El debate sobre la extracción de petróleo del Yasuní en Ecuador se intensifica, con el gobierno buscando financiarse a través de esta actividad tras el fracaso de un proyecto de conservación. Mientras algunos defienden la explotación como una vía para combatir la pobreza, otros abogan por la protección de esta rica biodiversidad y sus comunidades indígenas, promoviendo una consulta popular para decidir el futuro del Yasuní. La controversia refleja las tensiones entre el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental en un país marcado por la pobreza y los desafíos ecológicos.