La esquizofrenia es una enfermedad crónica caracterizada por alteraciones del pensamiento, conducta y lenguaje. Se manifiesta en tres fases: pródromica, psicótica aguda y residual. Los tratamientos incluyen terapia psicológica y medicamentos antipsicóticos como haloperidol y risperidona. A pesar del tratamiento, la esquizofrenia tiene un pronóstico variable, con aproximadamente un tercio de pacientes funcionando de forma autónoma y otro tercio requiriendo apoyo a largo plazo.