El documento aborda la enseñanza de la música en el primer ciclo escolar, destacando su importancia como un lenguaje simbólico que permite a los niños interpretar su entorno cultural y social. Se enfatiza que la educación musical debe centrarse en el aprendizaje activo, promoviendo la ejecución, audición y composición, y reconociendo los saberes previos de los alumnos. Además, se propone un enfoque inclusivo que fomente el respeto por diversas tradiciones musicales y cultive la crítica y la reflexión en torno a la música.