La escultura azteca se caracterizaba por ser monumental y estar asociada con grandes construcciones arquitectónicas. Se centraba en temas religiosos y políticos, representando dioses, mitos, reyes y sus hazañas de forma realista y compleja. Era un arte al servicio del Estado azteca para transmitir su visión del mundo a través de la escultura y arquitectura, usando materiales como piedra, cerámica y madera.