El diseño industrial surgió con la Revolución Industrial en el siglo XVIII cuando se introdujeron las primeras máquinas y la producción se separó del diseño. Se consolidó como disciplina en la escuela Bauhaus en Alemania en 1919, donde produjeron objetos que se convirtieron en clásicos del diseño. El diseño industrial implica preconcebir la forma y características de un producto antes de su producción industrial, teniendo en cuenta aspectos estéticos, funcionales y de fabricación.