El documento relata varias historias de personas que sobrevivieron al ataque del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York debido a pequeños eventos fortuitos. Un gerente comparte con sus empleados cómo algunos llegaron tarde o salieron antes del trabajo ese día por cosas insignificantes como comprar donas o ponerse unos zapatos nuevos. El mensaje es que Dios guía nuestras vidas a través de estas pequeñas coincidencias y que debemos estar agradecidos por estar exactamente donde Él quiere que estemos.