Enseñar filosofía, enseñar a filosofar
(Defensa de la filosofía)
JOSÉ L. ROZALÉN MEDINA
Catedrático y doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación
Prof. de Antropología (Universidad de Alcalá de Henares)
1. Observación previa
El presente informe fue presentado hace unas semanas p or ANCABA (Asociación
NacionaldeCatedráticos deBachillerato, alaque pertenece el autor) al Ministerio de Educación
a requerimiento de éste. Se trataba de recibir sugerencias y propuestas en orden a mejorar los
programas de Humanidades en general, y el de Filosofía en especial en las Enseñanzas
Secundarias.
Esperamos quehayaservido para algo, y a ver si, entre todos, conseguimos que el saber
filosófico se fortalezca definitivamente en las Enseñanzas Secundarias y prepare
convenientemente a todos nuestros alumnos para ser ciudadanos críticos y responsables, en
búsqueda constante de la regeneración espiritual e intelectual de nuestro pueblo, precisamente
en la evocación de los hombres del 98, ellos que supieron convertir sus vidas y su pensamiento
en una denodada y apasionada lucha por el futuro esperanzado de los españoles.
2. La necesidad del pensamiento
Recientes y rigurosos estudios llevados acabo por laUNESCO en más de sesenta países
(dejando al margen los éxitos editoriales, sin precedentes, de algunas obras de divulgación
filosófica) han demostrado que “la gente quiere conocer las raíces de nuestro pensamiento, la
historia de las ideas, como fuente de libertad y democracia”; consideran, además, dichas
investigaciones que “la Filosofía es eficaz remedio contra la especialización de los estudios y
la fragmentación de la educación que hoy día reciben los alumnos, y, por otra parte, da una
profunda coherencia lógica y moral a los que se acerquen a su estudio”.
Múltiples razones y argumentaciones podríamos aducir aquí para demostrar que es
imprescindible en los estudios secundarios (especialmente en el Bachillerato) la
aproximación al pensamiento filosófico. Creemos que nadie que no fuese un cretino o un
dictador se atrevería a negar el papel fundamental que la Filosofía debe tener en los
estudios medios o preuniversitarios. Filosofar, afirma Pieper, es “reflexionar sobre la totalidad
de lo que hay, de lo que se nos aparece, con vistas a su última razón y significado”.
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104 JOSÉ L. ROZALÉN MEDINA
Todo ser humano parece incapaz de dominar su ansia de saber y por eso se pregunta sobre el
sentido desu propiaviday ladelUniverso entero. Filosofar es una actitud humana fundamental,
superadora de talantes pragmáticos y utilitarios.
El pensar, el ser conscientes de la vida y del mundo es un lujo del espíritu al que no
pueden renunciar ninguno de nuestros alumnos/as si queremos que lleguen a ser hombres y
mujeres plenamente desarrollados e integrados en la sociedad en la que viven. No podemos
permitir la irracionalidad de perder de vista el caudal del pasado, la esforzada, maravillosa (y
muchas veces peligrosa) aventuradelPensamiento através dela Historia. “Sólo el Hombre”, nos
dice Platón, “por encima de las bestias, por debajo de los dioses, filosofa incansablemente”.
Desde que, en Grecia, la Razón se irguiera dominadora, pensamiento y palabra unidos,
superando el caprichoso Mito, que hablaba de terribles cóleras de Zeus, de arrebatados amores
de Afrodita o del implacable Destino, desde que se levantara temblorosa en sus primeros
balbuceos y luego poderosa hasta los albores del siglo XXI, se ha ido tejiendo y destejiendo el
abigarrado y complejísimo tapiz de Occidente.
En las puertas deun siglo esperanzado einquietante, cuando las ciencias y las tecnologías
aparecen como los nuevos mitos del Humán todopoderoso, ha invadido la escena una razón
instrumental que ha matado la vida, que ha cosificado la realidad, que ha minusvalorado el
espíritu porque éste no se cuantifica, ni se verifica.
Esta razón instrumental ha instalado en la cúspide de nuestra pirámide de valores “lo
útil”, “lo placentero”, “lo dominador”, “lo superfluo”, pretendiendo eliminar la gratuidad del
encuentro personal, la búsqueda del sentido de las cosas, lavisión integradora e interdisciplinar
de los diferentes saberes, olvidando el “para qué”, la finalidad de ese progreso que,
paradójicamente, a pesar de ser formidable, no acabadeliberar aunagran partedela Humanidad
que sigue bajo las cadenas de la injusticia, la pobreza, la ignorancia. “Dominando tanto los
medios, desconocemos los fines”, afirmaba Einstein.
Es preciso que nuestros alumnos conozcan y asimilen todo ese amplio despliegue del
“logos” a través de los siglos en búsquedainfatigabledela verdad, para que, comprendiendo sus
orígenes, sepan abrir las sendas deun futuro mucho más racional y tolerante. Hay que sintetizar
las diversas perspectivas, las diferentes culturas y planteamientos en una sinfonía plural, pero
respetuosa y armónica, en donde el único paradigma común sea una “ética mínima” de máximo
respeto a los Derechos Humanos Universales, conquistados dialógicamente entre todos, sean
cuales sean nuestras ideas o creencias.
Creemos queesteestudio delaHistoria del Pensamiento debería darse en elúltimo curso
de Bachillerato, por la exigencia de madurez que se presupone para este curso y para estos
contenidos concretos, y como colofón y síntesis del resto de saberes (científicos, artísticos,
literarios, históricos...) en que el alumnado ha venido siendo instruido.
Enseñar filosofía, enseñar a filosofar (Defensa de la filosofía) 105
Naturalmente, meparece que esta Historia de la Filosofía debe ser común y obligatoria
para todos las especialidades del Bachillerato, y debe estar presente en el examen de
Selectividad. No se entiende que un ingeniero, médico o biólogo... pueda ser universitario sin
conocer a los pensadores o filósofos que han hecho posible Europa, que constituyen nuestro
suelo intelectual y moral.
Y no se trata de defender una vuelta estéril y repetitiva a los autores y obras como si
fueran “inmensos osarios de ideas momificadas”, sino de recobrar con nuestros alumnos la
insondable riqueza mental y espiritual de aquellos seres humanos que han ampliado nuestra
capacidad de reflexión, de autonomía moral, de tolerancia ilustrada, de rigor metodológico y
científico, de profundización en la esencia de lo europeo y lo humano.
Para el 1.º curso de Bachillerato (nos basamos en la experiencia de nuestro
Departamento, que y a ha realizado la Reforma LOGSE en su totalidad) pensamos que una
materia como la que ya existe: Introducción a la Filosofía, con varios bloques y unidades
tratados de forma sincrónica o circular, es muy adecuada e interesante.
Nos parece, además, que esta aproximación a los problemas filosóficos (“¿Qué es la
Filosofía?”, “El Ser Humano en todas sus dimensiones”, “El Conocimiento y sus problemas”,
“La Acción ética, estética, tecnológica”, “El Ser Humano y la sociedad”) inicia adecuadamente
alos alumnos/as en algunos de los problemas fundamentales de la Filosofía y los preparar para,
en el curso siguiente, volver a recalar en ellos de una forma histórico-diacrónica de la que ya
hemos hablado más arriba. El disponer de cuatro horas semanales en vez de las tres horas
actuales posibilitaría una mayor profundización en los temas tratados.
En el último curso de la E.S.O., la Introducción a la Ética o Filosofía Moral, que
actualmente tiene dos horas semanales, aparece como una asignatura imprescindible para la
formación de la conciencia moral de los alumnos/as y como medio necesario paraconseguir una
capacidad crítica autónoma, un conocimiento del mundo en el que viven, tomen posturas
valorativas y actitudinales ante los múltiples dilemas éticos, individuales y sociales, quetenemos
hoy planteados. Consideramos que, parapoder explicarconlaprofundidad y amplitud necesarias
el temario oficial (que nos parece, por otra parte, muy adecuado y sugerente) serían necesarias
tres horas semanales.
2. Asignaturas optativas
Finalmente, hemos de decir que programadas por el Departamento de Filosofía, como
posibles asignaturas optativas que ofrecen un abanico inmenso, actualísimo de enfoques y
posibilidades, sugerimos al Ministerio y a los compañeros quequieran emprender elcamino dos
nuevas materias: “Ciencia, Tecnología y Sociedad” y la “Historia Crítica del Pensamiento
Español”.
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A. Ciencia-Tecnología y Sociedad
Sin poder hacer aquí una exposición detallada de las razones de estas propuestas, sólo
diremos que la C.T.S., como asignatura de reciente introducción en Europa, es una reflexión
filosófica sobre el hecho de la ciencia y la tecnología. Las opciones son variadas, desde una
historia de la ciencia, hasta unafilosofíasobrelos métodos científicos... Nosotros hemos optado
y experimentado yaun planteamiento múltiple, amplio, incluso interdisciplinar, aunqueestamos
es laFilosofíala que marca y coordina los objetivos fundamentales queestanuevamateriatienen
que conseguir.
La hemos dividido, pues, en tres partes: Una primera que sería una aproximación
sociológica al hecho científico-tecnológico; es decir, un estudio de “lo quehay”, del abigarrado,
deslumbranteeinquietantemundo tecnológico actual. En una 2.ª parte nos abrimos a un estudio
histórico de la ciencia y la tecnología desde los griegos hasta nuestros días, destacando los
momentos más influyentes y definitivos; es decir, se aborda el devenir temporal, “lo que ha
habido”. En la última parte del curso se lleva cabo una ulterior reflexión de carácter
ético-político sobre los límites y el control moral y político que deben tener la tecnología y sus
múltiples consecuencias: destrucción delmedio ambiente, manipulaciones genéticas, eliminación
de culturas poco desarrolladas... Se trataría, pues de “lo que debe haber”.
B. Historia del Pensamiento Español
Sobre este tema ya hemos escrito en otros lugares y momentos (vid. PAIDEIA,
n.º 32 (1995) y Enseñar y aprender filosofía en la Educación Secundaria, I.C.E. de la
Universidad de Barcelona). Ahora debemos decir que estamos convencidos de que todos los
argumentos que existen para potenciar la Historia de la Filosofía en general se acrecientan e
intensifican si los aplicamos a la necesidad de conocer nuestro original pasado filosófico. Un
pueblo que no conoce su historia está abocado a que abusen constantemente de él, a que lo
esclavicen, a que jueguen con su libertad.
El conocimiento crítico de nuestro pensamiento filosófico, de nuestro pasado cultural
como pueblo ayudará a forjar, en frase gineriana, “hombres y mujeres de una pieza”, españoles
y españolas bien pertrechados moral e intelectualmente, tanto en su personalidad individual
como colectiva, para que, conociendo nuestra razón histórica, nuestra peculiar forma de ser,
depensar yactuar, sepamos inventar creativamenteun futuro más esperanzador, más fértil, más
fecundo, dentro del abigarrado concierto de países y culturas que la comunidad humana ofrece.
Aunque, naturalmente, estamos enclavados en Europa y la historia de nuestras
ideas se ha ido desarrollando al compás de la evolución europea, sin embargo
pensamos que la Historia de la Filosofía Española tiene una entidad propia que la
distingue de otros planteamientos filosóficos por sus peculiaridades específicas. Como
escribe José L. Abellán: “Quizá la característica esencial de la Filosofía Española sea
Enseñar filosofía, enseñar a filosofar (Defensa de la filosofía) 107
eserechazo de lo social y económico en favor de lo humano, la exaltación del ser frentealtener,
de acuerdo con los criterios en que predomina el hombre frente a las ideas o conceptos, y la
conciencia moral frente a la conciencia psicológica”.
4. Conclusiones
Para terminar, permítasenos citar a Stephan Körner cuando escribe con una claridad
meridiana: “La reflexión filosófica sólo cesará cuando cese la reflexión sin adjetivos. Aunque
no se puede decir que existe una filosofía perenne, la filosofía es perenne: Su vida interna y su
medio ambiente intelectual enfrentan al filósofo, al ser humano con una constelación de
problemas en continuo cambio y nunca le absuelven de volver a pensar”.
Así es, en efecto. Por eso, cuando uno se encara con el problema de decidir cuál es el
objetivo esencial que deben conseguir nuestros alumnos/as a través del estudio de la Filosofía,
si aprender conocimientos filosóficos básicos y la historia de la filosofía a través de distintos
autores, teorías, obras, movimientos, escuelas..., o si, sencillamente, deben conseguir una
verdadera formación filosófica y humana que los capacite para ser personas y entender el
mundo en el que viven, creemos honestamente que se trata de un falso dilema.
No se puede entender la larga tradición filosófica sin llevar a la práctica personal la
urgente tarea de razonar, de entender, de comprender. Y, a la inversa, no seremos capaces de
comprendernos a nosotros mismos, de reflexionar coherentemente y no en vano, si no
conocemos antes el largo camino del Logos (Razón y Vida unidos) a lo largo de la Historia de
la Filosofía.
Enseñar filosofía no puede convertirse en una relación estéril de nombres, obras y
planteamientos, no puede ser un ejercicio gratuito de pedantería y tecnicismos, sino que debe
tener como objetivo primordialel que nuestros alumnos/as entiendan, comprendan, asimilen de
forma personal o critiquen racionalmente los pensamientos de aquellos filósofos que han
marcado el proceso de nuestra historia y que aún nos resultan vivos y fertilizadores.

Ensenar filosofia-ensenar-a-filosofar-defensa-de-la-filosofia

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    Enseñar filosofía, enseñara filosofar (Defensa de la filosofía) JOSÉ L. ROZALÉN MEDINA Catedrático y doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación Prof. de Antropología (Universidad de Alcalá de Henares) 1. Observación previa El presente informe fue presentado hace unas semanas p or ANCABA (Asociación NacionaldeCatedráticos deBachillerato, alaque pertenece el autor) al Ministerio de Educación a requerimiento de éste. Se trataba de recibir sugerencias y propuestas en orden a mejorar los programas de Humanidades en general, y el de Filosofía en especial en las Enseñanzas Secundarias. Esperamos quehayaservido para algo, y a ver si, entre todos, conseguimos que el saber filosófico se fortalezca definitivamente en las Enseñanzas Secundarias y prepare convenientemente a todos nuestros alumnos para ser ciudadanos críticos y responsables, en búsqueda constante de la regeneración espiritual e intelectual de nuestro pueblo, precisamente en la evocación de los hombres del 98, ellos que supieron convertir sus vidas y su pensamiento en una denodada y apasionada lucha por el futuro esperanzado de los españoles. 2. La necesidad del pensamiento Recientes y rigurosos estudios llevados acabo por laUNESCO en más de sesenta países (dejando al margen los éxitos editoriales, sin precedentes, de algunas obras de divulgación filosófica) han demostrado que “la gente quiere conocer las raíces de nuestro pensamiento, la historia de las ideas, como fuente de libertad y democracia”; consideran, además, dichas investigaciones que “la Filosofía es eficaz remedio contra la especialización de los estudios y la fragmentación de la educación que hoy día reciben los alumnos, y, por otra parte, da una profunda coherencia lógica y moral a los que se acerquen a su estudio”. Múltiples razones y argumentaciones podríamos aducir aquí para demostrar que es imprescindible en los estudios secundarios (especialmente en el Bachillerato) la aproximación al pensamiento filosófico. Creemos que nadie que no fuese un cretino o un dictador se atrevería a negar el papel fundamental que la Filosofía debe tener en los estudios medios o preuniversitarios. Filosofar, afirma Pieper, es “reflexionar sobre la totalidad de lo que hay, de lo que se nos aparece, con vistas a su última razón y significado”. 103
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    104 JOSÉ L.ROZALÉN MEDINA Todo ser humano parece incapaz de dominar su ansia de saber y por eso se pregunta sobre el sentido desu propiaviday ladelUniverso entero. Filosofar es una actitud humana fundamental, superadora de talantes pragmáticos y utilitarios. El pensar, el ser conscientes de la vida y del mundo es un lujo del espíritu al que no pueden renunciar ninguno de nuestros alumnos/as si queremos que lleguen a ser hombres y mujeres plenamente desarrollados e integrados en la sociedad en la que viven. No podemos permitir la irracionalidad de perder de vista el caudal del pasado, la esforzada, maravillosa (y muchas veces peligrosa) aventuradelPensamiento através dela Historia. “Sólo el Hombre”, nos dice Platón, “por encima de las bestias, por debajo de los dioses, filosofa incansablemente”. Desde que, en Grecia, la Razón se irguiera dominadora, pensamiento y palabra unidos, superando el caprichoso Mito, que hablaba de terribles cóleras de Zeus, de arrebatados amores de Afrodita o del implacable Destino, desde que se levantara temblorosa en sus primeros balbuceos y luego poderosa hasta los albores del siglo XXI, se ha ido tejiendo y destejiendo el abigarrado y complejísimo tapiz de Occidente. En las puertas deun siglo esperanzado einquietante, cuando las ciencias y las tecnologías aparecen como los nuevos mitos del Humán todopoderoso, ha invadido la escena una razón instrumental que ha matado la vida, que ha cosificado la realidad, que ha minusvalorado el espíritu porque éste no se cuantifica, ni se verifica. Esta razón instrumental ha instalado en la cúspide de nuestra pirámide de valores “lo útil”, “lo placentero”, “lo dominador”, “lo superfluo”, pretendiendo eliminar la gratuidad del encuentro personal, la búsqueda del sentido de las cosas, lavisión integradora e interdisciplinar de los diferentes saberes, olvidando el “para qué”, la finalidad de ese progreso que, paradójicamente, a pesar de ser formidable, no acabadeliberar aunagran partedela Humanidad que sigue bajo las cadenas de la injusticia, la pobreza, la ignorancia. “Dominando tanto los medios, desconocemos los fines”, afirmaba Einstein. Es preciso que nuestros alumnos conozcan y asimilen todo ese amplio despliegue del “logos” a través de los siglos en búsquedainfatigabledela verdad, para que, comprendiendo sus orígenes, sepan abrir las sendas deun futuro mucho más racional y tolerante. Hay que sintetizar las diversas perspectivas, las diferentes culturas y planteamientos en una sinfonía plural, pero respetuosa y armónica, en donde el único paradigma común sea una “ética mínima” de máximo respeto a los Derechos Humanos Universales, conquistados dialógicamente entre todos, sean cuales sean nuestras ideas o creencias. Creemos queesteestudio delaHistoria del Pensamiento debería darse en elúltimo curso de Bachillerato, por la exigencia de madurez que se presupone para este curso y para estos contenidos concretos, y como colofón y síntesis del resto de saberes (científicos, artísticos, literarios, históricos...) en que el alumnado ha venido siendo instruido.
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    Enseñar filosofía, enseñara filosofar (Defensa de la filosofía) 105 Naturalmente, meparece que esta Historia de la Filosofía debe ser común y obligatoria para todos las especialidades del Bachillerato, y debe estar presente en el examen de Selectividad. No se entiende que un ingeniero, médico o biólogo... pueda ser universitario sin conocer a los pensadores o filósofos que han hecho posible Europa, que constituyen nuestro suelo intelectual y moral. Y no se trata de defender una vuelta estéril y repetitiva a los autores y obras como si fueran “inmensos osarios de ideas momificadas”, sino de recobrar con nuestros alumnos la insondable riqueza mental y espiritual de aquellos seres humanos que han ampliado nuestra capacidad de reflexión, de autonomía moral, de tolerancia ilustrada, de rigor metodológico y científico, de profundización en la esencia de lo europeo y lo humano. Para el 1.º curso de Bachillerato (nos basamos en la experiencia de nuestro Departamento, que y a ha realizado la Reforma LOGSE en su totalidad) pensamos que una materia como la que ya existe: Introducción a la Filosofía, con varios bloques y unidades tratados de forma sincrónica o circular, es muy adecuada e interesante. Nos parece, además, que esta aproximación a los problemas filosóficos (“¿Qué es la Filosofía?”, “El Ser Humano en todas sus dimensiones”, “El Conocimiento y sus problemas”, “La Acción ética, estética, tecnológica”, “El Ser Humano y la sociedad”) inicia adecuadamente alos alumnos/as en algunos de los problemas fundamentales de la Filosofía y los preparar para, en el curso siguiente, volver a recalar en ellos de una forma histórico-diacrónica de la que ya hemos hablado más arriba. El disponer de cuatro horas semanales en vez de las tres horas actuales posibilitaría una mayor profundización en los temas tratados. En el último curso de la E.S.O., la Introducción a la Ética o Filosofía Moral, que actualmente tiene dos horas semanales, aparece como una asignatura imprescindible para la formación de la conciencia moral de los alumnos/as y como medio necesario paraconseguir una capacidad crítica autónoma, un conocimiento del mundo en el que viven, tomen posturas valorativas y actitudinales ante los múltiples dilemas éticos, individuales y sociales, quetenemos hoy planteados. Consideramos que, parapoder explicarconlaprofundidad y amplitud necesarias el temario oficial (que nos parece, por otra parte, muy adecuado y sugerente) serían necesarias tres horas semanales. 2. Asignaturas optativas Finalmente, hemos de decir que programadas por el Departamento de Filosofía, como posibles asignaturas optativas que ofrecen un abanico inmenso, actualísimo de enfoques y posibilidades, sugerimos al Ministerio y a los compañeros quequieran emprender elcamino dos nuevas materias: “Ciencia, Tecnología y Sociedad” y la “Historia Crítica del Pensamiento Español”.
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    106 JOSÉ L.ROZALÉN MEDINA A. Ciencia-Tecnología y Sociedad Sin poder hacer aquí una exposición detallada de las razones de estas propuestas, sólo diremos que la C.T.S., como asignatura de reciente introducción en Europa, es una reflexión filosófica sobre el hecho de la ciencia y la tecnología. Las opciones son variadas, desde una historia de la ciencia, hasta unafilosofíasobrelos métodos científicos... Nosotros hemos optado y experimentado yaun planteamiento múltiple, amplio, incluso interdisciplinar, aunqueestamos es laFilosofíala que marca y coordina los objetivos fundamentales queestanuevamateriatienen que conseguir. La hemos dividido, pues, en tres partes: Una primera que sería una aproximación sociológica al hecho científico-tecnológico; es decir, un estudio de “lo quehay”, del abigarrado, deslumbranteeinquietantemundo tecnológico actual. En una 2.ª parte nos abrimos a un estudio histórico de la ciencia y la tecnología desde los griegos hasta nuestros días, destacando los momentos más influyentes y definitivos; es decir, se aborda el devenir temporal, “lo que ha habido”. En la última parte del curso se lleva cabo una ulterior reflexión de carácter ético-político sobre los límites y el control moral y político que deben tener la tecnología y sus múltiples consecuencias: destrucción delmedio ambiente, manipulaciones genéticas, eliminación de culturas poco desarrolladas... Se trataría, pues de “lo que debe haber”. B. Historia del Pensamiento Español Sobre este tema ya hemos escrito en otros lugares y momentos (vid. PAIDEIA, n.º 32 (1995) y Enseñar y aprender filosofía en la Educación Secundaria, I.C.E. de la Universidad de Barcelona). Ahora debemos decir que estamos convencidos de que todos los argumentos que existen para potenciar la Historia de la Filosofía en general se acrecientan e intensifican si los aplicamos a la necesidad de conocer nuestro original pasado filosófico. Un pueblo que no conoce su historia está abocado a que abusen constantemente de él, a que lo esclavicen, a que jueguen con su libertad. El conocimiento crítico de nuestro pensamiento filosófico, de nuestro pasado cultural como pueblo ayudará a forjar, en frase gineriana, “hombres y mujeres de una pieza”, españoles y españolas bien pertrechados moral e intelectualmente, tanto en su personalidad individual como colectiva, para que, conociendo nuestra razón histórica, nuestra peculiar forma de ser, depensar yactuar, sepamos inventar creativamenteun futuro más esperanzador, más fértil, más fecundo, dentro del abigarrado concierto de países y culturas que la comunidad humana ofrece. Aunque, naturalmente, estamos enclavados en Europa y la historia de nuestras ideas se ha ido desarrollando al compás de la evolución europea, sin embargo pensamos que la Historia de la Filosofía Española tiene una entidad propia que la distingue de otros planteamientos filosóficos por sus peculiaridades específicas. Como escribe José L. Abellán: “Quizá la característica esencial de la Filosofía Española sea
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    Enseñar filosofía, enseñara filosofar (Defensa de la filosofía) 107 eserechazo de lo social y económico en favor de lo humano, la exaltación del ser frentealtener, de acuerdo con los criterios en que predomina el hombre frente a las ideas o conceptos, y la conciencia moral frente a la conciencia psicológica”. 4. Conclusiones Para terminar, permítasenos citar a Stephan Körner cuando escribe con una claridad meridiana: “La reflexión filosófica sólo cesará cuando cese la reflexión sin adjetivos. Aunque no se puede decir que existe una filosofía perenne, la filosofía es perenne: Su vida interna y su medio ambiente intelectual enfrentan al filósofo, al ser humano con una constelación de problemas en continuo cambio y nunca le absuelven de volver a pensar”. Así es, en efecto. Por eso, cuando uno se encara con el problema de decidir cuál es el objetivo esencial que deben conseguir nuestros alumnos/as a través del estudio de la Filosofía, si aprender conocimientos filosóficos básicos y la historia de la filosofía a través de distintos autores, teorías, obras, movimientos, escuelas..., o si, sencillamente, deben conseguir una verdadera formación filosófica y humana que los capacite para ser personas y entender el mundo en el que viven, creemos honestamente que se trata de un falso dilema. No se puede entender la larga tradición filosófica sin llevar a la práctica personal la urgente tarea de razonar, de entender, de comprender. Y, a la inversa, no seremos capaces de comprendernos a nosotros mismos, de reflexionar coherentemente y no en vano, si no conocemos antes el largo camino del Logos (Razón y Vida unidos) a lo largo de la Historia de la Filosofía. Enseñar filosofía no puede convertirse en una relación estéril de nombres, obras y planteamientos, no puede ser un ejercicio gratuito de pedantería y tecnicismos, sino que debe tener como objetivo primordialel que nuestros alumnos/as entiendan, comprendan, asimilen de forma personal o critiquen racionalmente los pensamientos de aquellos filósofos que han marcado el proceso de nuestra historia y que aún nos resultan vivos y fertilizadores.