Los signos se componen de dos elementos: el significante y el significado. El significante es la parte material perceptible por los sentidos, mientras que el significado es el concepto o idea que evoca la percepción del significante. Existen tres clases de signos: síntomas o indicios que no tienen intención comunicativa; iconos que presentan semejanza con el referente; y símbolos que representan otras realidades de forma convencional. El signo lingüístico utilizado en las lenguas también se compone de significante y significado, y se caracteriza por ser arbitrario,