El poema describe la historia de Narciso de la mitología griega, quien se enamora de su propia imagen reflejada en una fuente. Al no poder estar con su reflejo, Narciso muere de amor. El poema luego compara esta historia con el amor de Dios por la humanidad, donde Jesús da su vida por los pecados de la humanidad y se hace presente en la eucaristía para estar con sus seguidores.