Charles Chaplin ideó la película El Gran Dictador en 1938 para satirizar a Hitler y Mussolini antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. La película representa de forma hilarante a Chaplin a sí mismo como un barbero judío y como el dictador Adenoid Hynkel, una parodia de Hitler. A pesar de las amenazas y presiones, Chaplin terminó la película en 1940 y su estreno en Estados Unidos fue un éxito, aunque también generó controversia debido a la postura aislacionista del país. La película fue prohibida en los