, líderes y creyentes. De ejemplo tenemos a Abraham.
Solamente oyó la voz de Dios y salió sin saber a dónde. Gracias a su
obediencia, hoy nosotros disfrutamos de la gracia divina a través de la
fe (Heb. 11:8).
B. La FE como aspecto del Fruto del Espíritu no es la que trae
salvación, ni la que obra milagros. Esta fe es fidelidad y obediencia a
Dios.
C. Cuan bajo sería para nuestras vidas espirituales, el obedecer
a Dios porque le tenemos (miedo), o porque temblamos ante a su
disciplina. Pero, cuán excelso es obedecer y serle fiel a Dios por amor,
por agradecimiento a la labor tan grande que realizó Cristo por nosotros
en la Cruz.
D. La fidelidad a Dios debe estar basada en Amor. Cuando hablo de
esta fidelidad hablo de la “verdadera fidelidad”, la cual obedece a ojos
cerrados a la voluntad y a la voz de Dios por amor a su nombre.
Nota: Entre algunas recomendaciones que Pablo da a los filipenses
en el capítulo 2 aparece específicamente en el versículo 12 una actitud
encomiable. Era que obedecían siempre, no cuando eran forzados por
la presencia de Pablo, sino también en su ausencia. La obediencia era
producto de la confianza que había depositado en Pablo y del amor que
los movía a agradar y ser fiel a Dios en todo.
Clase 37:
el carácter de un
verdadero discípulo 8.
manifestado en el fruto del espíritu
8. MANSEDUMBRE, HUMILDAD REFLEJADA POR AMOR:
A. La MANSEDUMBRE aquí señalada, no es rebajarse o opacarse
(reducirse) a sí mismo. Es humildad verdadera que no se considera a sí
mismo demasiado bueno como para realizar las tareas humildes.
B. La Palabra de Dios en Romanos 12:3, nos manda a no tener el
más alto concepto de nosotros que debemos tener. También podemos
interpretarlo, que no debemos poseer el más bajo.
Pablo establece para sí un equilibrio de su personalidad. No denigra
su propia sinceridad e integridad (2ª Cor. 1:23; Rom. 9:1,2), pero tampoco
se exalta a sí mismo indebidamente (Rom. 12:3).
Sus observaciones incidentales reflejan el concepto que tenía de sí
mismo (1ª Cor. 3:5; 2:3; 9:16; 2ª Cor. 3:5).
Nota: La HUMILDAD no se incluye en los pensum y prospectos de
los cursos dictados en la iglesia, se aprende de la medida que amamos a
Jesús, para poder reflejar el carácter de Jesús al mundo. Jesús dijo: “El que
quiere hacerse grande entre vosotros sea vuestro servidor” (Mar. 10:43).
Jesús no enseñó a sus discípulos a hacer milagros, más bien les
dijo: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mat. 11:29). El
mandamiento es aprender de Él; claro, Él es nuestro paradigma y en Él
encontramos un vislumbrante cuadro de amor; todo lo dio por amor,
todo lo que hizo, lo ejecutó por amor. Toda su personalidad es la realidad
absoluta del amor.
Clase 38:
el carácter de un
verdadero discípulo 9.
manifestado en el fruto del espíritu
9. TEMPLANZA, BAJO CONTROL DEL AMOR:
Es auto control. El verbo correspondiente se utiliza para los atletas
que deben ejercer autocontrol en todo si es que desean ganar (1ª C. 9:25).
El Espíritu nos ayuda a controlar los impulsos, deseos y pasiones. Pero
hay una parte que nosotros debemos realizar. Es cooperar con el Espíritu
en la disciplina de nosotros mismos. La colaboración o cooperación
es parte, no sólo de desprestigiarnos a nosotros mismo y a la obra, si
llegamos a fallarle a Dios, no es cuestión de ética, sino de Amor a Dios
y a su obra.
conclusión
A. Si se desea el Fruto del Espíritu hay que cultivarlo, Dios hace su
obra, nosotros tenemos nuestra parte.
B. Pedro nos llama a mostrar con toda diligencia los mismos aspectos
de Fruto del Espíritu (2ª de Pedro 1:5-7).
C. Recuerda que el primero y principal Fruto del Espíritu es el
AMOR. El fruto de la vida divina dentro de los cristianos y puede ser
desarrollado sólo por una vida muy cerca de CRISTO.
D. El desarrollo de los ocho (8) aspectos siguientes al Amor, se
manifestaran a la medida que amemos.
Discipulado parte 3 para llevar una vida en cristo

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Discipulado parte 3 para llevar una vida en cristo

  • 3. Editorial Genesaret Dirección Editorial: Abygail Magrini Grupo Editorial: Ana Nava Mariam Nava D’melys Sánchez Denice Urdaneta Valeria Urdaneta Ilustración: José Hernández Diseño: Nora Bravo Material reeditado, original de Ap. Arnoldo Linares. Primera Edición, 2018. Discipulado tercera parte
  • 4. Clase 1: manteniendo un corazón limpio. Clase 2: leyes de siembra y cosecha. parte 1. Clase 3: leyes de siembra y cosecha. parte 2. Clase 4: oración eficaz. Clase 5: metamorfosis de un hombre. Clase 6: conquista tus sueños. Clase 7: conciencia de prosperado. Clase 8: actitudes para lograr el el destino y el propósito. Clase 9: la vida de éxito. Clase 10: la motivación del discípulo. Clase 11: rama fructífera. Clase 12: convocación y reino. Clase 13: equivocación costosa. Clase 14: cinco relaciones del discípulo 1. Clase 15: cinco relaciones del discípulo 2. clase 16: cinco relaciones del discípulo 3. clase 17: cinco relaciones del discípulo 4. clase 18: cinco relaciones del discípulo 5. clase 19: La dieta del discípulo: La información. clase 20: La dieta del discípulo: la formación. clase 21: La dieta del discípulo: la revelación. clase 22: La dieta del discípulo: la transformación. clase 23: la metodología de Jesús 1. clase 24: la metodología de Jesús 2. clase 25: la metodología de Jesús 3. clase 26: la metodología de Jesús 4. clase 27: la metodología de Jesús 5. clase 28: la metodología de Jesús 6. clase 29: la metodología de Jesús 7. clase 30: el carácter de un verdadero discípulo 1. clase 31: el carácter de un verdadero discípulo 2. clase 32: el carácter de un verdadero discípulo 3. clase 33: el carácter de un verdadero discípulo 4. clase 34: el carácter de un verdadero discípulo 5. clase 35: el carácter de un verdadero discípulo 6. clase 36: el carácter de un verdadero discípulo 7. clase 37: el carácter de un verdadero discípulo 8. clase 38: el carácter de un verdadero discípulo 9. índice
  • 5. Clase 1: manteniendo un corazón limpio. (PUEDO SOPORTARLACRÍTICADELMUNDO,YAÚN LADE MIS AMIGOS CRISTIANOS, SI MI CORAZÓN ESTÁ LIMPIO DELANTE DE DIOS) Me urge mantener una buena conciencia ante Dios. Tengo una buena conciencia cuando no hay nada dentro de mí que ofenda a Dios. Ella se cultiva caminando cerca de Dios. Cuánto más lejos viva de Dios, tanto más endeble será mi conciencia, demasiado debilitada por el contacto excesivo con el mundo. Gracias a Dios, ningún discípulo tendrá jamás la conciencia muerta, encallecida o con la sensibilidad “perdida” (Efesios 4:19 RVA). Tampoco ningún discípulo sufrirá de conciencia maligna, o torcida. Una buena conciencia no se adquiere de manera automática. Es el resultado del hábito de llevar un “corazón reprendido” ante Dios, quien es mayor que mi conciencia. Por su poder él lleva gradualmente mi conciencia hacia el mismo estado de sensibilidad suya (1 Juan 3:9-21). Mi objetivo debe ser vivir delante de Dios con un corazón “que no me reprende” (una conciencia limpia). Así puedo “tener confianza delante de Dios” (v. 21). Nada debilita más mi conciencia y destruye mi eficacia en el servicio que todo aquello guardado en mi vida que no recibe la aprobación de Dios. Debo vivir de tal manera que mi corazón no me reprenda. Puedo soportar la crítica del mundo, y aún la de mis amigos cristianos, si mi corazón delante de Dios. Nunca debo vacilar ante la crítica a expensas de mi conciencia, porque eso significaría negar o ignorar mi conciencia. Tampoco debo permitir jamás que las conciencias de otros dicten lo que mi conciencia tiene la obligación de ser delante de Dios. Por esa razón, es preciso resistir la presión social al conformismo, sin olvidar mi responsabilidad personal ante Dios. El convertirse en barro moldeado por la sociedad es negar mi “buena conciencia” ante Dios. Siempre debo dejar que él sea mi moldeador y alfarero (Jeremías 18:6), para que no sólo llegue a ser un vaso útil, sino una persona hecha sensible al pecado, tal y como él mismo lo es. “Por eso, lo que sufren según la voluntad de Dios, que encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien.” 1 Pedro 4:19.
  • 6. TEXTO: MATEO 13: 3-9 DHH 3 Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: “El sembrador salió a sembrar su semilla. 4 Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron. 5 Otra parte cayó en pedregales lugares, donde no tenía mucha tierra. Y brotó pronto, porque la tierra no era profunda. 6 Pero cuando salió el sol, la planta se quemó, y se secó porque no tenía raíz. 7 Otra parte cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron. 8 Aún otra parte cayó en buena tierra, donde se produjo un centenar de cultivo, sesenta o treinta veces lo que se sembró. 9 El que tenga oídos, que oiga”. introducción A. Hay que sembrar para cosechar. B. Hay que conocer las leyes que la rigen. C. Son leyes inexorables. presentación I. SE DEBE TENER LO ESENCIAL. MATEO 13:3 y 24. A. Disposición para sembrar. B. Una buena semilla. C. Un buen terreno. II. SEMBRAR EN BUEN TERRENO. MATEO 13:8. | LUCAS 8:8. A. Debe ser buen terreno para no malgastar la semilla. B. Debe ser terreno adecuado libre de cizaña. C. Debe ser terreno de buena producción. III. LA SEMILLA DEBE SALIR DE NUESTRO CORAZÓN. JUAN 12:24. A. No debe ser más útil para nosotros. B. Debe morir. C. No recordar la siembra. D. Pensar en cosecha. IV. SE DEBE SEMBRAR UNA SEMILLA ESPECÍFICA. GÁLATAS 6:7-8. A. Lo que se quiere cosechar. B. Lo que se quiere recibir. C. Se cosechará lo que se siembra. Clase 2: leyes de siembra y cosecha. (parte 1)
  • 7. V. SE FIJA EL MONTO DE LA COSECHA AL SEMBRAR. 2 CORINTIOS 9:6. A. Se cosecha escasez, cuando se siembra de manera escasa. B. Se siembra abundancia cuando se siembra generosamente. C. Se cosecha necesidad, cuando se siembra en esta clase de terreno. D. Se siembre éxito, cuando se siembra en terrenos exitosos. VI. DESPUÉS DE SEMBRAR, SE DEBE VELAR POR LA COSECHA. CANTARES 2:15. A. Hay que cuidar las viñas de las pequeñas zorras. B. El enemigo siempre quiere sembrar cizaña en nuestro campo. Mt 13:25. C. Es una virtud cuidar lo que viene de Dios. D. Porque representa nuestra prosperidad. E. Porque es lo que sustentará el futuro. VII. ESPERAR CON PACIENCIA EL TIEMPO DE LA COSECHA. A. El tiempo de la siembra y a cosecha no es el mismo. Eclesiastés 3:1-2. B. Esperar con paciencia es una virtud. Hebreos 6:12. C. Para obtener la promesa es necesaria la paciencia. Hebreos 10:36. D. Es necesario esperar para recoger. Eclesiastés 11:1. E. Se debe esperar sin cansancio y sin desesperación. Gálatas 6:9. VIII. SE DEBE SEMBRAR HACIA LO NUEVO, NO HACÍA EL PASADO. A. Porque trae expectación de riquezas. Génesis 26: 12-13. B. Porque se puede recuperar lo perdido. Filipenses 3: 13-14. C. Porque alienta la esperanza. 1 Corintios 9:9. D. Porque nos hace olvidar lo pasado. Filipenses 3: 13-14. conclusión Las leyes de siembra y cosecha son usadas en todos los actos de nuestra vida. Tenemos cosecha de acuerdo a lo que hayamos sembrado con nuestras palabras, acciones o dinero. Siempre habrá buenas o malas cosecha. Todo dependiendo de nuestra semilla. En el próximo mensaje o bosquejo, se explican las 8 leyes restantes que son inexorables si queremos tener una cosecha buena en nuestro terreno. Clase 3: leyes de siembra y cosecha. (parte 2)
  • 8. XIII. RECONOCER QUE LA SIEMBRA ES MILAGROSO, NO MÁGICA. A. Porque representa el Reino de Dios. Marcos 4:26. B. Porque toma su tiempo para brotar. Marcos 4:27. C. Porque el hombre no sabe cómo se produce la vida de la semilla. Marcos 4:27. D. Porque es virtud de la tierra, producir fruto. E. Porque el crecimiento de la planta lo demuestra. Marcos 4:28. F. Porque se necesita tiempo para que madure el fruto. Marcos 4:29. XIV. LA SIEMBRA ES HUMANA, LA COSECHA ES RECOMPENSA DE DIOS. 1 CORINTIOS 3:6-9. A. Por el trabajo. B. Por la fe. C. Porque es compromiso de Dios. D. Porque la palabra no miente. XV.LACOSECHAESSOBRENATURALCONDESTINONATURAL, EL HOMBRE. A. Porque contiene la vida de Dios. B. Porque es don de Dios. Génesis1:29-30. C. Porque es la manera de sostener ministerios. 1 Corintios 9: 9-11. XVI. ELPROCESO DE SIEMBRAYCOSECHAES UNASOCIEDAD. A. Es una cooperación de Dios al hombre. 1 Corintios 3: 9. B. Es una promesa del Señor al sembrador. Malaquías 3: 8-12. conclusión Se debe insistir en sembrar; nunca se debe desmayar; además se deben cumplir todas las leyes que se han descrito en el anterior bosquejo como en este; no hacerlo es dañar la cosecha y no recibir lo prometido por Dios. Lasiembraylacosechaeslamayorbendiciónomaldiciónquetenemos de acuerdo a la semilla que sembramos y al proceso que seguimos. A muchos se les ha dañado la cosecha por hacerlo no según lo ordenado por Dios, sino al parecer propio. TEXTO: MATEO 13: 3-9 3 Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: “El sembrador salió a sembrar su semilla. 4 Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron. 5 Otra parte cayó en pedregales lugares, donde no tenía mucha tierra. Y brotó pronto, porque la tierra no era profunda. 6 Pero cuando salió el sol, las plantas se quemó, y se secó porque no tenía raíz. 7 Otra parte cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron. 8 Aún otra parte cayó en buena tierra, donde se produjo un centenar de cultivo-a, sesenta o treinta veces lo que se sembró. 9 El que tenga oídos, que oiga”. introducción A. Se tiene que seguir con el proceso al pie de la letra. B. Se tiene que seguir insistiendo con las leyes restantes. C. Se debe rechazar el cansancio. D. Se tiene que desechar la desesperación. presentación IX. LA COSECHA TIENE COSTO. A. En el día de la siembra. Juan 4:36-37. B. Durante el crecimiento de la planta. Marcos 4:28. C. Más grande en el día de la cosecha. Isaías 18:5. X. PARTE DE LA COSECHA SE DEBE VOLVER A SEMBRAR. A. Porque se recibe de Dios. 1 Crónicas 29:14. B. Porque es una manera de asegurar el pan. 2 Corintios 9:10. C. Porque es señal de agradecimiento. Colosenses 3:15. XI. GRAN PARTE DE LA COSECHA ES DEL LABRADOR. A. Por su trabajo. 1 Corintios 9:10. B. Por recompensa a su esperanza. 1 Corintios 9:10. C. Porque es fruto de su siembra. Filipenses 4:15-17. XII. NO PENSAREN LO PASADO, SI FALLALASIEMBRAVOLVER A SEMBRAR. A. Porque Dios lo hizo. Él es nuestro mayor ejemplo. 1 Corintios 15:22- 23. B. Para recuperar lo perdido. Abdías 1:17 C. Para ser ejemplo a los demás. Juan 13:15-16. D. Para arrebatarle al diablo lo que nos ha quitado. Proverbios 6:30-31.
  • 9. TEXTO: SANTIAGO 5: 14 ¿no está enfermo alguno de ustedes? Haga LLAMAR a los Ancianos de la iglesia para que oren por Él y lo unjan conAceite en el Nombre del Señor. introducción A. Es comunicación entre dos o más personas. B. La dirigida a Dios debe ser eficaz. C. Se debe definir qué significa: Eficaz. I. SE COMIENZA PREGUNTANDO A DIOS: ¿QUÉ QUIERES DE MÍ? A. Él desea nuestra adoración y alabanza. B. Él desea que expresemos nuestro agradecimiento. C. Él desea establecer comunión con nosotros a través de la oración. II. RESULTADO DE LA ORACIÓN NO EFICAZ. A. No puede nada. B. No determina nada. C. No tiene dirección. D. Es limitante. III. RESULTADOS DE LA ORACIÓN EFICAZ. A. Puede mucho. B. Mueve la mano de Dios. C. Logra lo imposible. D. No tiene límites. IV. PRODUCTOS PERSONALES DE LA ORACIÓN EFICAZ. A. Nos hace conocer las promesas. 2 Pedro 1:3-10 B. Nos impulsa a hacer proezas. Santiago 5:16-18. C. Nos hace reconocer nuestra naturaleza nueva. 1 Pedro 2:9-10. D. Nos hace prósperos. Mateo 6:33. E. Multiplica nuestros activos. Mateo 7:7-12 F. Activa nuestra comunión con Dios. Salmo 25:14. G. Nos ayuda para no caer en tentación. 1 Tesalonicenses 5:17 | Mateo 26:41. conclusión La oración eficaz, nos hace decisivos y por ello nos hace aceptar desafíos, que parecen difíciles de realizar, pero que al orar al Padre Clase 4: oración eficaz.
  • 10. Celestial; por medio de la oración nos da direcciones de cómo lograr la provisión. Además esta clase de oración, nos hace más que vencedores usando el nombre que es sobre todo nombre y nos ayuda a sobrepasar la tentación sin caer. Debemos procurar no usar vanas palabrerías, sino hacerla de una manera eficaz que es teniendo fe en aquel que nos llamó a ser sus hijos. Clase 5: metamorfosis de un hombre.
  • 11. TEXTO: GENESIS 32:22-32 22-23 Esa misma noche Jacob se levantó, tomó todas sus posesiones, y junto con su familia cruzó el arroyo Jaboc. 24 Y luego él solo regresó al otro lado y allí luchó con un desconocido hasta que el sol salió. 25 Cuando el desconocido se dio cuenta de que no podía vencer a Jacob, lo golpeó en la cadera, y se la zafó. 26 Entonces el desconocido le dijo: —¡Suéltame! ¡Ya salió el sol! Pero Jacob le respondió: —No te suelto si no me bendices. 27 El desconocido le preguntó: —¿Cómo te llamas? Cuando Jacob le dio su nombre, 28 el desconocido dijo: —Ya no te vas a llamar Jacob. Ahora vas a llamarte Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. 29 Entonces Jacob le dijo: —Ahora te toca decirme cómo te llamas. Pero el desconocido respondió: —¡Pues ya debieras saberlo! Luego bendijo a Jacob, 30 y por eso Jacob llamó a ese lugar Penuel, pues dijo: «¡He visto a Dios cara a cara, y todavía sigo con vida!» 31 Cuando el sol salió, Jacob se fue de Penuel, pero iba cojeando. 32 Por eso hasta el día de hoy los israelitas no comen del músculo que cubre la cadera de ningún animal, porque fue allí donde Jacob fue golpeado. introducción A. Todo en la vida sufre cambios. B. Debemos buscarlos para bien de nuestras vidas. C. En Jacob vemos este proceso. I. EN UNA CAMBIO, EL PROCESO SE ENFRENTA SOLO. Vs. 22-24a. A. Para no exponer a los que nos rodean. B. Para sincerarnos con Dios. II. SE DEBE LUCHAR CON AHINCO. Vs. 24b-26. A. Se debe luchar sin desmayar. B. Se debe hacer por la bendición que deseamos. C. Insistir hasta que logremos el objetivo. III. SE DEBE APROVECHAR LA OPORTUNIDAD. Vs. 26. A. Podría ser la última que tengamos. B. Ser específico en nuestra demanda. IV.DEBEMOS TENER PRESENTE NUESTRA IDENTIDAD. Vs. 27- 28a. A. Reconocer lo Jacobino que está en nosotros. B. Debemos hacerlo queriendo ser cambiados. C. Aceptar la bendición de ser Israel o Príncipe de Dios. V. DEBEMOS ESTAR DISPUESTOS A PERDER. Vs. 28b. A. El carácter de engañador. B. La debilidad por estar heridos. C. La irresponsabilidad. D. Afán desmedido por las riquezas. E. El futuro de derrota. F. El mal futuro familiar. VI. ACEPTAR LO QUE GANAMOS EN EL PROCESO. Vs. 28c. A. Ser llamados hombres de Dios. B. Adquirir nueva fortaleza. C. Ser generosos. D. Tener mayor responsabilidad. E. Vivir en prosperidad. F. Nuestra descendencia designada como pueblo de Dios. VII. NUNCA PREGUNTES EL PORQUE DE LAS COSAS. Vs. 29. A. Porque anulas el proceso de la bendición. B. Porque se tiene que comenzar una nueva bendición. VIII. CONFIESA LO SIGUIENTE. Vs. 30. A. Tu encuentro con Dios. B. La cercanía del Él contigo. C. La libertad de tu alma. IX. MARCA TU PENIEL. Vs. 31a. A. No como lugar de altercado con Dios. B. Hazlo como lugar de pacto. C. Para no olvidar que todavía cojeas. X. APROVECHA EL NUEVO DÍA. Vs. 31b. A. Te ha salido el sol en tu cambio. B. En ese nuevo día hay nuevas oportunidades.
  • 12. XI. NUNCA OLVIDES TU FRAGILIDAD. Vs. 32. A. Para no llenarte de orgullo. B. Para ser humilde. C. Para reconocer la grandeza de Dios en ti. conclusión Existen oportunidades cuando podemos cambiar nuestra vida, nuestro entorno y la vida de los nuestros. Debemos aprovecharlas, pues en ellas está nuestra metamorfosis para ser hombres y mujeres nuevos y así brindar mejor servicio a Dios. Anhelemos ese cambio, esto vendrá y aunque sea de manera dolorosa, será provechoso para nuestra vida. Clase 6: conquista tus sueños.
  • 13. B. Aumenta tu capacidad económica. C. Te engrandece. D. Te hace poderoso. E. Aumenta tus posesiones. IX. NO LE TEMAS A LOS ENEMIGOS. Vs. 14b-17. A. Ellos te temen a ti a causa de tu prosperidad. B. Recuerda que el Todopoderoso está contigo. C. La crítica y la envidia de ellos, es una señal de tu triunfo. X. SIGUE TRABAJANDO, CAVA OTRO POZO. Vs. 18-22. A. No desmayes a causa de la persecución. B. La insistencia, siempre vence. XI. MANTENTE EN COMUNIÓN CON DIOS. Vs. 24. A. Para tu seguridad. B. Para alejar el temor. C. Para asegurar sus promesas. XII. MANTEN SIEMPRE UN ALTAR DE ADORACIÓN. Vs. 25. A. Por las múltiples bendiciones de Dios. B. Para asegurar tu vivienda. Planta allí tu tienda. XIII. NO RECHACES A LOS CONTRARIOS CUANDO VIENEN A TI. Vs. 26-31. A. Porque reconocen que Dios está contigo. B. Por anhelar la bendición que reposa sobre ti. C. Comparte tu pan con ellos. D. Despídelos en paz. XIV. MANTEN SIEMPRE EXPECTATIVAS. Vs. 32. A. De un milagro que esperas. B. De la capacidad que tiene Dios para asombrarte. XV. SIEMPRE MANTEN ACTIVO EL PACTO CON DIOS. Vs. 33. A. Dios siempre es fiel a su pacto. B. Beerseba es sinónimo del pacto de Abraham, nuestro padre en la fe. TEXTO: GÉNESIS 26. (LEER) introducción A. Sueños pueden determinar nuestro futuro. B. Siempre debemos tener sueños y anhelos, pues ellos nos dan vida. C. Debemos practicar acciones para que estos se hagan realidad. D. Isaac, es prototipo del creyente. I. DESTRUYE MALA HERENCIA DE MALDICIÓN. Vs. 1. A. La de la generación anterior. B. La de tu generación. II. MANTENTE EN EL LUGAR ADECUADO. Vs. 2. A. No desciendas a Egipto. No uses ética del mundo. B. Sigue la ética de Dios. Habita en su terreno. III. TU CIUDADANÍA ES DEL CIELO. Vs. 3a. A. De allí viene tu bendición, no de tu astucia. B. Asegúrate de la presencia de Dios contigo. IV. HABILITA LAS PROMESAS. Vs. 3b. A. Las tuyas propias. B. Las de tu descendencia. V. DETERMINA SER UN FACTOR MULTIPLICADOR. Vs. 4. A. Para tu descendencia. B. Para todos los que te rodean. C. En todo lo que Dios te da para administrar. VI. ESTA ATENTO A LA VOZ DE DIOS. Vs. 5. A. Para escuchar sus directrices. B. Para no equivocarte en el camino. VII. PRACTICA UNA LEY INQUEBRANTABLE. Vs. 12. A. Siembra una buena semilla. B. Siémbrala en un buen terreno. C. Cosecha la prosperidad que Dios quiere darte. VIII. FRUTOS DE UNA PROSPERIDAD INTEGRAL. Vs. 13-14. A. Te enriquece.
  • 14. XVI. TU MAYOR SUEÑO DEBE SER DISCIPULAR A TUS HIJOS. Vs. 34-35. A. Isaac, no lo supo hacer, uno fue ladrón; otro tomo yugo desigual. B. Nuestra mayor satisfacción es que nuestros hijos siguen nuestras pisadas. C. Toda herencia debe ser material y espiritual. conclusión Quien no tiene sueños, nunca tendrá nada en la vida. La conformidad será su compañera siempre. Quien tiene sueños debe ponerle metas a corto, amediado y largo alcance para que este se convierta en una visión y una realidad. Hay maneras deponerle metas a nuestros sueños y esto debemos hacerlo con solicitud para que veamos cómo se cumplen nuestros deseos y anhelos. Clase 7: conciencia de prosperado.
  • 15. F. Fue puesto en la cárcel. (Gén. 40:1-23) VI.EL TIEMPO DEL PROCESO. A. Sirvió un tiempo no determinado en casa de Potifar. (Gén. 39:3-4) B. Estuvo dos años en la cárcel injustamente. (Gén. 41:1) C. Duró 13 años desde que fue vendido hasta que interpretó el sueño de Faraón. VII. EL CUMPLIMIENTO DEL TIEMPO. A. La interpretación de un sueño. (Gén. 41:1-36) B. Resultados de la interpretación. (Gén. 41:37-46) C. Llega la prosperidad soñada. (Gén. capítulos 42 al 46) - Reconocimiento por parte de Faraón. - Terrenos. Le fue entregado todo el territorio de Egipto. - Autoridad por encima de los demás gobernantes de Egipto. - Joyas y ropa fina. - Buen transporte. El segundo carro de Faraón. - Honra. Todos debían doblar las rodillas delante de él. - Buen linaje. Lo casaron con una de las mujeres más lindas de Egipto. - Todo lo logró siendo joven. 30 años. VIII. EL SECRETO. A. Confió en promesa. B. Supo esperar. C. No se quejó. D. Supo servir. E. Supo discernir el propósito de Dios. F. Supo manejar el rencor contra quienes lo dañaron, a su debido tiempo. G. Se guardó santo. H. Tuvo visión profética. I. Se guardó humilde. conclusión Lo anterior fue escrito para nuestra información y edificación. Quien sigue los pasos de José, prospera aunque las circunstancias estén en su contra. Hay que insistir y creer las promesas de Dios. La prosperidad viene con la cosecha y con no perder la conciencia de prosperado. Esto último es vital para el que quiere prosperar. GÉNESIS 39:1 Cuando José fue llevado[a] a Egipto, Potifar, un oficial egipcio de Faraón, capitán de la guardia, lo compró a los ismaelitas que lo habían llevado allá. introducción A. José era rico. Estaba cómodo con las posesiones de su Padre. B. Por ser mimado era odiado por sus hermanos. C. Quedó pobre al ser vendido como esclavo. D.Quienes quieren ser prosperados, deben seguir los siguientes principios que practicó José. presentación I. NO MIRAR LO QUE SE VE. (Génesis 39: 1; Cor. 4:18) A. Que estaba desnudo. B. Que estaba vendido como esclavo. C. Que no tenía nada de posesiones. II. MIRAR LO QUE NO SE VE. (Génesis 39:2; 2 Cor. 4:18) A. Las promesas de Dios. B. La Prosperidad. C. Lo eterno. III.COMIENZO DE TODO UN SUEÑO. (Génesis 37: 5-10) A. Hay que tener sueños. B. Hay que convertir el suelo en visión poniéndole metas a largo mediano y corto alcance. C. Hay que soñar despierto pues se tiene control del sueño. IV. LO QUE DESPIERTA EL SUEÑO. (Génesis 37:11 y 19-22) A. Crítica. B. Odio. C. Envidia. V. EL PROCESO. A. Aborrecido por sus hermanos. (Gén. 37:3-4) B. Fue víctima de un complot. (Gén. 37:19-22) C. Despojado de sus pertenencias. (Gén. 37:23) D. Vendido como esclavo. (Gén. 37:27-28) E. Llevado a otra tierra. (Gén. 39:1 y 3:23)
  • 16. ROMANOS 8:18-27 La gloria futura 18 Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada. 19 Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió, en la esperanza 21 de que la creación[a] misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios. 22 Pues sabemos que la creación entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora. 23 Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve?[b] 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia[c] lo aguardamos. Victoriosos en Cristo 26 Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles; 27 y aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir[d] del Espíritu, porque El intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios. introducción A. Tener la revelación de lo que nos toca hacer. B. Actuar de acuerdo a esa revelación. C. Alcanzar la meta para la cual fuimos creados. I. TENER UNA REVELACIÓN DEFINIDA AL RESPECTO. (Vs. 18) A. Que las aflicciones presentes son pasajeras. B. Que las glorias venideras son superiores. C. Que se van a manifestar de acuerdo a nuestras actitudes. D. Que la creación aguarda la manifestación gloriosa de los hijos de Dios. II. TENER UNA META DE ESPERANZA. (Vs. 19-21) A. Porque existe el anhelo de esperanza de la creación. B. Porque la creación fue sujetada a vanidad y espejismos. C. Porque la cautividad no era la voluntad perfecta de Dios. D. Porque Dios desea usar al que la sujetó para su liberación. E. Porque El no quiere para su creación corrupción, sino libertad gloriosa. III. TENER UNA ESPERA CON ESPECTATIVA. (Vs 22-23) A. La liberación. Clase 8: actitudes para lograr el destino y el propósito.
  • 17. B. Las primicias del Espíritu. C. Lo expresa con gemidos. D. Se incluye al humano y al asiento humano. IV. TENER UNA INSISTENCIA QUE AGUARDA. (Vs 23) A. Para esperar la adopción que nos capacita. B. Para esperar la redención de nuestro cuerpo. C. Para ejecutar lo demandado. V. TENER CONSTANCIA PARA LOGRAR EL OBJETIVO. (Vs 24) A. No viviendo por vista. B. Viviendo por fe. C. Viviendo esperanzado en las promesas. VI.TENERPERSEVERANCIAPARAQUEBRARLARESISTENCIA. (Fil 4:6) A. Con peticiones de fe. B. Con toda oración del principio de acuerdo. C. Con ruegos de acuerdo a las promesas. D. Con acción de gracias anticipada. E. Con súplicas en el Espíritu. F. Con actitud de fe, esperando lo prometido. VII. TENER PACIENCIA PARA ESPERAR LO PROMETIDO. (Vs 25) A. Para aguardar lo prometido sin desesperarnos. B. Para no tener alteración en el ánimo. C. Para no ser víctimas de la ansiedad. VIII. TENER EVIDENCIAS PARA CONSERVAR LA SEGURIDAD. (Vs 25) A. Viendo lo imposible hecho posible. B. Recordando los milagros pasados. C. Observando la majestad de la creación. IX. TENER LA AYUDA DE DIOS PARA LOGRAR EL OBJETIVO. (Vs 26) A. Porque no sabemos pedir como conviene. B. Porque el Espíritu sí sabe cómo pedir la ayuda. C. Porque es la labor del Espíritu interceder por los santos. D. Porque el Espíritu conoce la voluntad perfecta de Dios. conclusión EldeseodeDiosesqueseamosmásquevencedores,peroquelogremos eso. Él nos ha dotado de ciertas actitudes que tenemos que poner en acción para que logremos lo cometido. Las anteriores actitudes están diseminadas en todo el pasaje descrito arriba, para que las conozcamos y practiquemos. De no hacerlo, sólo nos queda la desesperanza, pero haciéndolas, se nos asegura la victoria para la cual fuimos creados.
  • 18. 2 CORINTIOS 2:14-17 Triunfantes en Cristo 14 Gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento. 15 Porque fragante aroma[a] de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden; 16 para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién está capacitado[b] ? 17 Pues no somos como muchos, que comercian con[c] la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios y delante de Dios hablamos en Cristo. introducción A. Éxito es sobresalir en todas las etapas de la vida y alcanzar todas las metas propuestas. B. Existen diferentes clases de éxito: El material, el físico y el espiritual. presentación I. ¿QUÉ ES ÉXITO? A. Tener recursos monetarios. B. Lograr buenas relaciones familiares. C. Influenciar y afectar a la sociedad. D. Tener buena salud. E. Lograr un buen balance material-espiritual. II. ¿QUIÉNES LO PUEDEN LOGRAR? A. Un inmigrante. Abraham (Gén. 13:1-2) B. Un hacendado. Isaac (Gén. 26:12-16) C. Un obrero. Jacob (Gén. 30:43) D. Un ex presidiario. José (Gén. 41:37-44) E. Todo el que quiera. (Juan 1:12 | Rom. 8:17 | Gál. 3:29) III. ¿CÓMO SE PUEDE LOGRAR? A. Tener visión de lo que se quiere. (Joel 2:28) B. Entrar en sociedad con Dios. (Deut. 14:26) C. Mantener un lenguaje de éxito. (Prov. 18:21) E. Relacionarse con gente de éxito. (Prov. 13:20-21) IV. ¿PARA QUÉ SIRVE EL ÉXITO? A. Para alcanzar metas. B. Para ser buen ejemplo a otros. C. Para tener una vida satisfactoria. Clase 9: la vida de éxito.
  • 19. D. Para dejar huellas tras nosotros. E. Para aumentar nuestra capacidad intelectual. F. Para empujar el Reino de Dios. V. ¿QUÉ SE PUEDE HACER CON EL ÉXITO? A. Influenciar a la sociedad. B. Crear una sociedad conforme al deseo de Dios. C. Crear nuevas fuentes de trabajo. D. Retar a otros a lograrlo. VI. ¿EN QUÉ ÁREAS SE DEBE LOGRAR EL ÉXITO? A. En lo social. B. En lo físico. C. En lo familiar. D. En lo económico. E. En las relaciones de amistad. F. En las relaciones obrero – patrón. G. En las relaciones conyugales – sexuales. H. En las relaciones padres – hijos. I. En las relaciones fraternales. J. En lo espiritual. conclusión El éxito es esquivo a quienes son perezosos. No es sólo patrimonio de los inteligentes, sino también lo es de los diligentes, al seguir las anteriores pautas se puede lograr, no importando nuestro status de vida, económica, social, cultural e intelectual. El éxito nos espera en cualquier etapa de la vida y lo logran quienes se dedican a ello y tienen un alto deseo de alcanzarlo. Clase 10: la motivación del discípulo.
  • 20. cuando se espera de una fuente errónea.Al dar, oraro ayunar, lo hacemos para la Gloria de Dios o para la nuestra; y la una cancela a la otra. Si tomamos la posición de que desear la recompensa es inmoral o no suficientemente espiritual, pareceríamos ser más espirituales que nuestro mismo Señor. En la carta a los hebreos se dice de Él: El cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”. (12:2). Esto indica claramente que tenía en mente la compensación por los sufrimientos terrenales. También la idea de recompensa y castigo forma parte de nuestra misma naturaleza: “Quienes consideren innoble a la recompensa, - dijo el obispo Gore – ignoran los indestructibles y necesarios instintos de la naturaleza humana. No podemos separar amor a Dios del deseo de hallar nuestra felicidad en Dios. Esta parte de la personalidad es inseparable. Debemos anhelar satisfacción, reconocimiento y aprobación en última instancia, pero tenemos que buscarlo en forma correcta: de parte de Dios”. La naturaleza de las recompensas que Dios imparte a sus hijos no es material sino espiritual. Para quienes anhelan recibir alabanzas de los hombres, las recompensas que Dios ofrece le resultaran muy poco atractivas. Sólo el hombre espiritual las puede apreciar. Una vida santa tiene su propia recompensa en el presente, al tomar conciencia de la aprobación divina. La conducta siempre es recompensada de acuerdo con el motivo que la inspira. El verdadero criterio del valor eterno de un acto está en la calidad del motivo que lo impulsa. De ninguna manera está ligada la recompensa al acto en sí. No se puede obtener por ningún logro humano. Es la expresión de la pura y abundante generosidad de Dios hacia aquellos que buscan su gloria por encima de las alabanzas de los hombres. Cada una de estas tres manifestaciones visibles de la devoción del hombre – ofrenda, orar y ayunar – son sumamente susceptibles a ser realizadas con motivaciones indignas. Uno puede dar dádivas sin pensar siquiera en el que la recibe, sino sólo para obtener la buena reputación de ser generoso. Al orar uno puede al mismo tiempo estar más preocupado por la impresión que la oración hace sobre la audiencia, que en su aceptación por Dios a quien se ofrece tan manifiestamente. TEXTO: MATEO 6:1 Cuando ustedes hagan una buena acción, no lo anuncien por todos lados; de lo contrario, Dios su Padre no les dará ningún premio. introducción Jesús advierte a sus discípulos sobre un doble riesgo. Primero, el de realizar actos de devoción para “servistos”, por los hombres: Ostentación yautopromoción. Segundo, no manteneren privado la clase de devoción profesada en público: Hipocresía. No debían “hacer como los hipócritas”. La lección fundamental del párrafo es que la vida del discípulo debe ser vivida primordialmente en la presencia de Dios. “Tu Padre que ve en lo secreto”, y sólo en forma secundaria ante los hombres. Aunque no es insensible a la presencia de sus semejantes, el verdadero discípulo se preocupa más por la aprobación de Dios que por el efímero aplauso de sus contemporáneos. presentación I. LA RECOMPENSA COMO MOTIVACIÓN A. Esto pone en tela de juicio la validez de recompensas en la vida cristiana y la importancia crucial de la motivación de nuestras acciones. 1. Un crítico hindú aportó esta objeción al evangelio: “La moralidad de recompensa ha perdido la vigencia; de manera que el cristianismo y las misiones cristianas fundadas sobre la moralidad de recompensa dejó de captar las mentes de esta época que demandan una base más noble para la moralidad. 2. Evidentemente opinaba que la moralidad basada en una expectativa de recompensas carecía de buena motivación. Es verdad, por cierto, que el hombre que sólo es bueno porque le acarrea alguna ventaja, deja de ser bueno. Pero, por otra parte, si la idea de recompensa no es válida, si el fin del malo es igual que el del bueno, ¿No indicaría que la bondad es sólo un asunto de indiferencia? Debemos tener en mente dos hechos. Primero, que Jesús lejos de derogar la idea de recompensa, parece haberla dado por sentado. No condenó la perspectiva de recompensa con motivo indigno, sino sólo
  • 21. Uno puede auto disciplinarte por medio del ayuno, no para el beneficio espiritual que se deriva de dicha disciplina sino para obtener prestigio y reputación de santidad. En cada caso el acto estimable está viciado por el motivo deshonroso. No es que quienes así actúen no reciben recompensa pues Jesús dijo: “De cierto os digo que ya tienen su recompensa”. Reciben únicamente aquello que desearon y trabajaron para obtener: La pasajera y hueca alabanza de los hombres. Nada más recibirán de Dios. Ya han recibido plenamente su recompensa. Clase 11: rama fructífera.
  • 22. V. FRUCTÍFEROS EN LAS CIRCUNSTANCIAS. Vs. 26b-d. A. Bendiciones mayores de los progenitores. B. Bendiciones mayores de la creación. C. Bendiciones mayores de los que aborrecen. conclusión No importa que las circunstancias estén en contra, siempre debemos ser ramas fructíferas como lo fue José a pesar de ser vendido como esclavo, de ser probado como lo fue en la casa de Potifar, de ser puesto preso y a pesar del resentimiento que tuvo contra su casa. No nos debe importar el menosprecio de los nuestros y de la gente, con Dios somos rama fructífera. GÉNESIS 49: 22-26. Entonces Labán hizo una gran fiesta, e invitó a toda la gente del lugar. 23 Al llegar la noche, Labán tomó a Lía, se la llevó a Jacob, y Jacob tuvo relaciones sexuales con ella. 24 Como regalo de bodas, Labán le dio a su hija Lía una esclava llamada Zilpá. 25 A la mañana siguiente, cuando Jacob descubrió que se había acostado con Lía, le reclamó a Labán: —¿Por qué me engañaste? ¡Yo me comprometí a trabajar para casarme con Raquel! 26 Labán respondió: —No es nuestra costumbre que la hija menor se case antes que la mayor. introducción A. ¿Qué es ser fructífero? B. Un llamado a los cristianos. C. Es un llamado a la multiplicación. I. FRUCTÍFEROS EN TODO TIEMPO. Vs. 22. A. En su determinación de serlo. B. Plantados junto a una fuente; El Espíritu Santo. C. Sobre un fundamento; un muro. II. FRUCTÍFEROS AÚN EN LA PRUEBA. Vs. 23. A. A pesar de la amargura que brinda la vida. B. A pesar de ser herido. C. A pesar de la gente que te aborrece. III. FRUCTÍFEROS EN LA DEPENDENCIA. Vs. 24-25a. A. En tus propias fuerzas. B. En las fuerzas de Dios. C. En la fuerzas de tus amigos. D. En la fuerzas de tu familia. IV. FRUCTÍFEROS EN LAS BENDICIONES. Vs. 25b-26a. A. Del Dios omnipotente. B. De los cielos de arriba. C. Del abismo de abajo. Lo que el diablo tiene que devolver. D. De la madre que te amamantó y quien te llevó en el vientre. E. De tu padre que te engendró.
  • 23. GÉNESIS 49: 8-12. A ti Judá, te alabarán tus hermanos; Tu mano estará en el cuello de tus enemigos; Se inclinarán a ti los hijos de tu padre. 9 Cachorro de león es Judá; De la presa, hijo mío, has subido. Se agazapa, se echa como león, O como leona, ¿quién lo despertará? 10 El cetro no se apartará de Judá, Ni la vara de gobernante de entre sus pies, Hasta que venga Siloh[a] , Y a él sea dada la obediencia de los pueblos. 11 El ata[b] a la vid su pollino, Y a la mejor cepa el hijo de su asna; Él lava en vino sus vestiduras, Y en la sangre de las uvas su manto. 12 Sus ojos están apagados por[c] el vino, Y sus dientes blancos por[d] la leche. introducción A. En Judá, Dios nos convoca a reinar. B. En Judá, Dios nos manda a ser motivo de alabanza. C. En Judá, somos llamados a capturar botín. I. UN LLAMADO A SER EJEMPLOS. Vs. 8a. A. A nuestra parentela. B. A nuestra descendencia. C. A la gente que nos rodea. II. UN LLAMADO A LA CONQUISTA. Vs. 8b. A. De individuos para el Reino. B. De naciones enteras para Dios. C. De riquezas para el Reino. III. UN LLAMADO AL LIDERAZGO. Vs. 8c-9a. A. Para guiar a nuestras familias a la bendición. B. Para guiar su pueblo hacía Él. C. Para conducir la guerra. Clase 12: convocación y reino.
  • 24. IV. UN LLAMADO AL DESCANSO. Vs. 9b. A. Apenas a conducir las huestes victoriosas. B. En lugar seguro, como un león viejo. V. UN LLAMADO A UN REINO ETERNO. Vs. 10. A. A conducir con justicia su Reino. B. A legislar leyes justas. C. Como representante de Dios: Hasta que venga Siloh. D. Para congregar pueblos a su propósito. VI. UN LLAMADO PARA COSECHAR. Vs. 11a. A. La vid es tipo de plantes que dan cosecha. B. Pollino representa el trabajo de una generación nueva. C. Asna representa trabajo y reproducción. VII. UN LLAMADO A TENER ELEMENTOS PARA REINAR. Vs. 11b. A. Vino, tipo de la sangre de redención. B. Vestido, tipo de la gracia. C. Ojos, tipo de una nueva visión. D. Dientes blancos, tipo de la pureza de la confesión. E. Leche, tipo de la Palabra revelada. conclusión Estamos en tiempos de convocación a entrar a poseer las naciones y sus riquezas. Debemos aprestarnos para recibir una gran cantidad de personas, bienes y territorios que nos serán entregados, pero para recibir estas cosas, debemos estar apercibidos de que este es el tiempo y hacer las obras que Él nos demanda. Aprovechemos esta oportunidad y no la dejemos pasar de largo. Clase 13: equivocación costosa.
  • 25. 2 SAMUEL 6: 12-23 Y se dio aviso al rey David: “El Señor ha bendecido la casa de Obed Edom y todo lo que le pertenece a causa del arca de Dios.” Entonces David fue, y con alegría hizo subir el arca de Dios de la casa de Obed Edom a la ciudad de David. 13 Y cuando los portadores del arca delSeñor habían andado seis pasos, David sacrificó un buey y un carnero cebado. 14 David danzaba con toda su fuerza delante del Señor, y estaba vestido[a] con un efod de lino. 15 David y toda la casa de Israel hacían subir el arca del Señor con aclamación y sonido de trompeta. 16 Sucedió que cuando el arca del Señor entraba a la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, miró desde la ventana y vio al rey David saltando y danzando delante del Señor, y lo despreció en su corazón. 17 Metieron el arca del Señor y la colocaron en su lugar dentro de la tienda que David había levantado para ella, y David ofreció holocaustos y ofrendas de paz delante del Señor. 18 Cuando David terminó de ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre del Señor de los ejércitos. 19 Después repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, una torta de pan, una de dátiles y una de pasas a cada uno. Entonces todo el pueblo se fue, cada uno a su casa. 20 Pero alregresar Davidpara bendecir su casa, Mical, hija de Saúl, salió al encuentro de David, y le dijo: “¡Cómo se ha distinguido hoy el rey de Israel! Se descubrió hoy ante los ojos de las criadas de sus siervos, como se descubriría sin decoro un insensato.” 21 Y David dijo a Mical: “Eso fue delante del Señor que me escogió en preferencia a tu padre y a toda su casa para constituirme por príncipe sobre el pueblo del Señor, sobre Israel. Por tanto, locelebraré delante del Señor. 22 Y aún seré menos estimado que esto, y seré humillado ante mis propios ojos, pero con las criadas de quienes has hablado, ante ellas seré honrado.” 23 Y Mical, hija de Saúl, no tuvo hijos hasta el día de su muerte. introducción A. Equivocarnos puede resultar costoso. B. Equivocarnos puede resultar doloroso. C. Equivocarnos puede resultar en desgracia familiar. D. Equivocarnos puede resultar en desgracia para nuestra nación. E. Equivocarnos puede dañar nuestras actitudes. I. LA EQUIVOCACIÓN DE LA OCIOSIDAD. Vs. 16. A. No estar en la fiesta. B. Mirar desde afuera la fiesta. C. No sentir el gozo de la fiesta. D. No participar en la fiesta. E. Sentir amargura en el corazón por no estar en la fiesta. F. Desperdiciar una oportunidad de fiesta. II. LA EQUIVOCACIÓN DEL MENOSPRECIO. Vs. 16. A. La actitud no comprendida de quien alaba. B. Tener en poco la fiesta de Dios. C. No participar en los actos no comprendida de quien alaba. D. Tener una actitud de desprecio a la fiesta. E. No querer comprometerse por desprecio de la fiesta. III. LA EQUIVOCACIÓN DE LA CRÍTICA. Vs. 20. A. Hacerla contra un hombre de Dios. B. Hacerla contra el acto de adorar a Dios. C. Hacerla involucrando al pueblo. D. Hacerla para no seguir al líder. E. Hacerla en el momento menos conveniente. IV. LA EQUIVOCACIÓN DE EXHALTAR AL “YO”. Vs. 20. A. Es idolatría. B. Es quitar los ojos de Dios. C. Es levantarnos contra Dios. D. Es no tener enfocada la visión. V. EL PRECIO DE LA EQUIVOCACIÓN. Vs. 23. A. Esterilidad. B. No reproducirse. C. No generar descendencia. D. Terminar con el ciclo de vida familiar. E. Dejar de ser transmisor de una nueva vida. conclusión Las equivocaciones son frecuentes en muchos cristianos; algunas son pasajeras mientras que otras son costosas. El ejemplo de Mical la mujer de David está consignada en la Biblia para advertirnos del riesgo que tomamos en algunas equivocaciones. Una equivocación puede tener un alto costo que no sólo nos cobra precio a nosotros sino que también lo puede hacer con nuestra iglesia, familia o nación, dependiendo en lo que nos hayamos equivocado. Nunca el menosprecio por un acto de no comprendido de adoración a Dios, debe ser practicado por creyentes que deseen bendiciones de lo alto. Dios honra a los que le honran, pero aborrece y no puede proteger a aquellos que se equivocan y critican algún en cuanto a Dios se refiere.
  • 26. I. con Dios, como padre. Los judíos se relacionaban con Dios de una manera tan respetuosa, que llegaban a la frontera del temor. Para ello el Señor era tan Santo que no tenía que ver con los pecadores de este mundo. Por eso la religión judía estaba sellada por los ritos de purificación, a los que constantemente se tenía que recurrir para merecer estar limpios en la presencia de Dios. Todos los días y todo el día se lavaban y purificaban, por miedo a ser encontrados impuros frente a la tremenda Santidad de Dios. Era imposible tener alguna relación de familiaridad o confianza con el Dios de los Ejércitos. Incluso, el Nombre divino era tan sagrado, que ni siquiera se atrevían a pronunciarlo, sino que siempre se servían de sinónimos para referirse a Él. En estas circunstancias, apareció Jesús, atreviéndose a llamar a Dios con la expresión con la que un niño se dirige a su Padre: Abbá: Papá. Esto sonó a provocación y falta de respeto. O era la absoluta confianza en Dios, o la herejía más grande que hubiera surgido en la religión de Israel. Afirmaba que Dios era buena con todos, haciendo salir el sol sobre justos y pecadores. Si en Él había preferencias, no era por los justos, sino por los pecadores, a los cuales había enviado a su Hijo Único. Este aspecto constituía una completa novedad en la religiosidad de aquellos tiempos. Sin duda alguna que la característica más importante en un discípulo de Jesús, es que llama a Dios “Papá”,yse dirige a Él con la entrega ilimitada de un niño pequeño que confía plenamente en el amor incondicional de su padre. No puede existir un verdadero discípulo de Jesús, sino comparte con Él su filiación. Podríamos llegar a afirmar que la experiencia de ser una Hijo amado de Dios, es el rasgo primordial que configura al discípulo de Jesús. No puede haber discípulo que noviva la relación filiar con Dios, su Padre.Y, naturalmente, no se trata de saber que nos ama, sino de experimentarlo en todo momento y circunstancia de la vida. De allí que el discípulo vive en un abandono a la providencia de su Padre. Sabe que si Él da alimento a los pájaros del cielo y vestido a los lirios del campo, él vale mucho más que ellos. Por tanto, no tiene sentido ninguna preocupación de un hijo de Padre más maravilloso y poderoso. El discípulo confía en el amor incondicional de su Padre, que se Clase 14: cinco relaciones del discípulo 1.
  • 27. manifiesta de manera especial en el perdón, siempre que se vuelva a Él con corazón arrepentido. Baste para ello recordar la parábola del hijo pródigo, en la que el padre festeja con gozo el regreso a casa de su hijo perdido. En ese ejemplo tenemos la esencia del Dios revelado por Jesucristo. Sin duda que el rasgo más importante de un discípulo es el poder llamar a Dios: Papá. Aunque se cumpliera todos los mandamientos, o se trabajara horas extras en la viña del Señor, aunque se sirviera a los más necesitados o se ostentara un título eclesiástico sino se vive como hijo amado de Dios, de ninguna manera se puede considerar discípulo de Jesús. Ahora bien, la razón de fondo es que si un discípulo tiene que ser como su Maestro, y si Jesús tiene derecho a llamar a Dios “Abbá”, los suyos pueden también hacerlo. Clase 15: cinco relaciones del discípulo 2.
  • 28. puesto, se acercó a Jesús, interrumpió la enseñanza y reclamó: “Maestro, mira que mi hermanano me ayuda a atenderte. Dile que se levante para terminar más pronto…” El Maestro, con voz pausada y segura, dijo: “Martha, Martha, tú siempre preocupada por las cosas menos importantes. ¿No te das cuenta de que lo esencial es recibir lo que te quiero dar? Yo no viene a ser servido, sino a servirte; pero tú estás tan ocupada en los quehaceres de la casa, que no tienes tiempo para sentarte a mis pies para escucharme. No es María la que debe hacer lo que tú estás haciendo, sino tú quien debes imitarla.” Sentarse frente a su Maestro es la actividad más importante del discípulo. El Discípulo pasa largos momentos simplemente disfrutando la presencia del Maestro. En tal sentido es un contemplativo que, con los ojos bien abiertos, observa todos los rasgos de la personalidad de su maestro para luego reproducirlos. Aunque para muchos esto parece una pérdida de tiempo, se trata de una inversión a largo plazo que ofrecerá, tarde o temprano, los mejores intereses. El discípulo está siempre frente a su Maestro, lo mira y es mirado por él, lo conoce y es conocido. Sentarse a los pies del Maestro es una forma de “permanecer de él”, unido como el sarmiento a la vid, bebiendo de su savia, participando de su vida y profundamente enraizado en él. Jesús, a diferencia de los famosos maestros peripatéticos de Grecia, no enseñaba a sus discípulos mientras caminaba, sino que Él se sentaba (Mt. 5:1), para estar en paz y transmitir sosiego a sus oyentes. Por eso, cuando Pablo presentó su curriculum vitae, se refirió precisamente a haber sentado a los pies del gran maestro Gamaliel (Hech 22:3). C. Escucha al Maestro: Si se sienta a los pies del Maestro, no es para estar pasivo, sino para realizar una de las actividades más difíciles de este mundo: Escuchar. Sin este requisito es imposible llegar a ser discípulo de ningún maestro. En el evangelio notamos cómo los discípulos se acercan a Jesús, a veces en privado, para preguntarle sobre cuestiones como el matrimonio y la salvación o que les explique alguna parábola. Sabe que su maestro es quien sabe. Se reconocen ignorantes y aceptan como la verdad, todo lo que sale de la boca de su Maestro. II. con Jesús como maestro Si con una sola frase quisiéramos definir la relación de un discípulo para con Jesús, diríamos que lo considera su único maestro personal. Esta relación tiene seis características: A. Es llamado por el Maestro: Hace dos mil años, todo discípulo tenía derecho a elegir al maestro que más le conviniera. Sin embargo, con Jesús las cosas fueron al revés: Él fue quien personalmente escogió a cada uno de sus seguidores. “Ustedes no me eligieron a mí, sino que fui yo quien los escogí a ustedes.” Jn. 15:16. Por tanto, ser discípulo no depende del gusto personal, sino de un llamado de Jesús que diga: “VEN”. La primera palabra que resuena en el corazón del discípulo, es la voz irresistible del maestro que lo elige para ser uno de los suyos. Este llamado es tan fuerte, que es capaz de dejar el dinero sobre la mesa de impuestos, olvidar la barca llena de peces y renunciar a familia y negocios. En fin, su persona es tan atractiva y su estilo de vida tan singular, que resulta imposible dejar de seguirlo. Sus palabras de vida suprimen toda duda. Quien no haya tenido esta experiencia, es porque todavía no ha escuchado la voz del Señor ni se ha sentido mirado, mirado a los ojos por el buscador de discípulos que le ordena: VEN Y SÍGUEME – Mc. 2:14. Es el llamado del Maestro, y no la decisión del candidato, lo que capacita para cumplir su nueva vocación. Su palabra, viva y eficaz, da la fuerza necesaria para responder a su elección. Esto es muy importante, pues quien se hace discípulo por su propia iniciativa, no cuenta con la fuerza del llamado que lo capacite para vencer las dificultades y perseverar hasta el fin. No puede haber discípulos de Jesús, si antes Él no lo llama. La palabra subraya muy claro que “llamó a los que Él quiso” – Mc 3:13. Si su palabra no nos atrae irresistiblemente, si no nos fascina su persona ni nos seduce su mensaje, todavía no hemos sido llamados. B. Se sienta a los pies de su Maestro: En una ocasión Jesús estaba en casa de sus mejores amigos en Betania. El Maestro se sentó y comenzó a revelar los secretos del Reino. Mientras María escuchaba con atención todas las palabras de vida que salían de la boca del Maestro, su hermana Martha se desvivía en satisfacer las pocas necesidades del invitado. En un momento de desesperación, escoba en mano y con el delantal
  • 29. otro. Todo lo que su Maestro le dice es veraz, por la simple razón de que su Maestro así lo ha dicho y todo lo que Él diga es la norma de verdad. En una palabra, confía, aunque algunas veces le parezca absurdo. En medio de la borrasca de persecución que había brotado en Jerusalén, y cuyos vientos ya soplaban en Damasco, Ananías, discípulos del Señor, oraba para que Dios tuviera el aguerrido Saulo de Tarso, que se acercaba para encarcelar a los seguidores de Él camino cuando estaba en oración, se le apareció Jesús y le ordenó que fuera a la casa de un tal Judas, donde se encontraba el perseguidor. Se le pedía que fuera a entregarse en las manos del enemigo. Ananías, como buen discípulo, confió en su Maestro, se levantó y fue. Si las matemáticas aseguran que cinco panesydos peces no alcanzaban para alimentar a una inmensa multitud, pero el Maestro ordena que se sienten para comer, se confía absolutamente en Él. Su actitud no es la comprender todo, sino la de obedecer la palabra pronunciada por su Maestro. Cuando Jesús envió a sus discípulos a colaborar con Él en la obra evangelizadora y los asoció a su empresa, dio esta orden: “No tomen nada por el camino, ni oro ni plata…”. Lo menos que cualquiera hubiese exigido, era el pago de los viáticos, pero los discípulos de Jesús obedecieron sin reparos la orden recibida y se fueron sin nada, porque confiaban sin reservas en su Maestro. E. Sigue al Maestro: Seguir al Maestro no se reduce físicamente en pos de Él, sino ante todo imitar su estilo de vida. Por eso, uno de los primeros nombres que se dieron a nuestros hermanos en la fe, fue: “los seguidores de El camino” – Hech 9:2. Ser discípulo de Jesús implica seguir su camino, delineado por su estilo de vida. Reproduce las actitudes, los criterios y el estilo de vida de Jesús. Vive como Él, y quien lo ve a él, mira de alguna forma a su Maestro. Ser discípulo no se logra por un título, credencial o función eclesial. Tampoco el acto de bautismo garantiza que pertenecemos a Jesús, ni siquiera el cumplimiento formalista de unas normas religiosas o morales. Cuando el gobierno hace los censos de población, nunca falta la siguiente pregunta: ¿Qué religión tiene usted?. Pero si en el censo no se preguntara la religión, sino si son discípulos de Jesús, ninguno de ellos podría haber contestado afirmativamente, pues la cartilla de Después de que Salomón construyó el templo de Jerusalén, Dios prometió darle lo que quisiera, El Rey pidió lo más necesario: Dame un corazón que escuche. Esta es la gracia más grande que debe tener un dirigente de la Iglesia de Jesucristo. Si no es capaz de escuchar al Pastor de los Pastores, ¿Cómo podrá pastorear a los demás? Si no sabe escuchar la voz de Dios, ¿Cómo podrá mostrara otros la voluntad divina?. Los discípulos de Jesús son bienaventurados poroírlo que reyes, profetasyjustos desearon escuchar. En fin, quien no sabe escuchar, no puede ser discípulo de Jesús. Logos y Rema: Dios se expresa de muchas formas a través de su palabra. Hay estudios bíblicos que descubren dos términos diferentes para identificar a cada una de ellas: - Usa “Logos”, cuando se refiere a la palabra en general: el mensaje ya revelado por Dios, y que por tanto es infalible e inmutable. - Usa “Rema”, cuando se refiere a un mensaje específico para una circunstancia determinada. Si el “logos” es lo que Dios ya dijo, el “rema” es lo que Él está diciendo en este momento específico. La palabra ya revelada es base insustituible, pero nuestro Dios sigue hablando y comunicándose con nosotros para dirigirnos en cada decisión y momento de nuestra vida. El “rema”, es palabra eficaz para una circunstancia, respuesta para u a pregunta y luz para un paso. D. Le cree al Maestro: Un discípulo confía tanto en su Maestro, que le cree incondicionalmente. No cree en algo, sino en alguien que es digno de toda su confianza. Con razón Pablo expresaba con toda seguridad: “Sé en quién he confiado” 2 Tim. 1:12. - Si Moisés prescribe una cosa en la antigua legislación, pero el maestro dice o hace otra diferente, se le cree más a éste. - Si Jesús se opone a las costumbres de los escribas y fariseos, hay que abolirlas, aunque sean tradiciones sociales, familiares y aun religiosas. - Si el mundo promete la felicidad a través del poseer, el poder y las apariencias terrenas, pero Jesús la asegura por medio de las bienaventuranzas, se sigue sin titubeos el camino del Maestro. La base de la relación de un discípulo para con su Maestro es la confianza. Cree más en su Maestro que en las enseñanzas de cualquier
  • 30. identidad de un discípulo no es sino vivir de acuerdo al plan de vida del mismo Jesús, con sus actitudes y valores. Por desgracia, es factible andar en el mismo desfile de Jesús, sin ser discípulo suyo. Se podría ser responsable de las finanzas de la iglesia y no necesariamente seguir al Maestro. Una función o gran título en la iglesia, no es garantía de pertenecer al grupo de discípulos. Es posible asistir a la iglesia, y no estar en la lista de sus discípulos. Hasta se podría ser “Apóstol” de corazón disponible para todo trabajo y compromiso, y no por ello se pertenece al Maestro. Sería factible ser amigo de Pastor y comentarle todas las cosas que los demás hacen mal, y no ser discípulos de Jesús. Se podrían descubrir todos los errores y faltas contra la ortodoxia, sin tener garantía de ser unos de los que siguen el camino. Hasta se podían realizar milagros y profetizar en su Nombre, pero al final pero escuchar de sus labios una sentencia eterna: “Apártense de mí, que no lo conozco” Mt 7:23. En la computadora del cielo no existe la base de datos de los cristianos, ni un archivo con fotocopias de las actas de bautizo. Solamente hay un volumen que se llama “el libro de la vida”, donde están grabado en oro los nombres de los discípulos de Jesús. Por tanto, seguir a Jesús, no es necesariamente sinónimo de pertenecer a una institución o de alinearse de acuerdo a ciertas costumbres o tradiciones; mucho menos observar protocolos medievales, sino imbuirse en el espíritu del Evangelio y seguir las huellas del Maestro, aunque cueste el prestigio o la vida. No basta decir que somos cristianos o que cumplimos ciertas prácticas de piedad. Lo que importa es vivir de acuerdo al modelo propuesto por la persona misma de Jesús. Había un joven que era bueno, demasiado bueno, si lo comparamos con otros jóvenes de su generación. No adulteraba ni robaba. Honraba a sus padres y cumplía con todos los mandamientos de la ley de Moisés. Sin embargo, nunca llegó a ser discípulo de Jesús, porque no fue capaz de cumplir con el requisito que el Maestro exigía para seguirlo: Renunciar a sus riquezas. F. Obedece al Maestro: El verdadero discípulo de Jesús siempre sabe obedecer, no sólo las órdenes, sino hasta las más pequeñas insinuaciones y los más mínimos deseos del Maestro. Sin embargo, no lo hace por obediencia ciega o disciplina militar, sino por una confianza ilimitada. Un buen ejemplo lo encontramos en Simón Pedro: - Después de haber pasado toda una noche en su barca intentando pescar algo, y estando a punto de renunciar a su empresa, oyó a voz del artesano de Nazareth que le ordenó echar las redes del lado derecho. El experimentado pescador no entendió, pero obedeció, (Jn 21:4-6). - En otra ocasión le mando saltar de la barca y caminar sobre las aguas de un mar embravecido, que abría sus fauces para devorarlo. Pedro no dudó y obedeció (Mt. 14:22-29). En otro momento se le exigió lo más absurdo: Lanzar el anzuelo al mar para sacar un pez que contenía una moneda en el vientre. Pedro no se puso a discutir si los peces comen monedas, ni argumentó que nadie guarda dinero en un escurridizo pez del mar. El hizo lo que se le mandó (Mt. 17:27). - Cuando el Maestro se proponía entrar a Jerusalén, lo envió por un burro al pueblo de Betfagé. Él no se excusó diciendo que no conocía al dueño, que lo acusarían de ladrón y que lo meterían en la cárcel. Simplemente obedeció la orden recibida e hizo todo lo que se le había ordenado (Mr. 11:1-4). Cuando el Maestro ordena algo, se lo que sea, se le obedece, por la simple razón de que así lo dice. Su palabra es la verdad, aunque todo parezca contradictorio: se debe dejar lavar los pies, porque el Maestro lo dice; hay que subir a Jerusalén, aunque sea peligroso; se debe perdonar setenta veces siete, aunque parezca exagerado. Un discípulo es tal, si hace lo que su Maestro le ordena: Si se mantienen fieles a mi palabra, serán realmente mis discípulos (Jn. 8:31). La piedra de toque que define a un discípulo, es si cumple la palabra de su Maestro. Por lo tanto, no se obtiene por una función eclesiástica, ni mucho menos es un título que se hereda o se merece por derecho de antigüedad, sino únicamente si se vive de acuerdo al evangelio. Sus discípulos son aquellos que cumplen suvoluntad. Sin embargo, debemos aclarar un punto fundamental: Un discípulo no es sólo el que obedece a su Maestro, sino el que le obedece en todo. No sólo en aquello que le gusta, conviene, está de acuerdo o es fácil, sino en todo, ya que Jesús no está dispuesto a perder su tiempo con discípulos indecisos. Esto es de capital importancia. Lo que constituye a una persona como autentico discípulo de Jesús, es la manera como se relaciona con su Maestro. Por tanto, quién no
  • 31. tenga y viva con estas características no podrá encontrar por escrito su nombre en el libro de la vida. Clase 16: cinco relaciones del discípulo 3.
  • 32. III. con el Espíritu Santo como guía El discípulo de Jesús está animado porel mismo Espíritu que engendró a Jesús y lo ungió con poder, capacitándolo para realizar su ministerio. El Espíritu, por ser la fuente de la vida, nos unifica en Cristo Jesús, participándonos el mismo ser que el Maestro. Nos impulsa con la misma fuerza que Jesús, y nos comparte sus mismos sentimientos, criterios y valores. Él es, precisamente, quien nos autoriza como discípulos y nos transforma en maestros a imagen y semejanza de Jesús. Tres imágenes bíblicas nos acercan al misterio del Espíritu: A. Agua: El Espíritu se identifica con el agua porque es fuente de vida. Comunica la vida de Dios al creyente transformado en Cristo Jesús, su Maestro. B. El Fuego: Así como el fuego purifica e inflama todo lo que toca, así es la obra del Espíritu: Nos purifica y nos enciende con la llama del amor viva de la que hablan teólogos. Es un fuego que ilumine el misterio de Dios y nos revela la verdad completa: - Con respecto a Jesús: el Espíritu Santo revela a Jesús en el corazón del discípulo dándole testimonio de la verdad completa, y le recuerda todas las palabras del Maestro. Hace presente a Cristo hoy en medio de nosotros y posibilita que las palabras del Maestro no pierdan su eficacia ni su poder, sino que por el contrario, alcance su plenitud. - Con respecto a Dios: Por otro lado, el Espíritu de Cristo resucitado, nos hace vivir la filiación divina, punto esencial de todo discípulo de Jesús. No hemos recibido un espíritu de esclavos para recaer en el temor, sino un Espíritu de filiación que nos hace exclamar: Abbá Papá (Rom. 8:15). - Con respecto a los demás: Él es quien forma la comunidad cristiana, transformado en Cuerpo de Cristo. Los discípulos de Jesús, animados por el Espíritu Santo, viven la unidad del Cuerpo de Cristo. C. El Viento: El viento del Espíritu Santo sopla como quiere, con toda libertad. Se siente, pero no se ve. No sabemos de dónde viene y a dónde va, pero estamos llamados a ser conducidos por Él. El discípulo de Jesús lleva una relación personal con el Espíritu Santo. No lo reduce a una fuerza o un poder taumaturgo. No es sólo el vínculo de una unión entre el Padre y el Hijo. ¡Es una persona!. Esta es la clave de su vida, el motor de su actividad y el secreto de su fecundidad. Clase 17: cinco relaciones del discípulo 4.
  • 33. El amor no es un sentimiento, sino una decisión: Estar al servicio del hermano, sacrificando hasta la propia comodidad, la reputación y todo tipo de ventajas personales, con tal de atender al necesitado. Un escriba, hombre apegado a la materialidad de la ley y profundo conocedor de las Escrituras, se acercó a Jesús para preguntarle por el más grande mandamiento. La respuesta de Jesús fue tan en contra de las matemáticas, pues contestó: el mayor de los mandamientos son dos: amar a Dios y amar a tu prójimo (Mt. 22:40), extrañado el escriba, pues había dirigido toda su vida en otra dirección, intentó justificarse: ¿Quién es mi prójimo?. Entonces Jesús contó la historia del hombre caído en mano de ladrones, que fue atendido por un samaritano que era considerado como pecador y hereje (Lc. 10:30-37). Tres conclusiones se desprenden de esta parábola: - El prójimo es quien está en necesidad y nada nos dispensa de pasar de largo. Ni la oración ni el apostolado, ni cosa alguna están por encima de atender al hermano semimuerto, que ha caído en mano de ladrones. - El pecado del sacerdote y el levita no fue que oraron o dieran culto a Dios, sino que todo esto no los excusaba de asistir al moribundo. - El modelo de cumplimiento de la ley suprema del amor, fue un hombre que era considerado u excomulgado del pueblo de Dios. ¿Será que Dios no hace exámenes de ortodoncia sino de ortopraxis? El testamento pastoral del Maestro, en vísperas de entregar su vida por nosotros fue: Como el “Padre me amó, así también yo los he amado”. “Permanezcan en mi amor”. “Les doy un nuevo mandamiento: que se amen los unos a los otros”. “Que como yo los he amado, así se amen ustedes los unos a los otros”. (Jn. 15:9 y 13:34). Jesús nunca definió el amor. Simplemente lo demostró: “Nadie tiene más amor que aquel que da la vidapor sus amigos” (Jn. 15:13). “Eljuicio final sólo versará sobre una materia: El amor. Todo lo demás es añadidura o consecuencia” (Mt. 25:31-46). B. LA CORRECCIÓN FRATERNA: Ahora bien, existe un fruto concreto del amor que se llama corrección fraterna. Los discípulos son corresponsables uno de los otros. La vocación profética que les ha compartido su Maestro los convierte en centinelas, que no acusan a sus hermanos caídos, sino que los capacita para ir en su pronta ayuda. Cada uno necesitamos de los demás para caminar. Todos descubrimos IV. con los demás, como hermanos Uno sólo es su Maestro; y todos ustedes son hermanos: Mt. 23:8 Todos los discípulos de Jesús consideran a Dios como su Padre. Por eso, u oración constante es “Padre Nuestro”. Sin embargo, la filiación conlleva necesariamente la fraternidad que se extiende todo persona, sin importar la clase social, el credo, el título o la función eclesiástica. Por tanto, nunca se siente superior ni inferior a los demás. Pero al mismo tiempo, tampoco sufre ningún complejo de inferioridad, ni se doblega ante los signos de poder o de valer de este mundo. Sabe que forma un cuerpo donde cada uno tiene su lugar y donde todos necesitan de todos. Si el pecado original se manifiesta en Caín, que mata a su hermano menor, el fruto de la redención es que el discípulo de Jesús se preocupa precisamente del hermano más pequeño. Como Jesús, tiene un amor preferencial por los más pobres y necesitados, por aquellos que el mundo desprecia y que no tienen nada de lo que la sociedad aprecia como valioso. A. EL AMOR: El Maestro mismo escogió la señal infalsificable para identificar a un discípulo suyo: En esto reconocerán que son mis discípulos: “Si se aman los unos a los otros Jn. 13:35”. Por tanto, el modo de vida de los discípulos de Jesús no es otra cosa que el amor. Somos discípulos en la medida que nos tengamos amor los unos por los otros. Amor tan total como el de Cristo Jesús a nosotros: Un amor que da la vida por el amado. Algunos han querido sustituir el distintivo del discípulo con medallas, devociones, el cumplimiento de ciertas normas, una cruz en el pecho. Pero si no existe amor, no se es discípulo de Jesús. Si no se tiene amor, es como campana que no tañe. Aunque se hagan votos religiosos o se ejercite un ministerio en la iglesia, sin amor, sería como sal que pierde su sabor. El amor a Dios nos lleva necesariamente al amor hacia el prójimo. Son dos aspectos inseparables del mismo y único amor: “quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve” 1 Jn. 4:20. La prueba del amor a Dios se mide tangiblemente y de manera inequívoca en el amor al hermano. Así de fácil y de difícil es ser discípulo de Jesús.
  • 34. aspectos ignorados por otros, y lo mismo sucede al revés: ellos se dan cuenta de ciertos aspectos que nosotros todavía no percibimos. Sin embargo, para que la corrección fraterna surta efecto, es necesario observar un principio fundamental: hay que perdonar antes la falta que estamos señalando; de otra manera se convierte en acusación que no produce fruto. La corrección fraterna no es la denuncia del mal de nuestro hermano. Jesús mismo no estaba de acuerdo con esto y lo llamó “Señalar la paja en el ojo ajeno”. Se trata de anunciarle la buena nueva en el área necesitada de salvación. Es decir, proclamar la victoria de Cristo Jesús en la necesidad del hermano, y mostrarle cómo Jesús nos ha ganado la victoria en ese aspecto de la vida. C. El perdón: De pocas cosas Jesús habló tanta veces y sobre todo lo demostró con su ejemplo como el perdón, en su doble dirección: - Perdonar al que nos ofende. - Pedir Perdón a quién hemos ofendido. Cuando se va en la carretera, frecuentemente se encuentra con el siguiente letrero: “Puente en construcción. Disculpe la molestia que esto lo ocasiona”. En la escuela del discipulado no hay gente santa ni perfecta. Todos estamos en construcción y se causan molestias a quienes están cerca, por lo que perdonar es el pan de cada día, Jesús nos habilitó con esta herramienta para ser capaces de vivir en medio de personas limitadas y frágiles. El perdón lleva consigo una fuerza intrínseca: es capaz de transformar las personas. Cuando condenamos, condicionamos. Es decir, nuestro juicio determina a la persona para que no cambie. Cuando perdonamos, liberamos. Es decir, damos a la persona la confianza para que cambie lo que debe ser transformado. Un día una mujer sorprendida en adulterio fue llevada a Jesús, el cual, en vez de tomar la piedra de acusación, le dio el perdón que le habría de capacitar para “no pecar más”. El perdón debe reunir ciertas características: - Se ha de otorgar de corazón (Mt 18:35), o sea con misericordia. Ser perfectos como el Padre Celestial es perfecto (Mt 5:48), no es otra cosa que ser misericordiosos como Dioses misericordioso (Lc. 6:36). - Aunque la otra persona no lo pida (Mt 6:12), el no perdonar, hace más daño al que odia que a la persona odiada. Perdonar no es perder. Al contrario se gana libertad. - Ha de ser sin límites: setenta veces siente (Mt 18:22). Por esta razón, discípulo que guarda resentimientos para con su hermano y no perdona, es una gran contradicción de términos. Por otro lado, nosotros también ofendemos a nuestros hermanos, por lo que hemos de estar siempre disponibles para pedir perdón. Si no lo hacemos así, se abre una grieta infranqueable en nuestra relación con Dios. Jesús advirtió claramente que Dios no acepta las ofrendas de quienes no se hayan reconciliado con su hermano. Por lo tanto, es mejor dejar la ofrenda sobre el altar y volver primero con el hermano para restablecer la paz. No sólo se trata de pedir perdona quienes tenemos conciencia de haber ofendido. Jesús establece el punto de apoyo en otro lugar: si tu hermano tiene algo contra ti. Es decir, se ha de pedir perdón a todo aquel que se sienta que lo hemos ofendido, aunque encontremos mil justificaciones de no haberlo hecho. La gran fuerza que tenemos los cristianos para transformar este mundo es el poder del perdón, ya que este reconstruye la persona, supera abismos y posibilita lo imposible. Perdonar es sinónimos de liberar. Al perdonar somos libres y hacemos libre al hermano. La condena condiciona, mientras que el perdón capacita para el mejoramiento. Todos somos puente de construcción que necesitamos apoyo del perdón, para continuar adelante nuestro proceso de ser como nuestro Maestro.
  • 35. V. consigo mismo, como persona Mucha veces se siente una falsa idea del amor a sí mismo y se confunde con egoísmo, olvidándose que el amor a nosotros mismos es la medida para amar a nuestros hermanos “amarás a tu prójimo como a ti mismo”Lv. 19:18. Por tanto, existe la exigencia de amarse, servirse y respetarse a sí, como merece un hijo de Dios. El problema más grande para amar a los otros no son ellos, sino nosotros mismos, pues generalmente repelemos en ellos lo que no aceptamos en nosotros mismos. No amamos en los demás lo que rechazamos en nosotros mismos. Se trata de tener clara conciencia de nuestro amor como persona con posibilidad de amar, y con la dignidad suficiente para ser amados. La personalidad radica en la individualidad (no individualismo) que nos hace irrepetibles e insustituibles en la historia. Este valor exige tener conciencia de que las organizaciones (gobierno, sistemas económicos, comercio, asociaciones y todo tipo de ley) están al servicio de la persona y no al revés. El Maestro así lo estableció cuando afirmó categóricamente “el sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado” Mc. 2:27. La persona está por encima de las leyes; o mejor dicho, las leyes, tradiciones o costumbres, sólo se valida en vista al bien de la persona y la comunidad. El discípulo de Jesús se valora como persona que ha costado el precio de la sangre del Hijo de Dios. (1ª Cor. 6:20). Por eso se respeta y se da a respetar, tanto por los demás como por las instituciones. No se doblega ante los poderosos, ni se acompleja frente a los ricos de este mundo. No se considera menos que nadie, pero tampoco más que ninguno, pues todos los seres humanos gozan de la misma dignidad. Sabe que el color de la piel, la estatura o las condiciones económicas o sociales son accidentales y que cada persona es valiosa en sí, pues ha sido hecha a imagen y semejanza de Dios. Cuánto valora Jesús a la persona, está claramente expuesto en el pasaje de Lc. 6: 6-11. Un sábado había un hombre en la sinagoga que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y fariseos estaban al acecho para ver lo que Jesús hacía. El maestro, sin dudarlo ni un momento, llamó al hombre y lo Clase 18: cinco relaciones del discípulo 5.
  • 36. colocó al centro de la sinagoga, queriendo dar a entender que la persona debe estar en el corazón de toda estructura, en vista de su bien integral. El verdadero discípulo de Jesús no se menosprecia se ama tanto, que es capaz de negarse a servir a otros cuando esto exige renunciar a algo que le es debido. Una noche habían diez vírgenes que estaban esperando al esposo. A cinco de ellas se le acabó el aceite y sus lámparas comenzaron a extinguirse. Entonces, pidieron a las otras que compartieran el suyo, pero éstas no estuvieron de acuerdo porque esto conllevaba a que sus lámparas se apagaran. Cuando se nos pide algo que implica perder la luz, no tenemos por qué darlo, sino al contrario: el evangelio se vive negándose a entregar el aceite. Clase 19: la dieta del discípulo: la información.
  • 37. Jesúsnutrióasusdiscípulosconunadietabasadaencuatroingredientes: la información, la formación y la revelación, pero que desembocan en la transformación de este mundo. A. Información: Todo Maestro comunica ciertas verdades, que sus discípulos tienen que conocer. Sacar de su archivo una serie de datos que transmite pedagógicamente. Se trata de elementos teóricos, que son como la herramienta fundamental que el discípulo debe aprender a usar. En este sentido Jesús comunicó algunos conocimientos. Por ejemplo: - Su existencia antes que Abraham. - Indisolubilidad del Matrimonio. - Todos los alimentos son puros. - El pecado contra el Espíritu Santo no tiene perdón. Algunos encontrarán, sin duda, más puntos doctrinales, pero nadie se atreverá a asegurar que este aspecto constituía lo más importante de las enseñanzas del Maestro. Aunque para ciertas personas o instituciones religiosas (no necesariamente cristianas) esto sea lo fundamental y el termómetro con el que se mide a un seguidor de Jesús, y sobre todo a un servidor de la iglesia, de ninguna manera concuerda con la mentalidad del Maestro. La información es simplemente una herramienta que puede ser bien usada, pero puede ser mal empleada. La ciencia de Dios es útil para darlo a conocer a los demás, pero por desgracia, también es posible que sea utilizada para inventar herejías, y hasta para quemar hermanos en la hoguera dela inquisición. Un serrucho es bueno en las manos de un carpintero que corta madera, pero es malo en las de quién quiera decapitar a su hermano. .- .- .- .- .- .- .- .- .- .- .- .- .- .- .- .- Árbol Frutos Vino Nuevo Odres Nuevos El Vino nuevo se coloca en odres nuevos El Árbol se conoce por sus frutos .- Todo tipo de Ley. .- La Sociedad. .- Las costumbres. .- La Comunidad. .- Las tradiciones. .- La Persona. .- Constitución. .- El bien común. Sábado Hombre
  • 38. No basta la información de datos doctrinales. Estos ayudan para integrar una serie de conocimientos que, bien manejados, sirven para el desarrollo y la maduración de un discípulo. Sin embargo, más importantes que los elementos teóricos, son los criterios y valores que han de regir la vida y las relaciones de las personas. Si ser informado consiste en archivar ciertos datos, ser formada radica en tener una jerarquía de valores que determine el estilo de vida de un discípulo. De ninguna manera se trata de fórmulas o recetas que nos hagan caer en un legalismo o fariseísmo, sino de criterios que se aplican a cualquier circunstancia a relación. En este sentido es muy rico el Evangelio. Veamos algunos ejemplos: - Hay más alegría en dar que recibir. - Dar a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César. - El vino nuevo se pone en odres nuevos. - El árbol se reconoce por sus frutos. - El que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho. Obviamente no se refiere a la materialidad de las palabras, sino a la significación de las imágenes. Por tanto, urge descodificar el símbolo, para aplicarlo a nuestra realidad. Por ejemplo, cuando se afirma: “El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado”, debemos encontrar todo lo que puede estar envuelto en el sábado, así como en el hombre. Pablo habla de “conocer”, y no de saber. “Conocer”, en hebrero “Yadá”, no se limita a la actividad propia del entendimiento, sino a una experiencia de intimidad de amor con lo conocido. Curiosamente, este verbo se usa para referirse a las relaciones amorosas de una pareja. (Conoció Adán a su mujer Eva…..). Por eso, precisamente la vida eterna consiste en “conocer al Padre y a su enviado, Jesucristo” (Jn. 17:3). Esta gracia no es exclusiva de ninguna persona, sino de todo aquel que se interne en esta dimensión de dejarse guiar por el Espíritu Santo que descubre lo más íntimo de la vida de Dios. Con razón el Espíritu Santo se le llama el Revelador. Cuando se ha tomado una fotografía, e filme se lleva a un laboratorio. Allí pasa por un líquido llamado revelador. Aquella película negra poco a poco va reflejando colores y figuras hasta que podemos Clase 20: la dieta del discípulo: la formación.
  • 39. descubrir perfectamente un maravilloso paisaje o una persona. Esto es precisamente lo que hace el Espíritu Santo: nos descubre las maravillas de la Nueva Vida en Cristo Jesús, y hace que tomen dimensión y figura las cosas que teníamos simplemente archivadas en la cabeza. Jesús reservó ciertas cosas a sus discípulos que no eran transmitidas a todo mundo. Reyes y Profetas hubieran querido ver y oír lo que estos privilegiados experimentaron en la intimidad. Sin embargo, otras muchas cosas no se las dijo. Era necesario el Revelador que descubriera a los discípulos los secretos de Dios. Es decir, hasta el mismo Jesús dejó una tarea pendiente que no podía ser contenida en sus palabras y sus enseñanzas. Por eso, les repitió una y otra vez: Les conviene que yo me vaya, Porque si me voy, No vendrá a ustedes el Consolador. Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, Él les revelará la verdad completa. (Jn. 16: 7-13) El Espíritu Santo revela la verdad completa y nos enseña los secretos divinos (1ª Cor. 2:9-11). De esta manera, cada uno es enseñado de manera personal, no individualista, para que así se cumpla la profecía que identifica los tiempos mesiánicos: Ya no tendrán que adoctrinar más el uno al otro, Sino que todos serán enseñados por Dios, Desde el más pequeño hasta el más grande. (Jer 31:34). Clase 21: la dieta del discípulo: la revelación.
  • 40. No basta tener la ayuda de la información, ni la guía de la formación. Es necesario ser guiados, no por señales exteriores, sino desde dentro de nosotros mismos. En la vida cristiana tenemos mandamientos que nos informan lo que debemos hacer y evitar. Existen al mismo tiempo criterios que se deben aplicar de acuerdo a los casos particulares. Sin embargo, también es necesaria la Revelación del Espíritu que nos guíe en momentos específicos. Jesús se refería precisamente a ello cuando decía: Cuando los lleven a los tribunales para entregarlos, No se preocupen de lo que va a responder. Digan lo que se les comunique en ese momento. Porque no serán ustedes los que hablen, Sino el Espíritu del Padre hablarán ustedes. (Mt. 10:19-20) Por eso, Pablo, que tenía experiencia de revelaciones especiales, escribíaalacomunidad de Éfeso: Que el Dios de nuestro SeñorJesucristo, el Padre de la gloria, les conceda espíritu de sabiduría y revelación para conocerle perfectamente, iluminando los ojos del corazón para que conozcan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, es la riqueza de la gloria otorgada por Él en herencia y cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros. (Ef. 1:17-19). El Apóstol habla de un “Espíritu de Revelación”, y nos delinea su función en nosotros: - Conocer a Dios en su plenitud. - Conocer la esperanza a la que hemos sido llamados. - Conocer la gloria herencia a la que tenemos derecho. - Conocer la grandeza de su poder. Sólo el Espíritu revela la verdad en el corazón del creyente. Hay misterios que únicamente Él descubre. Existe un mundo nuevo que nadie, sino el Espíritu de Dios, muestra. El Maestro interior enseña lo que nadie puede hacer. Así, conviene que nos preguntemos: - ¿Qué cosas me ha enseñado el Espíritu Santo? - ¿Podría precisar alguna experiencia el Espíritu que ha determinado mi vida? - ¿Soy testigo de lo que he visto y oído, o un simple reportero de lo que ha pasado fuera de mí? Es muy diferente ser testigo que reportero. El testigo tiene experiencia personal de lo que cuenta. El reportero simplemente transmite un dato o una información, sin comprometerse. Cleofás era un discípulo que sabía perfectamente todo lo referente a la vida y milagros de su Maestro. Incluso, estaba al tanto de las últimas noticias traídas por las mujeres que regresaron del sepulcro esa mañana. Podía, como lo hizo, impartir una cátedra de Cristología al mismo Jesús. Sin embargo, todavía no tenía experiencia en la resurrección de Jesús. Pero en cuanto se le reveló, su corazón ardió y regresó de inmediato a Jerusalén. Se había convertido de reportero en testigo. Por otro lado, debemos tener en cuenta esto mismo al guiar a otros en la vida del Espíritu: decirles que no le vamos a enseñar todo, porque no existe un caudal inédito que sólo el Espíritu revela a quienes se abren a su soplo inspirador. Incluso, tendremos que callar para que el Espíritu hable, irnos para que Él venga. No basta con que enseñemos la verdad. Ni siquiera es suficiente el testimonio. Es necesario que los demás vivan su propia experiencia. La tarde del día de la resurrección, Jesús se apareció radiante a diez de los suyos que estaban escondidos en el Cenáculo. Poco después, ellos transmitieron vivamente su experiencia a Tomás, que acababa de regresar. Sin embargo, al Apóstol no le bastó que ellos le contaran la aparición que habían tenido. Para él no era suficiente escuchar una decena de veces la misma historia. Él tenía derecho a una revelación como los demás, y lo logró ocho días después. Las experiencias espirituales deben ser un elemento normal en la vida de un discípulo de Jesús. No están reservadas para los ministros, sino para todo aquel que tenga oídos para oír y tiempo para invertir en la intimidad de Dios. Ciertamente existe el riesgo de caer en el iluminismo, pero ¿Acaso no es más peligrosa la anemia espiritual por no alimentarse de estas experiencias del Espíritu? El miedo a la cizaña nunca debe conducir a arrancar el trigo. Esto no es sinónimo de caer en el iluminismo, o creer toda supuesta revelación celestial. La Palabra de Dios es el parámetro de discernimiento para evaluar toda revelación privada.
  • 41. El discipulado está al servicio del Reino, que es un Reino de justicia, gozo y paz en el Espíritu Santo (Rom. 14:17). Por eso, estos tres afluentes del discipulado desembocan en la transformación del mundo para instaurar la civilización del amor. Cada discípulo, o mejor todos juntos, son el fermento en la masa que debe instaurar la justicia y la paz, el respeto a la persona y el bien común, la libertad y la responsabilidad, con un desarrollo integral de la persona y de la sociedad. El discípulo lleva los criterios de Jesús hasta las dimensiones comerciales, culturales y políticas. Sabe que las estructuras, aún las más perfeccionadas y modernas, no salvan. Lo único que transforma la sociedad, como a las personas, es el amor. El discípulo cuenta precisamente con este instrumento para instaurar el cielo nuevo y la tierra nueva en este mundo. Clase 22: la dieta del discípulo: la transformación.
  • 42. introducción Jesús tenía una gran empresa y necesitaba preparar su personal con los criterios yvalores adecuados. Para convertir a cada uno de sus seguidores en auténtico discípulo, llevó a cabo un programa de formación, que delineaba perfectamente las diferentes etapas por las que habrían de pasar sus colaboradores, a fin de continuar y extender su obra en este mundo. El proceso que Jesús planeó para formar a sus primeros seguidores, es el mismo que sigue usando para moldear a todos sus discípulos. Así como el candelabro que estaba en el templo de Jerusalén tenía siete lámparas, así también son siete luces que nos iluminan en este itinerario. Estos elementos los encontramos expuestos en lo que bien podríamos llamar “el testamento pastoral” del Maestro: 1. Tomó pan en sus manos. 2. Lo bendijo. 3. Lo partió. 4. Lo repartió. 5. Y dijo: “Esto es mi cuerpo”. 6. “Coman todos de él. 7. “Hagan esto en memoria mía”. 1. tomó pan en sus manos. Así como en la última cena del Señor Jesús tomó el pan en sus manos, ahora repite exactamente la misma operación con cada uno de nosotros. El molde donde se producen los discípulos, son las manos que fueron traspasadas por los clavos de la cruz. Lo primero que el Señor hace para moldearnos a su imagen y semejanza, es tomarnos en sus manos. Esto significa que él asume la principal responsabilidad, al mismo tiempo exige de nosotros absoluta disponibilidad. Como el barro en manos del alfarero, así son ustedes en mis manos, casa de Israel (Jer. 18:6). El relato de Génesis nos cuenta que Dios tomó barro en sus manos y comenzó a modelar al hombre nuevo sólo es producto del Artesano Divino, que va delineando los rasgos que definen a los suyos. Para comprender lo que significa esta figura, debemos entender bien lo que es el barro. El barro es un elemento compuesto de tierra y agua. Sin embargo, ambos componentes deben estar perfectamente combinados, ya que si existe más agua que la debida, entonces se convierte en lodo sin Clase 23: la metodología de Jesús 1.
  • 43. consistencia, con el cual es imposible hacer cualquier obra de alfarería. Sí, por el contrario, le falta agua, la tierra se endurece tanto, que no es posible moldearla. El ser humano, hecho de barro, está compuesto por el agua de sus cualidades y la tierra de sus carencias. En el agua se muestra su fecundidadysus enormes posibilidades. En la tierra aparecen sus carencias y necesidades. No somos sólo cualidades y virtudes, pero tampoco somos únicamente defectos y limitaciones; ambos elementos constituyen un binomio perfecto, que no se puede separar sin desgarrar la esencia del ser humano. Dios tiene en cuenta estos dos componentes y los trabaja siempre juntos. Nuestras posibilidadesycarencias son la materia prima con la que Él hace un vaso nuevo. Todo entra en su plan. Ni nuestras cualidades son las que instauran el Reino de Dios, como tampoco nuestras limitaciones pueden impedir que éste se realice. Que nuestras virtudes no son suficientes, lo vemos claramente en Moisés. Nadie mejor que el hijo de la hija del Faraón, por su cultura y preparación, para sacar de Egipto al pueblo oprimido. Sin embargo, tuvo primero que renunciar a esas cualidades huyendo al desierto de Madián, dejando la casa de Faraón con todos sus privilegios; y hasta después, y sólo después, llegó a ser un instrumento útil en la liberación del pueblo. Gracias a esta dura experiencia de despojo, Moisés tuvo siempre bien claro que la obra era de Dios y no de hombre alguno. Por eso, cuando después de la apostasía del Sinaí, Dios le dijo: “Baja, porque tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto, ha pecado”, Moisés le respondió claramente: “Ese pueblo ni es mío, ni yo lo liberé. Es tuyo y fuiste tú mismo quien lo sacaste de la esclavitud” (Ex. 32: 7-11). Por otro lado, nuestras debilidades no son excusa, ni nuestras carencias son razón suficiente, para que Dios detenga su plan. Nuestra flaqueza nunca será más grande que su poder. Dios no puede depender de nosotros, ni menos de nuestros defectos. Moisés, al mismo tiempo, es un ejemplo de ello: Cuando fue llamado para liberar a los hebreos de la esclavitud, exclamó “Pero pues ni siquiera conozco tu nombre y además soy tartamudo”. Dios le contestó “Yo estaré contigo y te enseñaré lo que tienes que decir”. La incapacidad humana no es obstáculo suficiente para que Dios interrumpa su acción salvífica. Cuando en nuestras vidas tenemos agua de sobra, es decir, estamos muy confiados en nuestras cualidades, creyendo que somos capaces de cumplir la misión encomendada, entonces el Señor se encarga de echarnos un poquito de tierra para que seamos barro y no lodo. Si, por el contrario, sólo miramos la tierra de nuestro pecado y el polvo de nuestra incapacidad, entonces el Señor nos da agua viva para aflojarnos y podemos usar, libres de cualquier complejo de inferioridad a de culpa. Antes de trabajar para el Señor, el señor nos trabaja. Para trabajar por el Señor, antes hemos de ser trabajado por Él. Nadie puede ser instrumento de liberación, si antes no ha experimentado la libertad. ¿Cómo se puede predicar que Jesús libera, sin haberlo experimentado en carne propia?. Nuestra actitud: desprogramarnos El Señor quiere grabarnos su imagen con el sello de su Santo Espíritu (2ª Cor. 3:18), para que lleguemos a ser cartas de Cristo (2ª Cor. 3:3). Sin embargo, para imprimir la palabra del Señor, hay que borrar todo lo que se ha escrito antes. Una computadora trabaja gracias a un programa que la capacita para un objetivo, pero que al mismo tiempo la condiciona. A veces llega el momento en que el programa ya no es adecuado, y hay que desecharlo para usar otro más completo. Lo mismo nos pasa. Todos nosotros hemos un plan de vida; pero es necesario renunciar a él, para abrirnos al Señor. Si no nos desprogramamos, no podremos admitir el proyecto del Señor sobre nosotros. Hay personas que, por alguna razón, están completamente convencidas de estar siguiendo la voluntad de Dios. Pero no olvidemos que Saulo de Tarso también lo estaba, cuando perseguía a la Iglesia de Dios. Saulo, celoso fariseo que tenía puesta su confianza en la santa Ley del Sinaí, estaba seguro de que cumpliéndola hacía la voluntad de Dios. Habiendo sido instruido a los pies del gran Maestro. Sin embargo, al encontrarse con Cristo resucitado, cayó rendido. Depuso las seguridades en las que tenía puesta su confianza y, en vez de decidir, hacer o enseñar como costumbre, simplemente hizo una pregunta: ¿Qué quieres que haga?” (Hech. 22:10). El conocedor de la Escritura y celoso cumplidor de la Ley, reconoció ignorar el misterio de la voluntad divina. Renunció a su programa y se abrió a lo nuevo y a lo inesperado. Se trataba de un nacer de nuevo. Todos nosotros hemos sido programadores de nuestra vida y hasta de la de otros. Debemos abandonar esta tarea que no nos corresponde,
  • 44. para abrirnos a las sorpresas del Espíritu. Los aviones cuentan con unos aditamentos sobre las alas que se llaman estabilizadores, para que el vuelo sea cómodo y seguro. Jesús, por el contrario, nos sacude nuestras seguridades con “desestabilizadores”, pues todo aquello que nos encajona, limita su acción forjadora de discípulos. Decidirse por Jesús es aceptar caminar por una cuerda floja, aprendiendo a caminar sobre las aguas. Clase 24: la metodología de Jesús 2.
  • 45. 2. lo bendijo En cuanto Jesús toma el pan entre sus manos, lo bendice. El verbo “bendecir”, en griego, está compuesto de dos palabras: “bien” y “decir” (Eulogueo). Lo primero que hace el Señor, es hablarnos bien: con la verdad. Pronuncia una palabra que es viva y eficaz, que es Espíritu y es Vida; más cortante que espada de dos filos, que penetra hasta las profundidades del alma. En esta etapa, la Palabra de Dios nos va configurando para que adquiramos los criterios de Cristo Jesús y vayamos identificándonos con sus mismos valores. Toda palabra que escuchamos moldea la manera de pensar, y determina después la forma de ser y actuar. Nuestra mente es como un cassette en blanco que, depende lo que en él se grabé, eso reproducirá más tarde. Así como los jóvenes cantan canciones de memoriayde algunamanera tratan de imita a sus ídolos, así también, si escuchamos la Palabra de Dios, nuestra mente se irá identificando con la voluntad divina, hasta que los criterios del Señor nos parezcan lo más natural. Así como el agua empapa la tierra y la fecunda, la Palabra de Dios nos irá penetrando hasta la raíz de nuestras decisiones. Nuestra Actitud: escuchar Si en esta etapa el Señor se manifiesta como el Maestro que nos enseña, nuestra principal actitud ha de ser la del discípulo que escucha para aprender. En una ocasión u escriba preguntó a Jesús cuál era el mayor de los mandamientos. El Maestro respondió: “Escucha Israel….” (Mc. 12:28-29). El primero y más grande mandamiento es escuchar la voz del Pastor, porque al escucharlo nos enamora y nos capacita para responderle con todo nuestro corazón. Un signo de habercaído en los lazos del activismo, es cuando hablamos más del Señor que con el Señor. Cuando Samuel escuchó una voz, el sacerdote Elí le advirtió que era Dios quien le llamaba y debía responder: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”. Desgraciadamente, nosotros decimos lo contrario: “Calla, Señor, que tu siervo habla”. Quien nace sordo jamás puede hablar. Al no escuchar las palabras, no es capaz de pronunciarlas. Esto mismo sucede en la vida Espiritual y Pastoral: si no sabemos escuchar a Dios, no podemos hablar en su nombre. Por otro lado, la oración que se centra en hablarle a Dios, sin darle oportunidad acomunicarse,vaatrofiando el crecimiento espiritual. Existen personas que deciden los caminos Pastoral o imponen un criterio a seguir que ellos tienen en mente: más, para que tenga fuerza y no encuentre oposición el proyecto, añaden: ¡Esta es la voluntad de Dios!. Pero, ¿Quién les dijo a ellos que ese era el plan divino?. ¿Cuándo o cómo supieron que esa era la voluntad celestial? Lo único que hicieron para imponerlo a los demás fue endosárselo al Señor… Los peores son aquellos que piensan que por tener cierta autoridad o título, gozan de la inhabiidad, y que sus directrices son automáticamente voluntad divina, como si el Señor dependiera de los siervos. En vez de preguntarle al Señor lo que Él quiere, dicen lo que piensan y luego tratan de que los demás crean lo que ellos mismos no saben: que ese proyecto, sobre todo esa prohibición, son voluntad celestial. Hay tres cosas que ahogan la Palabra de Dios y no la permiten enraizar, no menos dar fruto: - Las preocupaciones del mundo, que consisten en darle prioridad a las cosas transitorias. Vivir como si sólo contáramos con nuestras fuerzas para solucionar nuestros problemas. - El afán de las riquezas, que comprende la exagerada búsqueda de bienes materiales, títulos o poder. La ambición que nunca se sacia; al contrario, se cae en el remolino de la codicia que es una idolatría. - La concupiscencia de la carne, que es la satisfacción desmedida de todos los sentidos, viviendo bajo la ley del menor esfuerzo.
  • 46. 3. lo partió. Jesús, habiendo tomado y transformado el pan con su Palabra de bendición, lo partió. El tercer aspecto en la formación de un discípulo consiste en ser partido, en la etapa de purificación a través de la cual el Señor nos consagra totalmente para Él. Sin esta condición, no seríamos capaces de ser ofrendas del culto espiritual. El apóstol Pablo expresa esta necesidad con una idea tomada de la Pascua Judía, ser panes ázimos. El pan de la Pascua era “massot” (mandato), es decir, sin levadura y libre de toda contaminación. Sólo con masa pura era posible celebrar la liberación de la esclavitud. Purifíquense de toda vieja levadura, Para ser masa nueva, Pues son panes ázimos Porque nuestro Cordero Pascual, Cristo Jesús, Ha sido inmolado. (1ª Cor. 5:7) Así como el oro se depura, así también nosotros hemos de ser purificado y santificados para poder servir como ministros de la nueva alianza; cada uno de acuerdo a la propia vocación. Esta etapa consiste, fundamentalmente, en despojarnos de todo lo que nos sobra o nos daña. Con frecuencia pensamos que si tuviéramos más posibilidades materiales o mejores instalaciones, podríamos superar enormemente nuestro trabajo Pastoral. Sin embargo, lo que más nos impide dar mucho fruto, y un fruto permanente, no es lo que nos hace falta, sino lo que nos sobra: egoísmo, materialismo, competenciacon otros servidores, orgullo y soberbia espiritual; aparte de las heridas emocionales y consecuencias del pecado que todavía arrastramos como negra sombra. A Miguel Ángel, el gran artista florentino, le gustaba trabajar encerrado, para no ser visto por nadie. Hasta que terminaba su obra, las mostraba al público, Cuando finalizó la estatua de “Los Esclavos”, se hizo una gran fiesta en Florencia, para observarla por vez primera. Todos los nobles, artistas y autoridades, estaban impresionados por esa obra de arte tan maravillosa. A las felicitaciones y el reconocimiento de tanta gente, el genio contestó: “Pero es que yo no hice nada. Cuando me trajeron la pieza de mármol, ya venía adentro la escultura. Yo solamente Clase 25: la metodología de Jesús 3.
  • 47. le quité unos pedacitos que le sobraban”. Dios nos ha destinado a ser una obra de arte en sus manos. Pero, antes, tiene que quitarnos todo lo que nos estorba. Nuestro principal problema es que todavía traemos demasiadas cosas que no nos permiten ser libres para servir al Señor. Nuestra actitud: abandonarnos La confianza ilimitada en el Señor nos debe llevar a una actitud de abandono voluntario al plan divino. Sin embargo, lo más importante no es abandonarnos, sino hacerlo “sin condiciones”. En general, ponemos obstáculos en nuestra entrega; esperamos recibir algo a cambio, o nos reservamos parte de la ofrenda. Si la entrega no es incondicional, no sirve para nada. Así como el barro se abandona en las manos del alfarero para llegar a ser una vasija nueva, así nosotros debemos entregarnos en las manos del Señor para que nos transforme en criaturas nuevas, a su imagen y semejanza. Se trata de firmarle el cheque en blanco, para que haga de nosotros lo que le plazca. Esto implica darle un “si” a cualquier cosa, como María que respondió: “Hágase en mí, según tu Palabra” (Lc. 1:38). Así como cuando entramos a la sala de operaciones, nos abandonamos por completo en las manos del cirujano, para que corte, extirpe o trasplante lo que sea necesario, así debemos entregarnos en las Manos del Médico Divino para que haga de nosotros lo que Él quiera. Confiamos en Él y aceptamos su plan sin condiciones. Él desea hacer una obra tan maravillosa, que está dispuesto a transplantar nuestro corazón: Les daré un corazón nuevo. Infundiré en ustedes un Espíritu nuevo. Les quitaré su corazón de piedra y les daré un corazón de carne…. Para que se conduzcan según mis preceptos…. Ez 36:26-27. No se trata que el Señor nos despoje o nos violente, sino que nosotros consintamos en ello. ¿De qué aprovecharía que el Señor nos liberara de la esclavitud de Egipto, si seguimos recordando con nostalgia los ajos y las cebollas del país de los Faraones? Mientras no nos desprendamos y despojemos voluntariamente, sufriremosdesgarresfatalesquenosllevaránalaneurosisyesquizofrenia. Pero, cuando no estamos aferrados a algo, somos pobres; y un pobre nada tiene que perder. El desprendimiento es la condición del abandono y el abandono es el camino de la paz. No hay otro camino para ser feliz. Quienes tratan de apegarse a cualquier cosa, circunstancia o persona se vuelven esclavos de esa posesión.
  • 48. 4. lo repartió Un vez que el pan ha sido tomado en las manos, bendecido y partido, se reparte. No se queda en las manos de Jesús, si no que se da a los demás. No podemos permanecer toda la vida en la cima del Monte Tabor, ni plantarnuestras tiendas para establecernos definitivamente junto a Jesús. El evangelio aclara que Jesús llamó a ser discípulos para que estuvieran con Él y luego para enviarlos para evangelizar. El que ha estado al lado de Jesús no permanece inactivo, sino que va en busca de sus hermanos. Cuando Andrés encontró a Jesús en el desierto., lo siguió y se quedó con Él toda la tarde y la noche. Pero al amanecer, se levantó y se fue a buscar a su hermano Simón para llevarlo a Jesús. El signo que nos garantiza que hemos encontrado a Jesús, es que vamos a buscar a otros para que también lo conozcan y lo sigan. Quien lo ha descubierto, comparte su hallazgo con otros. No puede dejar de hablar de lo que ha visto y oído. Ahora bien, entre más hayamos sido partidos, más repartidos seremos. Un pan entero sólo puede ser comido por una persona. Pero cuanto más se parta, tanto más podrán participar de él. Este es el fin de la purificación “la multiplicación”. Como el Señor quiere multiplicarnos, por eso Él nos reparte. Quiere que alcancemos para muchos. Nosotros aportamos los cinco panes y los peces que tenemos y el Señor se encarga del multiplicarlos. Él hace el milagro, pero siempre con nuestra colaboración. Nuestra fecundidad no depende de nuestras cualidades, sino que es Dios quien da el crecimiento. A nosotros se nos pide llenar nuestras tinajas con el agua que tenemos. El milagro de la transformación lo realiza Él, partiendo de lo que nosotros hemos presentado. Nosotros vamos a ser pan multiplicado que alimentará y vino nuevo que alegrará el corazón, porque el Señor ha hecho un milagro en y con nosotros. Nuestra actitud: EL desprendimiento Nuestro Dios es uno, declara una y mil veces la Biblia. No hay otro Dios fuera de Él. Por esta razón es que no admite ningún ídolo que ose Clase 26: la metodología de Jesús 4.
  • 49. suplantar su lugar. Nuestro Dios, por ser único, no acepta compartir nuestro corazón con nada ni con nadie. Por esta razón es absolutamente necesariodesprendernosdetodoaquelloquecompitaconsusupremacía. En el desprendimiento no cuenta tanto lo que damos, sino la entrega total. Una vez Jesús estaba frente al lugar de las limosnas, donde venían los ricos con lujo de ostentación y depositaban cuantiosas ofrendas. De manera humilde y silenciosa se acercó una pobre viuda, que no depositó sino dos pequeñas monedas. Jesús aprovechó la oportunidad y enseñó a sus discípulos “esta mujer ha entregado más que los demás, porque ella ofrendó todo cuanto tenía” (Lc. 21:3,4). Generalmente los hombres medimos nuestras ofrendas por la cantidad que entregamos. Quien más da es considerado mejor. Pero el ofrendómetro divino no detecta los que salió de la bolsa, sino lo que se quedó adentro. El desprendimiento afectivo y efectivo es una forma como Dios nos purifica de todos estos pagos, que no nos permiten vivir la exclusividad con nuestro Dios. No se trata, pues, de simplemente desprendernos, sino de entrar en una relación de exclusividad con Él. Las parábolas del evangelio nos muestran claramente este aspecto. Quien ha encontrado la perla preciosa, vende todas sus posesiones para adquirir la única perla de verdadero valor. Sin embargo, hemos de notar muy bien que el hombre no se desprende para encontrar, sino porque ha encontrado. Por tanto, nunca es aconsejable desprendernos de nuestras cosas para encontrar al Señor. El proceso es inverso. Quien la ha descubierto, encuentra que todas las cosas palidecen frente a la luz del Señor. Si una noche estamos en un cuarto con la luz encendida, no veremos nada de las lucecitas de las montañas. Pero si apagamos nuestra luz., en ese mismo instante comenzarán a brillar las luces exteriores. Cuando se nos apaga la luz de Cristo, entonces es cuando nos comienzan a deslumbrar otras cosas. Pero el que tiene a Cristo, entonces es cuando nos comienzan a deslumbrar otras cosas. Pero el que tiene a Cristo, juzga a toda basura, estiércol, en comparación al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo (Flp. 3:5-8). De esta forma, tenemos la perfecta perspectiva. No se trata de despreciar las cosas o a las personas, sino de apreciar lo esencial y permanente. Pero, a veces, el Señor nos tiene que desprender de manera brusca de algunas cosas, para que nos demos cuenta de que no las necesitábamos tanto.
  • 50. Clase 27: la metodología de Jesús 5. 5. esto es mi cuerpo. Así como el pan se transforma en el cuerpo de Cristo, así somos nosotros transformados en la imagen y semejanza de nuestro Maestro. La formación de un Apóstol no termina sino hasta que Cristo Jesús vive en él y se manifiesta en su forma de vivir. En l ciudad mejicana de Taxco, hay muchos artesanos que trabajan la plata de manera muy fina. Cuando uno de estos artistas está haciendo una bandeja de plata, la pule cuidadosamente una y otra vez, hasta que su propia imagen se refleja en el espejo límpido de metal. Es hasta entonces que se considera terminado su trabajo. De igual manera sucede en nuestra vida. El Espíritu Santo no acaba de trabajar en nosotros hasta que reflejemos la imagen de Cristo Jesús. Si la meta de un discípulo es configurarse a la imagen de su Maestro, nuestro objetivo no puede ser otro que llegar a ser como Jesús; como Pablo, que un día llegó a exclamar: “Vivo, más no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí”. (Gal. 2:20). Sin embargo, no podemos pensar que cada uno de nosotros debemos ser otros Cristo, formando así muchos cristitos por todas partes. Esta es una visión muy individualista y, por tanto, antievangélica. Dios quiere que todos juntos formemos el Cuerpo de su hijo; siendo miembros los unos de los otros, pero unidos por una sola fe. Con diversidad de dones, pero animados por un solo y único Espíritu. Con variedad de ministerios, pero con un mismo Señor. Se trata de vivir como Cuerpo de Cristo donde, siendo muchos miembros con diversidad de funciones y siendo unos miembros de los otros, estamos todos buscando el crecimiento de cuerpo como tal y no ninguna ventaja personal, ni siquiera de tipo espiritual. Lo que Pablo menos consentía en las comunidades cristianas era la división, ya que era un atentado directo contra la esencia de la vida cristiana. El en toda la historia de la salvación siempre hay destierros que nos desarraigan de todo cuanto somos y tenemos. Y son precisamente estos desprendimientos los que nos hacen crecer en la libertad y la disponibilidad. Por esta razón que a lo largo de la Biblia, Dios siempre
  • 51. pide algún tipo de renuncia: - Jacob tiene que dejar su familia y huir lejos de los suyos. - José, deportado por sus hermanos, va a un país desconocido. - Moisés tiene que renunciar a sus seguridades humanas. - Elías se va al desierto. - El pueblo es desterrado a Babilonia, perdiendo hasta el templo y el culto. - Pablo lo pierde todo por Cristo. Si estamos en las manos del Señory no nos desprendemos de nuestros apegos, entonces el Señor va recurrir al exilio para que podamos ser verdaderamente suyos. La cumbre del desprendimiento llega cuando el Señor nos pide no solo las cosas que nos puedan separar de Él, sino incluso los dones que Él mismo nos ha dado como prueba de su fidelidad. En esta etapa no se trata solo de dejar pecados o vicios, sino de no depender de ningún don de Dios. Se ha llegado a la frontera gloriosa libertad de los hijos de Dios “Sólo Dios basta”. AbrahamlehabíaentregadotodoalSeñor:tienda,familia,seguridades, pasado y futuro. Había renunciado a sus falsos ídolos y ahora servía al verdadero Dios. Pero un día su Dios le pide lo inaudito: “Entrégame a tu único hijo, el que yo te di como cumplimiento de mi promesa”. No se le pedía que renunciara a nada malo, sino que entregara al hijo de la promesa, el don de Dios, el testigo de la fidelidad divina. A todo el que persevera en la vida del espíritu, pide un día al hijo de la promesa. No porque sea malo; al contrario, para que ya no se dependa ni de los dones de Dios, sino sólo en el Dios de los dones. En esta etapa la comunión con Dios no se hace a través de ningún medio: se llega a una etapa de comunión íntima y profunda. Ya no hay comunicación, sino comunión. No se depende de ninguna gracia, consolación o recompensa sino que la relación de Fe con Él es lo más importante. Clase 28: la metodología de Jesús 6.
  • 52. 6. coman todos de él. Ejemplo más claro lo tenemos en su primera carta a los Corintios (1ª Cor. 1:10-16, 3:3). ¡Vivamos unidos! 10-11 Hermanos míos, yo les ruego, de parte de nuestro Señor Jesucristo, que se pongan todos de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Al contrario, vivan unidos y traten de ponerse de acuerdo en lo que piensan. Algunos de la familia de Cloe me dijeron que hay asuntos por los que ustedes están discutiendo mucho. 12 Mientras que algunos dicen: «Yo soy seguidor de Pablo», otros dicen: «Yo no, yo soy seguidor de Apolo.» Y hay otros que responden: «Pues yo soy seguidor de Pedro», y aun otros dicen: «Yo sigo a Cristo.» 13 ¡Pero no hay tal cosa como un Cristo dividido! Además, no fui yo el que murió en la cruz para salvarlos a ustedes. Ni fueron ustedes bautizados en mi nombre. Así que no tienen por qué formar un grupo de seguidores míos. 14-16 Gracias a Dios, sólo bauticé a Crispo, a Gayo y a la familia de Estéfanas. No recuerdo haber bautizado a nadie más. En todo caso, nadie puede decir que fue bautizado en mi nombre. Nuestra Actitud: formar cuerpo de Cristo, IGLESIA En primer lugar debemos renunciar al individualismo; de manera especial, al individualismo religioso: ser el más grande Apóstol, ser el mejor servidor, tener el mejor grupo, o ser el más santo. Esto daña profundamente, ya que nos mantiene en una actitud de competencia con todos los demás, perjudicando así la unidad. Somos miembros del Cuerpo de Cristo, pero al mismo tiempo miembros los unos de los otros. Si no asimilamos este principio fundamental, todo nuestro trabajo puede sermás peligroso que benéfico. Cada uno necesitamos de los demás, y ellos a su vez de cada uno. Por más pequeños o insignificantes que parezcamos, somos necesarios. Por ello, una característica indiscutible del discípulo de Jesús es que es conductor de la unidad y enemigo de la división. Así como el pan es comido, el discípulo de Jesús también. Ser comido significa estar al servicio de los demás, y entregar la propia vida con tal que otros vivan. Es como una vela que se desgasta con tal de alumbrar a otros. Existen diversas pinturas del buen pastor. De manera especial, donde aparece un tierno pastor abrazando románticamente una oveja. Las estatuas que nos presentan al pastor son tan barrocas y melosas, que están muy lejos de la realidad. Existe otra de un artista flamenco que se denomina también “el buen pastor”. Sin embargo es muy diferente a todas las demás: en el fondo se advierte en rebaño de ovejas comiendo un verde pasto, junto a un arroyo cristalino que desciende de una montaña. En el frente se representa el lobo con una mirada asesina, que se aleja de un agonizante pastor, cuyas ropas están desgarradas por los colmillos de aquella fiera. En verdad, este cuadro tan crudo es mucho más cercano a la realidad: “el buen pastor es el que da la vida por sus ovejas”. Es muy interesante el contraste entre los malos Pastores de Israel, que nos presenta el Profeta Ezequiel en el cap. 34, y la actitud del Siervo del Señor que aparece en el profeta Isaías (53:13-53, 12). Los malos Pastores se aprovechan de las ovejas: beben de su leche, se visten de su lana y se comen a la más gorda. El siervo del Señor da su vida a favor de los suyos, y muere para que otros sean curados y vivan en paz. Un mal Pastor siempre busca alguna ventaja de sus ovejas. Por el contrario, el buen Pastor sale perdiendo algo en favor de ellas. Esto es precisamente lo que distingue a uno del otro. El buen Pastor se entrega a favor de todos, no tiene preferencias sino por el más necesitado, o por aquel de quien nada puede recibir a cambio. Los Pastores interesados, sirven a quienes después les pueden gratificar sus servicios o les pueden retribuir de alguna manera. El discípulo de Jesús, igual que su Maestro, es comido por los demás. Sin esta condición fundamental, jamás podrá ser fecundado. Si el trigo no es triturado y comido, no servirá como alimento. Sólo hasta después que Jonás fue comido, fue capaz de evangelizar y convertir a la gran ciudad de Nínive. Nuestra Actitud: CóMANME El verdadero Apóstol es trigo que muere para dar fruto. Su felicidad no la cimienta e mandar u organizar, sino en desaparecer en el tiempo oportuno. Sabe que un día va a morir, por eso prefiere irse entregando como alimento de forma que produzca vida. Estos nos exigen actitudes concretas: - Dejar de pensar que un Apóstol es el que manda. Por el contrario, es el que muere para que otros vivan. - Dejar de considerar los beneficios que supuestamente merecemos,
  • 53. y renunciar todo, excepto a entregarnos a favor de los otros. - Dejar en centrarnos en “nuestros privilegios” y comenzar a servir a todos, especialmente a los más necesitados. Ser comidos significa estar a la entera disposición de quien nos necesite. Así como le hemos dado un “si” incondicional al Señor, dárselo a todo su cuerpo (nuestros hermanos) y decirles: “Aquí estoy, hagan de mí lo que quieran. Lo único que yo quiero lavarles los pies”. Ser comidos significa también de renunciar a todo tipo de beneficio personal, con tal que los demás sean edificados en la fe y el amor. Ciertamente Pablo afirma que quien sirve al Altar, tiene derecho a vivir en el Altar. Sin embargo, el buen Pastor es capaz de renunciar a las ventajas que ofrece el Evangelio. Pablo afirma que él tiene derecho, como los demás Apóstoles, a llevar una mujer creyente en sus viajes misioneros. Sin embargo, prefiere renunciar a ello con tal de no ser mal interpretado por nadie. En otras ocasiones, teniendo derecho a vivir de los bienes materiales de aquellos con quien él ha compartido beneficios espirituales, prefiere trabajar con sus propias manos para no ser motivo de carga, ya que él es quien debe soportar a los demás. En vez de recibir se entrega como alimento a todos. Dejarse comer significa no ser servido, sino estar al servicio de los demás, como nuestro Maestro que vino a dar su vida por nosotros. Clase 29: la metodología de Jesús 7.
  • 54. 7. hagan esto en memoria mía. El último paso en la formación de un discípulo es reproducir con fidelidad lo mismo que su Maestro hizo. Como primeramente debemos entender esta palabra en voz pasiva: dejarnos hacer por el Maestro. Consentir en que él nos lleve por este proceso que nos transforma en discípulos a su imagen y semejanza. El discípulo es pan que transforma, pero al mismo tiempo es altar donde el mismo Jesús se consagra a Dios y a los hombres. En segundo lugar, el Señor nos quiere decir: repitan también ustedes este mismo proceso para formar discípulos. No hay otro camino. No se trata, pues, simplemente de entrenar a nuestra gente en técnicas o dinámicas de grupo, o capacitarla en el lenguaje de la comunicación: su vida tiene que ser transformada; de otro modo no pueden llegar a ser discípulos. “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt. 28:19). Jesús nos envió a enseñar todo lo que nos había mandado. La sabiduría de un formador de discípulos está en conocer este camino, y recorrerlo junto con los que está troquelando como discípulos. Siempre hemos creído que la mayor alegría en este mundo, es encontrar el tesoro de la Nueva Vida en Cristo Jesús. Pero hay algo más grande que eso: ser instrumento para otros lo encuentren. Y todavía más: formar otros que multipliquen y extiendan la obra de Salvación de Cristo Jesús en este mundo. La más grande felicidad no consiste en ser discípulo de Jesús, sino hacer discípulos del único Maestro. La mayor alegría no es ser maestro del rebaño, sino capacitar a otros para que lleguen a ser Maestros y Pastores de la iglesia de Jesús. Nuestra Actitud: formar discípulos Como respuesta a esta confianza que el Señor ha depositado en nosotros, no tenemos sino que tomar una opción preferencial en nuestro trabajo Apostólico: Formar discípulos. Esto significa renunciar a otros planes que son buenos y maravillosos. Como no podemos realizar todo, a cada discípulo le corresponde reproducir exactamente lo que hizo su Maestro: formar a otros, que a su vez continúen la obra de instauración el Reino de Dios en este mundo. Se trata de tomar una decisión que va a cambiar nuestra vida y la de otros muchos. Está decisión va a cristalizar en un proyecto de vida, en el que lo único importante será un facilitador para que el Espíritu Santo vaya reproduciendo la imagen de Jesús en todos aquellos que proclaman su nombre.
  • 55. Clase 30: el carácter de un verdadero discípulo 1. manifestado en el fruto del espíritu 1. AMOR: A. Se le describe como el punto de partida del Fruto del Espíritu. B.EstesentimientoeselquemanifestóDiosenelcalvario,cuandodio a su hijo unigénito para que muriera por todos los hombres, sentimiento que se manifestó y aún se manifiesta, porque “Dios es Amor”. El sigue amando “A pesar De…. (AGAPE). C. Este amor se describe en 1ª Cor. 13:4-7, como sufrido (paciente para aquellos que nos provocan injurias); benigno (que devuelva bien por mal); humilde, desprovisto de presunción, jamás es rudo o descortés, nunca es egoísta o avaro no se resiente, no guarda rencor, jamás se goza por la caída de otros. D. El amor es el secreto para mantener a la iglesia en un estado espiritual creciente. E. Es el componente más básico de la eficacia cristiana. F. Todos los demás aspectos del Fruto del Espíritu giran en base a el Amor y estoy convencido que no hay nada más importante en todo el mundo. G. Es tan básico en lavidade los creyentes que nos ayudaasobrellevar todas las circunstancias de la vida con fe y esperanza. H. Es la demostración integral de que todas las personas que pertenecen al cuerpo de Cristo, son sus discípulos (Jn. 13:35). I. La falta de amor es la fuente de la mayoría de nuestros problemas. Es el cáncer que está carcomiendo la iglesia. J. Nota: La mayoría de los líderes están perdidos en reconocer lo básico del Amor, que le dan un gran énfasis a la “Sana Doctrina”; esto no es malo, porque son los fundamentos doctrinales de la iglesia. Sin embargo existen largas discusiones acerca de la 2da venida de Cristo, la obra expiatoria de Cristo, la iglesia, el Espíritu Santo, etc. ¿Qué del Amor?. Este generalmente va en categoría aparte; pero si la doctrina no abarca el Amor, entonces la doctrina no es sana. No se puede separar la doctrina de la vida práctica y en especial la práctica del Amor. Me he detenido a escribir y a enseñar un poco más sobre este aspecto del Fruto del Espíritu, por creer que los (8) ocho aspectos restantes redundan en este. K. Pablo revela la superioridad del Fruto del Amor sobre los dones del Espíritu. (1ª Cor. 12:31 y 13:13). Sin querer menospreciar la indispensabilidad de los dones. L. Dios desea formar principalmente un carácter cristiano en nosotros.
  • 56. Clase 31: el carácter de un verdadero discípulo 2. manifestado en el fruto del espíritu 2. GOZO PRODUCIDO POR AMOR: A. No existe nada más satisfactorio para el hombre que encontrarse delante de la realidad de ser amado. Como seres sociales necesitamos mucho de la afectividad a nivel familiar, y cuando esto se hace patente en un niño, en un joven, en un adulto o en un anciano, se vive una enorme satisfacción interior que es la que demuestra a los demás cuan felices y seguros son estos seres. B. El gozo como aspecto importante del Fruto del Espíritu siempre estará enraizado en el Amor de Dios. Este Gozo se manifiesta cuando el Espíritu Santo hace que Jesús, y su obra de salvación sean más reales a nuestros corazones. Se expresa en un regocijo activo en el Señor (Fil. 3:1). C. Cuando se hace real en nuestros corazones la vida de Jesús, la intención de venir a la tierra, lo que dejó por venir a salvar la humanidad y que todo esto fue motivado o impulsado por el amor que Dios siente por la corona de la creación, y que de los 5.000.000 millones de personas que habitan actualmente el planeta y otros que ya han partido con Él, ¡Estoy incluido yo!, entonces no puedo dejar de expresar mi gozo, cada vez que pienso (y eso es a cada instante) que el amo a Él porque Él nos amó primero, dándonos una muestra inconfundible e imborrable en la persona de Jesucristo y su obra de salvación.
  • 57. Clase 32: el carácter de un verdadero discípulo 3. manifestado en el fruto del espíritu 3. PAZ CONSEGUIDA CON AMOR: A. En uno de los emblemas usados por los jóvenes de los años sesenta, a los cuales denominaban hippies y participaron en la llamaba liberación juvenil. Estos símbolos se encuentran inscritos en las chaquetas, pantalones, franelas, botas, etc., y casi toda indumentaria de vestir de esa época, aparecían las palabras de Amor y Paz. Estas palabras fueron famosas en el festival de Woods Tokd. B. Llevando a una aplicación realista esta dos palabras; La Paz no puede ser sin la influencia del Amor. Los hombres que han tenido la oportunidad de lograr alguna paz, algún acuerdo de paz, para alguna nación,pueblo,caserío,tribu….Etc,fueronmotivadosporunsentimiento profundo que estaba arraigado en todo su ser; “Esto es AMOR”. C. La Paz es un acto de buena relación, con nuestro prójimo, vecinos, con otros países; y se benefician el uno con el otro. Pero siempre el primer paso para lograr este objetivo y ese bienestar común, es el AMOR. D. La PAZ como aspecto fundamental del Fruto del Espíritu es, la conciencia de que estamos en una buena relación con Dios. Una sensación de bienestar espiritual. E. Todo esto se lo debemos al Amor y que conste, al “AL AMOR DE DIOS”. Por su amor nos amistó con Él por medio del sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario. La sangre satisfizo a Dios y es la que limpia nuestra conciencia y nos da una sensación de que somos aceptados por Él y que estamos en Él y que estamos en Él (Heb. 9:14). F. Todo aquel que ha tenido una experiencia personal con Dios, disfruta de esta PAZ, como un acto de fe sólida y fundamentada en Cristo; quien no solamente es el autor de nuestra salvación y fe sino nuestro enlace de PAZ para con Dios. G. Me parece oír satisfactoriamente la respuesta de labios de todos los cristianos, a las amenazas, injurias, y acusaciones que el diablo y el mundo lanzan dardos de fuego a su conciencias: justificados púes por la fe, tenemos “PAZ”, para con Dios por medio de (EL AMOR), nuestro Señor Jesucristo (Rom. 5:1).
  • 58. Clase 33: el carácter de un verdadero discípulo 4. manifestado en el fruto del espíritu 4. PACIENCIA, DESARROLLADA POR EL AMOR: A. Muy comúnmente somos dados y soportar a aquellos que nos aman, nos alimentan y nos consideran. Pero muy pocas son las veces que demostramos el amor y la paciencia para con aquellos que nos injurian, nos maltratan y nos hacen daño deliberadamente, sin tener ellos motivos para causarnos dichos actos. B. La PACIENCIA, es la cualidad que nos permite “soportar” a la gente que procura deliberadamente causarnos daño o confusión. C. Esta cualidad sólo se logra a la medida que entendamos lo que enseño Jesús sobre “EL AMOR”, reitero que el Fruto del Espíritu se inicia, en Amor y se desarrolla en Amor. D. Jesús enseñó a desarrollar esta cualidad, y comprendió que la única forma de desarrollarla era a base de Amor (Mat. 5:43-48). Nota: Pasaremos a estudiar brevemente los versículos 43-45. - Vr. 43: Jesús rebate un dicho de la Ley de Moisés, que permitía solamente amar a sus amigos y detestar a sus enemigos. - Vr. 44: Jesús hace uso de su autoridad suprema para añadir algo más excelente a los dichos por Moisés. Sigue haciendo énfasis de amar a su prójimo. No obstante, vale la pena realizar la misma pregunta de aquel intérprete de la ley que en una oportunidad practicando con Jesús preguntó ¿Quién es mi prójimo? (Luc. 10:29). Para algunos el prójimo es el vecino más cercano, o el amigo de la infancia o todo aquel que se le puede hacer un bien porque nunca me dañado y es un buen hombre. Que equivocados estamos si pensamos así, porque nuestro prójimo es cualquier persona, sin importarnos su tipo, su condición, su conducta, su clase, etc. Nuestro prójimo son todos los hombres, amigos o enemigos. Jesús nos hace cuatro (4) imperativos: 1. AMAD “Amar a quién se muestra como nuestro enemigo”. 2. BENDECID “Bendecid a los que nos maldicen”. 3. HACED BIEN “Hacer bien a los que nos aborrecen”. 4. ORAD “Orar por los que nos ultrajan y persiguen”. Me parece que para cumplir estos deberes como cristiano es necesario la paciencia como producto de un amor maduro; porque, no nos vengamos de nuestros enemigos, no respondemos con maldición a quien nos maldice, no pagamos mal por mal a quienes nos aborrecen y no pedimos juicio para quienes nos ultrajan y persiguen porque el
  • 59. Amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones. No nos dejamos vencer de lo malo, sino vencemos al mal con bien. (Amor, Bendición, Hacer bien y Oración) (Rom. 12:21; 1ª Pedro 3:9). El Señor nos ayuda a tomarlo todo en amor con gozo del Señor. De este modo no hay tentación a la venganza (Ef.4:2; Sant 1:9;Rom. 12:19). - Vr 45: Para que podáis mostrar que sois hijos de Dios por el parecido que tenéis con Él. Clase 34: el carácter de un verdadero discípulo 5.
  • 60. manifestado en el fruto del espíritu 5. LA BENIGNIDAD, LA SIMPATÍA FLUÍDA DEL AMOR: A. En la carrera de la vida, el hombre ha emprendido una lucha por alcanzar los sitiales de honores para ser el primero en todo. Sin importarle el sitial que ocupa su más cercano competidor. Se abstiene de tenderle una mano de generosidad, de cariño y de apoyo para que este pueda lograr lo que él ha logrado; si es necesario aplastarlo para quitarlo de su camino lo hará, aún con la ayuda de recursos ilícitos. B. La BENIGNIDAD, es la generosidad que procura a la gente en la “mejor luz”. Una persona con benignidad es presta a mostrar simpatía y da la respuesta suave (Prov. 15:1). C. Cuando hay verdadero amor estamos presto a servir a otros para su bienestar. En la acción de poner a la gente en la “mejor luz” aún por encima de uno mismo, proyectamos a otros a la prosperidad de su presente y echamos los cimientos para un futuro provisor. D. El Señor Jesús nos enseñó con su propia vida que el amor es la fuerza que rompe el egoísmo y la altivez de los hombres; alguien dijo con mucha propiedad: “El egoísmo empequeñece el corazón; el Amor lo dilata. Jesús no fue presa del egoísmo, siempre estuvo pendiente de poner a los demás por encima de Él y también ponerse en lugar de ellos (Empatía). Nota: En la porción bíblica donde una mujer, con un vaso de alabrastro de perfume los derramó sobre la cabeza de Jesús; Él demuestra su benignidad conjuntamente con el amor, cuando proyecta sin egoísmo ninguno, la obra que hizo esta mujer. La obra que realiza la antes mencionada se recordará para “memoria de ella” (Mat. 26:13); supuestamente El Ungido y el querido era Él. Sin embargo, le dio todo su reconocimiento a ella. Estamos dispuestos a hacer una benignidad siempre y cuando estimemos a los demás como superiores a nosotros mismos, esto es una demostración de amor verdadero. Clase 35: el carácter de un verdadero discípulo 6.
  • 61. manifestado en el fruto del espíritu 6. BONDAD, PRUEBA DE AMOR PARA TODOS: A. La bondad es lo que nos constituye en la gente noble del pueblo de Dios. La Bondad indica: rectitud, confiabilidad, generosidad y lo bueno para con los demás. B.Todas las características de labondad se hacen presente en nuestras vidas cuando existe integridad para con Dios y para con los hombres. C. La integridad refleja un carácter bueno y produce en los hombres para los cuales trabajamos un sentimiento de confiabilidad. D. La bondad no es simplemente hacer buenas obras, contribuir con nuestrasofrendasparalaayudadeotros;sinomásbienunademostración de rectitud e integridad cuando somos tentados a mal administrar, a despilfarrar y robar en cualquier empresa o trabajo. E. Es una lúcida muestra de que somos personas a las cuales se nos puede confiar un secreto (siempre y cuando sea algo sano), una debilidad, etc. F. El producto de esta confiabilidad es que germina una hermosa amistad. La relación naciente progresa a base de amor. La interacción nos hace seres más sociales, capaces de mantener un amor intenso y una gran lealtad para con nuestros amigos. Es decir, toda persona que se nos acerque necesitado de un consejo, ayuda, etc. Concluyo esta parte conceptualizando la BONDAD, como aspecto imprescindible del Fruto del Espíritu: Es desarrollo del carácter que es verdaderamente bueno, recto, confiable y que todavía puede ser bueno y generoso con los demás. Me resulta imposible creer que una persona pueda ejercer estas características de la bondad sin existir en lo profundo de su vida el “Amor de Dios” (Ef. 5:9). Clase 36: el carácter de un verdadero discípulo 7.
  • 62. manifestado en el fruto del espíritu 7. FE, OBEDIENCIA GRATA POR AMOR A. La obediencia ha sido y es la puerta abierta para el éxito de muchos ministros, líderes y creyentes. De ejemplo tenemos a Abraham. Solamente oyó la voz de Dios y salió sin saber a dónde. Gracias a su obediencia, hoy nosotros disfrutamos de la gracia divina a través de la fe (Heb. 11:8). B. La FE como aspecto del Fruto del Espíritu no es la que trae salvación, ni la que obra milagros. Esta fe es fidelidad y obediencia a Dios. C. Cuan bajo sería para nuestras vidas espirituales, el obedecer a Dios porque le tenemos (miedo), o porque temblamos ante a su disciplina. Pero, cuán excelso es obedecer y serle fiel a Dios por amor, por agradecimiento a la labor tan grande que realizó Cristo por nosotros en la Cruz. D. La fidelidad a Dios debe estar basada en Amor. Cuando hablo de esta fidelidad hablo de la “verdadera fidelidad”, la cual obedece a ojos cerrados a la voluntad y a la voz de Dios por amor a su nombre. Nota: Entre algunas recomendaciones que Pablo da a los filipenses en el capítulo 2 aparece específicamente en el versículo 12 una actitud encomiable. Era que obedecían siempre, no cuando eran forzados por la presencia de Pablo, sino también en su ausencia. La obediencia era producto de la confianza que había depositado en Pablo y del amor que los movía a agradar y ser fiel a Dios en todo. Clase 37: el carácter de un verdadero discípulo 8.
  • 63. manifestado en el fruto del espíritu 8. MANSEDUMBRE, HUMILDAD REFLEJADA POR AMOR: A. La MANSEDUMBRE aquí señalada, no es rebajarse o opacarse (reducirse) a sí mismo. Es humildad verdadera que no se considera a sí mismo demasiado bueno como para realizar las tareas humildes. B. La Palabra de Dios en Romanos 12:3, nos manda a no tener el más alto concepto de nosotros que debemos tener. También podemos interpretarlo, que no debemos poseer el más bajo. Pablo establece para sí un equilibrio de su personalidad. No denigra su propia sinceridad e integridad (2ª Cor. 1:23; Rom. 9:1,2), pero tampoco se exalta a sí mismo indebidamente (Rom. 12:3). Sus observaciones incidentales reflejan el concepto que tenía de sí mismo (1ª Cor. 3:5; 2:3; 9:16; 2ª Cor. 3:5). Nota: La HUMILDAD no se incluye en los pensum y prospectos de los cursos dictados en la iglesia, se aprende de la medida que amamos a Jesús, para poder reflejar el carácter de Jesús al mundo. Jesús dijo: “El que quiere hacerse grande entre vosotros sea vuestro servidor” (Mar. 10:43). Jesús no enseñó a sus discípulos a hacer milagros, más bien les dijo: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mat. 11:29). El mandamiento es aprender de Él; claro, Él es nuestro paradigma y en Él encontramos un vislumbrante cuadro de amor; todo lo dio por amor, todo lo que hizo, lo ejecutó por amor. Toda su personalidad es la realidad absoluta del amor. Clase 38: el carácter de un verdadero discípulo 9.
  • 64. manifestado en el fruto del espíritu 9. TEMPLANZA, BAJO CONTROL DEL AMOR: Es auto control. El verbo correspondiente se utiliza para los atletas que deben ejercer autocontrol en todo si es que desean ganar (1ª C. 9:25). El Espíritu nos ayuda a controlar los impulsos, deseos y pasiones. Pero hay una parte que nosotros debemos realizar. Es cooperar con el Espíritu en la disciplina de nosotros mismos. La colaboración o cooperación es parte, no sólo de desprestigiarnos a nosotros mismo y a la obra, si llegamos a fallarle a Dios, no es cuestión de ética, sino de Amor a Dios y a su obra. conclusión A. Si se desea el Fruto del Espíritu hay que cultivarlo, Dios hace su obra, nosotros tenemos nuestra parte. B. Pedro nos llama a mostrar con toda diligencia los mismos aspectos de Fruto del Espíritu (2ª de Pedro 1:5-7). C. Recuerda que el primero y principal Fruto del Espíritu es el AMOR. El fruto de la vida divina dentro de los cristianos y puede ser desarrollado sólo por una vida muy cerca de CRISTO. D. El desarrollo de los ocho (8) aspectos siguientes al Amor, se manifestaran a la medida que amemos.