El documento destaca la importancia de los equipos autogestionados en la ejecución de proyectos, subrayando que las soluciones más efectivas surgen de grupos proactivos y colaborativos. También aborda los riesgos del enfoque tradicional de comando y control, que puede llevar a la desmotivación y la falta de innovación. Se presentan pasos para fomentar la autoorganización, como establecer objetivos claros, promover la comunicación asertiva y permitir que el equipo tome decisiones de forma autónoma.