Las infecciones respiratorias agudas (IRAs) son frecuentes en niños, presentando síntomas como tos, dificultad respiratoria y fiebre, y pueden clasificarse según la gravedad y presencia de neumonía. El tratamiento incluye hidratación, control del dolor y, en casos específicos, antibióticos; además de recomendaciones preventivas y de atención médica. Por otro lado, la enfermedad diarreica aguda (EDA) se caracteriza por deposiciones líquidas y puede llevar a deshidratación, siendo crucial la higiene, alimentación y vacunación para su prevención.