El programa operativo de lucha contra la discriminación, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, ha facilitado la inclusión sociolaboral de personas vulnerables en España entre 2006 y 2011, creando cerca de 100,000 empleos y generando un impacto positivo en la cohesión social y el estado de bienestar. Durante este período, el programa ha demostrado ser rentable, con un retorno fiscal notable y una reducción en el déficit público, además de consolidar la colaboración entre entidades como Cáritas y Cruz Roja. Las iniciativas impulsadas por el programa también pretenden abordar la alta tasa de desempleo juvenil y las necesidades de grupos con discapacidad o en riesgo de exclusión social.