El documento enfatiza la necesidad de transformar las prácticas educativas en México ante los bajos resultados del sistema educativo, destacando la importancia de la tecnología, la capacitación docente y la colaboración comunitaria. Se propone que la educación debe ser una responsabilidad compartida entre docentes, padres y la sociedad, con un enfoque en la autodidactismo y el uso efectivo de recursos tecnológicos. Para competir a nivel global, se urge a mejorar la infraestructura educativa y a desarrollar ciudadanos competentes y adaptables.