El documento describe el sistema digestivo de los rumiantes, específicamente sus cuatro estómagos y su capacidad única de digerir la celulosa. Los rumiantes como las vacas, ovejas y cabras tienen un estómago dividido en cuatro cámaras: el retículo, el rumen, el omaso y el abomaso. El retículo y el rumen contienen bacterias que fermentan la celulosa, produciendo energía para el animal y para su propio crecimiento.