El cine en América Latina comenzó a desarrollarse a finales del siglo XIX, influenciado por la llegada de la cinematografía internacional y el dominio de Hollywood. A lo largo de los años, diferentes países han producido obras significativas y han colaborado en coproducciones, destacándose el cine mexicano en las décadas de 1940 y el surgimiento de importantes directores en Argentina, Brasil y otros países. La Revolución Cubana y otros movimientos sociales también dieron forma a las cinematografías en varios países, produciendo películas reconocidas internacionalmente.