Este documento resume la promesa que Dios le hizo a Abraham de multiplicar su descendencia y darle la tierra de Israel para siempre. Explica que la promesa pasó a Isaac y luego a Jacob, y que a través de su descendencia todas las naciones serían bendecidas. También describe cómo la promesa implicaba una multiplicación extremadamente abundante de la descendencia de Abraham, comparable al número de estrellas y granos de arena, cumpliéndose a través de generaciones.