La función cardiaca se ve afectada por la presencia de iones potasio y calcio, así como por patologías y fármacos asociados a estos iones. El potasio es importante para la excitabilidad cardiaca y la repolarización, mientras que el calcio refuerza la contracción del miocardio. Un nivel inadecuado de estos iones puede dar lugar a arritmias, infartos u otras afecciones cardiacas.