La ejecución estratégica es crucial para el éxito organizacional, diferenciándose de la mera ejecución y del fracaso estratégico en sí. Factores como la comunicación deficiente, la falta de liderazgo y resistencia al cambio son causas comunes de fallos en esta ejecución. Mejorar la calidad de la ejecución estratégica implica abordar estos problemas y considerar cómo traducir efectivamente la estrategia en acciones diarias.