La Edad Moderna se extiende desde la caída del Imperio Bizantino hasta la Revolución Francesa, marcada por el surgimiento del humanismo, el renacimiento y nuevos enfoques en la cultura y el arte. Este período registra el antropocentrismo, la recuperación del pensamiento grecorromano, y el desarrollo científico con grandes avances en artes visuales, escultura y arquitectura, donde figuras como Brunelleschi y Miguel Ángel emergen como protagonistas. El Renacimiento muestra un equilibrio entre la belleza y el humanismo, impulsando un nuevo estilo de vida y la cultura burguesa.