En un país lejano, las vocales y consonantes decidieron unirse para crear las chispipalabras, que voces y sonidos significativos. Sintiendo soledad, enviaron un mensajero al hada azul, quien trajo palabras mágicas para unirse a ellas y formar oraciones invencibles. Con esta unión, los ciudadanos celebraron la llegada de las palabras mágicas, que ayudarían a los niños a leer y escribir con alegría.