La gobernabilidad implica el ejercicio de la autoridad política, económica y administrativa para gestionar los asuntos de un país. Incluye la interacción entre el Estado, el sector privado y la sociedad civil. Un buen gobierno requiere participación, imperio de la ley, transparencia y rendición de cuentas para crear consenso, equidad y desarrollo a largo plazo. Las políticas gubernamentales deben enfocarse en reducir la desigualdad y mejorar el desarrollo humano a través del gasto públic