La fe cristiana consiste en seguir a Jesús y vivir como él vivió, renunciando a uno mismo y cargando con la cruz para servir a los demás. Jesús invita a sus discípulos a no aferrarse a la vida terrenal sino a entregarla en servicio a los demás para ganar la vida eterna. Al final, Jesús vendrá para juzgar a cada uno según su forma de vivir y de tratar a los demás.