El Manierismo fue un estilo artístico que floreció en Europa entre mediados del siglo XVI y principios del XVII. Se caracterizó por su complejidad técnica y énfasis en la expresión emocional. Los artistas manieristas buscaban impactar al espectador a través de la experimentación con la composición, perspectiva y colores intensos. Surgió como reacción al Renacimiento temprano y fue una fuente de inspiración para el posterior arte Barroco.