El documento resume la evolución histórica del notariado en diferentes culturas y épocas, incluyendo Egipto, Grecia, Roma, la Edad Media y España. Explica que en las primeras culturas existían escribas y oficiales públicos encargados de redactar documentos, y que en Roma surgió la figura del notario. En la Edad Media los escribanos ganaron importancia como fedatarios públicos, mientras que en España se distinguen seis periodos clave en el desarrollo del notariado.