La discriminación existe desde que los seres humanos se organizaron en sociedad y establecieron roles y estatus. La estructura social permite y restringe a los individuos a través de instituciones que controlan el acceso a recursos y oportunidades. La discriminación por status social clasifica a otros como inferiores basándose en factores como el nivel socioeconómico, trabajo y educación. Esto dificulta la movilidad social y niega derechos a algunos grupos.