El plagio académico, que implica la apropiación indebida de ideas y trabajos ajenos sin reconocimiento, representa una amenaza a la integridad intelectual y ética en la educación. Esta práctica afecta no solo la reputación del infractor, sino que también distorsiona la evaluación de conocimientos reales y socava la excelencia educativa. Es crucial implementar estrategias educativas y cultivar una cultura de originalidad y respeto hacia las contribuciones intelectuales para prevenir el plagio.