El Virreinato del Río de la Plata fue creado en 1776 por orden de Carlos III para defender las posesiones españolas en el sur del continente de otras potencias coloniales. Abarcó los territorios de Argentina, Bolivia, Uruguay, Paraguay y parte de Brasil y Chile, con capital en Buenos Aires. La economía se centró en la exportación de ganado, cereales, oro y plata. La sociedad estuvo dividida entre españoles en el poder, criollos, indígenas que sufrían esclavitud y negros esclavizados.