La corriente gestáltica surgió en Alemania a comienzos del siglo XX como reacción al estructuralismo alemán. Liderada por Max Wertheimer, se basa en que la mente humana organiza los estímulos del entorno como un todo, no como asociaciones aisladas. Las leyes de la Gestalt establecen que los elementos sensoriales se agrupan por proximidad, semejanza y tendencia a completar figuras. El enfoque gestáltico considera al organismo como un todo inseparable de su entorno.