El documento analiza diferentes ejemplos bíblicos en los que aparece el fuego como símbolo del evangelio y el poder de Dios. Describe incidentes donde Dios se revela a través del fuego, como en el monte Horeb y el monte Carmelo, y cómo esto lleva a una comisión para predicar el evangelio. También examina referencias al fuego en el templo de Isaías, las frustraciones de Jeremías y el encuentro de los discípulos con Cristo resucitado. Concluye instando a la iglesia a dejarse