La etapa colonial en América se caracterizó por la división territorial entre España y Portugal a través de bulas papales y el Tratado de Tordesillas. España estableció ciudades en el Río de la Plata como Buenos Aires y Corrientes en el siglo XVI, mientras que Portugal fundó capitanías. Las misiones jesuitas se expandieron en la región del Paraná y Uruguay en el siglo XVII, llegando a formar 30 pueblos que promovieron la aculturación de los pueblos indígenas.