Los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, unieron sus reinos a través de su matrimonio en 1469, dando lugar a la unión dinástica de Aragón y Castilla. Isabel heredó el trono de Castilla en 1474 y Fernando el de Aragón en 1479, reinando juntos y estableciendo las bases para la futura grandeza de España.