La economía popular y solidaria es una forma de organización económica donde los integrantes colaboran para producir, intercambiar y consumir bienes y servicios, buscando satisfacer necesidades y generar ingresos. Se basa en principios como la prelación del trabajo sobre el capital, el comercio justo, la equidad y la autogestión, y tiene el objetivo de propender al buen vivir. Además, se distingue de la economía social por su enfoque en la cooperación y el apoyo mutuo entre sus miembros, aunque con una base de capital más frágil.