El documento discute cómo la religión inculca valores y creencias desde la niñez sin bases sólidas, lo que genera miedo a cuestionar esas creencias. Señala que las diferentes religiones promueven experiencias y doctrinas contradictorias entre sí. También argumenta que la libertad de pensamiento es un don de Dios, por lo que no debería limitarse por el miedo a cuestionar las creencias religiosas establecidas.