El EKG permite registrar la actividad eléctrica del corazón a través de 12 derivaciones que muestran las ondas P, QRS y T. El EKG se utiliza para analizar la frecuencia, ritmo, eje, posibles hipertrofias, isquemia e infarto, y medir los intervalos PR, QRS y QT. Permite diagnosticar arritmias como la taquicardia sinusal, fibrilación auricular y extrasístoles ventriculares.