El imperio carolingio se formó en el siglo VI bajo los francos, llegando a su apogeo con Carlomagno, quien fue coronado emperador en 800. Su organización política se estructuraba en emperadores, condes y marqueses, pero tras la muerte de Luis 'el piadoso', el imperio se fragmentó por conflictos internos y el Tratado de Verdún en 843. La vida económica se centraba en la agricultura y el comercio, mientras que el renacimiento carolingio impulsó la cultura y la educación, destacándose la escuela palatina de Aquisgrán y la arquitectura de la capilla palatina.