La década de 1950 en el cine español estuvo marcada por cambios en la política cinematográfica, influenciada por el régimen y las tensiones internas de la industria, que resultaron en una mínima oposición y en el surgimiento de películas críticas a pesar de la censura. La industria experimentó un fracaso en el modelo de las productoras tradicionales, siendo Suevia Films y otros competidores los que comenzaron a destacar, ofreciendo un enfoque más ágil y flexible. Este periodo también fue testigo de la producción de obras notables por directores como José Luis Sáenz de Heredia y Juan de Orduña.