La enfermedad arterial periférica (EAP) es un trastorno que afecta las arterias periféricas y está asociado con un alto riesgo de complicaciones como infarto y ictus. La EAP se manifiesta con síntomas variados, desde asintomáticos hasta claudicación intermitente y isquemia crítica, y se diagnostica mediante herramientas como el índice tobillo-brazo y pruebas de imagen. El tratamiento incluye modificaciones en el estilo de vida, medicamentos antitrombóticos y terapias intervencionistas en casos severos.