Las enfermedades cardiacas son la principal causa de muerte en EE. UU., y su prevención es crucial para reducir el riesgo. Es fundamental adoptar hábitos saludables como dejar de fumar, controlar el colesterol y la presión arterial, y hacer ejercicio para mantener un corazón sano. Los síntomas varían según el tipo de enfermedad, y es esencial la consulta con un especialista para un diagnóstico adecuado y tratamiento.