El documento analiza los desafíos pedagógicos ante el mundo digital, con dos preocupaciones: 1) reducir la brecha digital de acceso a la tecnología, y 2) los cambios en la escuela con la introducción de nuevas tecnologías, como la organización del conocimiento y las relaciones de autoridad. Los autores debaten que los jóvenes son "nativos digitales" mientras los adultos son "migrantes digitales", y que los nuevos medios cambian los perfiles laborales y prácticas culturales más que reemplazar lo anterior.