La Escuela de Chicago surgió tras el gran incendio de 1871 en Chicago, que destruyó casi por completo la ciudad y requirió reconstruirla. Esto dio paso a nuevos estilos arquitectónicos con estructuras de acero, hormigón y ventanales horizontales que permitieron la construcción de rascacielos e impulsaron el desarrollo de las grandes ciudades modernas. Arquitectos influyentes como Jenney, Sullivan y Burnham & Root crearon obras emblemáticas y establecieron las bases del estilo distintivo de la Escuela