Este ensayo explora dos concepciones de la felicidad: una hedonista basada en el placer y otra eudemonista basada en el cumplimiento y la autorrealización. La concepción hedonista conduce a un amor egoísta que busca la satisfacción de deseos materiales, mientras que la eudemonista promueve la empatía y la capacidad de compartir sentimientos con los demás. El autor argumenta que la sociedad actual, centrada en el consumismo, la juventud y la satisfacción inmediata de necesidades, no es capaz de