El equilibrio químico se establece cuando las concentraciones de reactivos y productos se estabilizan y es una reacción que nunca se completa. La constante de equilibrio (Kc) varía con la temperatura y se aplica a especies gaseosas y en disolución; el cociente de reacción (Q) indica el estado del sistema respecto a este equilibrio. El principio de Le Chatelier señala que cualquier perturbación en el sistema provocará un desplazamiento hacia un nuevo estado de equilibrio en un intento de contrarrestar el cambio.