La educación espartana se enfocaba en crear guerreros fuertes. Los niños eran evaluados al nacer y los débiles eran abandonados. Eran criados de forma austera y dura para fortalecerlos. A los 7 años pasaban a ser propiedad del estado y entrenaban en combate y tácticas militares hasta los 20 años. Las niñas también recibían entrenamiento físico duro para combatir los rasgos femeninos.