El documento discute la relación entre la comunidad, la escuela y la educación. Argumenta que la escuela tradicional ha estado desconectada de la comunidad y ha menospreciado las culturas indígenas. Propone que la educación debe ser bilingüe, intercultural y dirigida por la propia comunidad, con maestros miembros de la comunidad. También sugiere que la comunidad debe participar en el desarrollo del plan de estudios y la política educativa para que reconozca mejor las lenguas y culturas indígenas.