La vida en la época colonial de Buenos Aires estaba estructurada en estratos sociales, donde la aristocracia española disfrutaba de privilegios, mientras que los indígenas y esclavos eran marginados. Las vestimentas variaban según la clase social, con un marcado contraste entre las ricas prendas de los aristócratas y las sencillas vestimentas de los pobres. Los juegos eran parte esencial de la vida cotidiana, con prácticas diversas que reflejaban las tradiciones europeas e indígenas, y principalmente los niños de clases bajas gozaban de libertad para jugar en las calles.