El documento examina el estatuto biológico del embrión humano, subrayando la importancia de su naturaleza biológica para establecer su categoría ontológica y los derechos humanos asociados. Se presentan diversas posturas sobre la identidad del embrión, así como las implicaciones éticas y científicas de su manipulación. Finalmente, se argumenta que la vida humana se inicia como resultado de un proceso continuo de fecundación y desarrollo, no como un hecho aislado.