El absolutismo fue un sistema político que dominó Europa a principios del siglo XVIII, en el que el monarca concentraba todo el poder legislativo, ejecutivo y militar sin límites, como Luis XIV de Francia, quien declaró "El Estado soy yo". El absolutismo evolucionó desde el siglo XV como una negación del feudalismo y alcanzó su madurez en el siglo XVII, particularmente en la Francia de Luis XIV.